Las matemáticas, como la ciencia en general, 
                      no necesariamente tienen aplicaciones inmediatas; las indagaciones 
                      de gran parte de los profesionales en este ámbito 
                      no se basan en ellas, sino en su belleza, es por el gusto 
                      de hacerlo, por colaborar en la construcción del 
                      conocimiento, comentó Isabel Hubard Escalera, investigadora 
                      del Instituto de Matemáticas (IM) de la UNAM.
                    Por su propuesta Álgebra, combinatoria 
                      y geometría de los politopos abstractos de dos órbitas, 
                      la universitaria se convirtió en la primera matemática 
                      galardonada con la Beca L’Oréal-UNESCO-Academia 
                      Mexicana de Ciencias, en el área de las Ciencias 
                      Exactas.
                    Hubard centra su labor en la geometría discreta, 
                      es decir, en las propiedades combinatorias de objetos geométricos 
                      discretos, principalmente hacia las generalizaciones de 
                      los poliedros o sólidos platónicos como el 
                      cubo, tetraedro, octaedro, dodecaedro e icosaedro.
                    Ese tipo de figuras, prosiguió la matemática, 
                      fueron estudiadas por los griegos hace más de dos 
                      mil años; ellos determinaron que sólo existían 
                      cinco cuerpos regulares, pero fue hasta la década 
                      de 1970 que se dieron definiciones concretas.
                    Más tarde, a principios de la década 
                      de 1980, se precisó el concepto de politopo abstracto, 
                      campo de estudio de la investigadora, para generalizar a 
                      los poliedros y sus propiedades. Algunas de sus propiedades 
                      geométricas “aportan información tanto 
                      del espacio tridimensional, como de los espacios euclidianos, 
                      en general”, indicó.
                    Los politopos regulares, politopos con máxima 
                      simetría, han sido ampliamente analizados, por lo 
                      que en sus indagaciones, iniciadas durante el doctorado, 
                      se propone “disminuir un poco esa simetría 
                      y continuar con objetos muy simétricos, pero ya no 
                      regulares, en particular, de aquellos denominados quirales”, 
                      explicó.
                    El objetivo es comprenderlos más a fondo, 
                      “aún quedan muchas preguntas por resolver, 
                      es un tema interesante para las matemáticas y para 
                      el estudio de los espacios”; en él se conjuntan 
                      la geometría, la topología, el álgebra 
                      y la combinatoria, cuatro áreas importantes en la 
                      disciplina. “Mi proyecto pretende aportar un granito 
                      de arena en esta área”.
                    Los politopos son generalizaciones de los poliedros, 
                      “es como quitarle la geometría a estos cuerpos, 
                      y quedarnos con su estructura (combinatoria). Cualquier 
                      poliedro o polígono son un politopo, pero también 
                      podríamos pensar en este último caso como 
                      un espacio de dimensiones más altas, por ejemplo, 
                      de cuatro, como los hipercubos”.
                    Por otra parte, consideró que por tratarse 
                      de un proyecto de investigación básica, quizá 
                      a la larga, como sucedió con los grupos de los sólidos 
                      platónicos, los resultados podrían tener algunas 
                      aplicaciones.
                    La universitaria refirió que su interés 
                      por esta línea de estudio surgió desde que 
                      cursaba la licenciatura. “A partir de entonces me 
                      pareció un tema natural de tratar y, al mismo tiempo, 
                      me extrañó la poca investigación referente, 
                      lo que me motivó a seguir este tema novedoso”.
                    Otra de sus motivaciones fue la interacción 
                      entre geometría, topología y combinatoria, 
                      “las tres disciplinas que más me gustaron en 
                      la licenciatura, pero también me atrajo la interacción 
                      con la gente que hace politopos”, lo que la llevó 
                      a trabajar con Asia Ivic Weiss, “científica 
                      canadiense-croata, académica consolida con experiencia 
                      en el área”.
                    Ivic Weiss, asesora de doctorado de Isabel Hubard, 
                      trabajó con Harold Scott MacDonald Coxeter, y es 
                      hoy “una de mis colegas más cercanas”.
                    El galardón
                    Isabel Hubard, formada en la escuela de Coxeter 
                      (considerado un geómetra importante del siglo XX), 
                      dijo que este reconocimiento es un estímulo importante 
                      para un área en la que principalmente se genera ciencia 
                      básica, sobre todo porque, en términos generales, 
                      han sido pocos los matemáticos galardonados, y más 
                      aún, el grupo de investigadoras en el área.
                    Su participación en esta convocatoria respondió 
                      a la inquietud de mostrar que estos profesionales existen, 
                      “aunque en mi caso lo que hago es ciencia muy pura”.
                    Sin embargo, aclaró, en términos 
                      generales los matemáticos, pero en particular los 
                      científicos de ciencias teóricas, publican 
                      menos que los expertos de áreas experimentales. Entonces, 
                      ¿cómo determinar a quién darle el premio?
                    “La respuesta obvia sería a quien 
                      tiene mayor producción, ése es un parámetro 
                      que usualmente se aplica para medir la calidad y decidir 
                      qué líneas y equipos de trabajo merecen ser 
                      financiados. En nuestro caso, tenemos menor número 
                      de artículos científicos publicados, sin que 
                      por eso, la calidad de nuestra investigación sea 
                      menor”, concluyó.