La Universidad Nacional Autónoma de México
informa que, desde el pasado 1 de febrero, inició
un conflicto marcado por la violencia ejercida por un grupo
de personas que tomaron las instalaciones de la Dirección
General del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), posteriormente,
la Torre de Rectoría y que, con una actitud intransigente,
impidió que continuara el diálogo el pasado
16 de mayo.
En el documento de recuento de hechos que se anexa,
se demuestra que en el origen de este asunto no hay planteamientos
académicos, sino reclamos ajenos a la revisión
del Plan y Programas de Estudios del Colegio.
El rompimiento del diálogo entre las autoridades
universitarias y el grupo referido, el pasado jueves 16
de mayo, ocurrió en el momento en el que se desarrollaba
la cuarta sesión resolutiva, que pretendía
fijar las bases para el trabajo de las mesas. Una nueva
irrupción a las instalaciones, donde se desarrollaban
las pláticas, impidió que éstas prosiguieran.
En el detalle de los hechos, se especifica que
la Universidad ha formulado las denuncias penales respectivas,
y el Tribunal Universitario ha determinado la expulsión
definitiva de cinco alumnos, y suspensiones, por distintos
periodos, de cuatro más.
Entre las conductas ilícitas denunciadas,
figuran agresiones y lesiones a miembros de la comunidad,
haber puesto en riesgo la integridad de esta última,
e irrumpir y dañar instalaciones, además de
la sustracción de equipos y distintos objetos, tanto
de trabajadores, como del patrimonio universitario.
En el texto, se da cuenta de los reiterados ofrecimientos
de la Universidad al diálogo, respetuoso y tolerante,
que se formuló para dar cauce a inquietudes y protestas
registradas en las últimas semanas.
Como prueba de esa actitud, el mismo 16 de mayo,
se planteó un formato para instalar las mesas en
las que se discutiría la actualización al
Plan y Programas de Estudios del Colegio.
La propuesta que se entregó en la cuarta
reunión respectiva, estableció que las mesas
se desarrollarían en 13 sesiones, con duración
de cuatro horas cada una y la participación de 15
representantes, por cada parte, identificados y con derechos
vigentes.
Como resultado de esas reuniones, se elaboraría
una relatoría aprobada por ambas representaciones,
que se entregaría a la Comisión de Planes
y Programas de Estudio del CCH, con el fin de incorporarla
al debate en curso en planteles, que concluirá a
fines de noviembre.
Al respecto, el 19 de abril, día en que
el grupo tomó violentamente la Torre de Rectoría,
se celebró una deliberación sobre el plan
y programas referidos en planteles del CCH, en la que se
presentaron más de mil ponencias con la participación
de casi siete mil alumnos.
Previamente, el Consejo Técnico había
extendido este debate académico hasta el 30 de noviembre,
para propiciar la más amplia participación.
Los foros de discusión respectivos están abiertos
y en curso, con un diseño en horarios y sedes para
la concurrencia del mayor número de profesores y
alumnos.
Sin embargo, las autoridades universitarias sólo
han encontrado intolerancia y pretensiones para retardar
la discusión con señalamientos ajenos a cualquier
argumento académico.
La Universidad Nacional establece que, pese a las
muestras recurrentes de intransigencia por parte de este
grupo, continuará el proceso de discusión
amplia e incluyente en torno al Plan y Programas de Estudios
hasta noviembre, como está programado.
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