En la actualidad, la auténtica justicia
social reclama mejores niveles de educación. Si bien
esta última no solventa los problemas, necesidades
y rezagos de individuos y grupos, sin ella, se imposibilita
el progreso sostenido, aseguró el rector de la UNAM,
José Narro Robles.
En un mensaje enviado a los académicos universitarios,
con motivo del Día del Maestro, consideró
que para vivir en libertad y en democracia, hoy día
se requiere instrucción. “Soy uno de los muchos
que creen en la educación, pues el verdadero desarrollo
humano sólo se alcanzará con una enseñanza
de calidad, en los diferentes niveles y para todos”, sostuvo.
Narro Robles explicó que la educación ha sido
el acelerador de la evolución, el amplificador de
la biología y de las capacidades humanas, el decodificador
de la herencia colectiva. Se trata de uno de los mayores
logros en la historia de la humanidad, “sin ella,
viviríamos en el pasado”.
Al felicitar a los docentes de esta casa de estudios, subrayó
que la grandeza de la UNAM deriva, en buena parte, de sus
egresados y de sus profesores, dualidad que con frecuencia
se hace presente en una misma persona.
Ustedes explican parte de la importancia de nuestra casa
de estudios en el México contemporáneo. Ustedes
recogieron la estafeta de sus profesores. Ahora les toca
preparar a las próximas generaciones. Les corresponde
traducir el mensaje que recibieron, convertir a sus alumnos
en profesionales competentes y en ciudadanos útiles.
A partir de su trabajo, la Universidad continuará
como un espacio donde, además del cultivo del saber,
se inculcan los valores que permiten la convivencia civilizada,
la participación ciudadana, la solidaridad con los
que más requieren, el combate a la injusticia, la
ignorancia y el fanatismo, al igual que el amor por la cultura,
el arte y la belleza.
En esta tarea cardinal, “la Universidad de México
cuenta con ustedes y ustedes con su casa del saber y la
cultura, con la universidad de todos los mexicanos”,
concluyó.
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