México requiere una reforma integral que
reconozca y garantice el ejercicio de distintos derechos
a los homosexuales, que elimine las asimetrías legales
a nivel nacional en su acceso, y establezca normas para
eliminar la discriminación y la violencia que persisten
hacia este segmento poblacional, estableció Leonardo
Olivos Santoyo, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
Las leyes de vanguardia locales en este ámbito
deben ser una norma generalizada en el país. Entre
otras, las que permiten las uniones civiles entre personas
del mismo sexo – legales sólo en la Ciudad
de México y Coahuila-, la posibilidad de cambiar
la orientación genérica, y las que tipifican
los crímenes de odio, subrayó en ocasión
del Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia,
que se conmemora este 17 de mayo.
Además, deben ampliarse las atribuciones
de los organismos públicos encargados de promover
y luchar contra la discriminación, con la finalidad
de que sus resolutivos y recomendaciones sean vinculantes,
con efectos jurídicos y penales, apuntó.
En este contexto, deben considerarse sus repercusiones,
por ejemplo, las relacionadas con el derecho a la seguridad
social. Urgen modificaciones en la materia para garantizar
a las parejas homosexuales el acceso a sus beneficios, que
reconozcan las nuevas configuraciones de las relaciones
familiares.
Para ello, se requiere un acuerdo parlamentario
a nivel federal y la voluntad de las fuerzas políticas
para homogeneizar la legislación a favor de la comunidad
Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero
e Intersexo (LGBTTI) en el territorio nacional.
Violencia
De acuerdo con la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), el principio de no discriminación exige
que los derechos humanos apliquen igualmente a cada ser
humano, sin importar la orientación sexual y la identidad
de género.
En 2012, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
(CONAPRED) informó que una de cada dos personas lesbianas,
homosexuales o bisexuales consideraba que el problema principal
es la discriminación, seguida de la falta de aceptación
y las críticas y burlas.
Hace unos meses, Roberto Zamudio García
perdió la vida al responder a las agresiones verbales
que, por tomar de la mano a su novio en la vía pública,
recibió de un grupo de individuos. En el Distrito
Federal, el artículo 138 del Código Penal
señala que se configura el agravante de odio si un
homicidio es cometido por la orientación sexual de
la víctima, entre otros elementos.
A nivel nacional, los crímenes de odio por
homofobia sólo están tipificados en esta capital
y en 14 estados no existe una ley para combatir esta discriminación.
En 2010, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) estimó en 648 el número de
homicidios considerados crímenes por estas causas,
con información recabada en 17 estados, para colocar
a México como uno de los países en los que
más delitos de este tipo son cometidos.
Al respecto, el integrante del CEIICH consideró
un gran avance el fallo de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación que decidió que, aunque las expresiones
“maricones” y “puñal” no
lesionen derechos fundamentales, exponen a las personas
a la humillación y exclusión.
Reconoce que el lenguaje no es inocente, al constituir
mensajes de odio. Al agredir verbalmente, se preparan las
condiciones para la violencia física. Si los homosexuales
son golpeados o asesinados, se argumenta que ellos se lo
buscaron, lo que demuestra la discriminación, ejemplificó.
Deben evaluarse logros e identificar pendientes
en la agenda política. Ser homosexual no constituye
un delito ni representa una falta a la moral, como lo estipulaban
distintos códigos civiles y penales; se ha avanzado
en el reconocimiento del derecho al matrimonio o a la adopción,
así como en el respeto a la diversidad sexo-genérica.
Los integrantes de la comunidad LGBTTI y las organizaciones
a favor de las diversidades sexo-genéricas deben
insistir en un lema de los colectivos del movimiento de
liberación lésbico-homosexual: “Nadie
será libre si todos no somos libres”, concluyó.
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