Es fácil percibir el beneficio de realizar
actividad física. En el momento en que llegamos a
las 220 pulsaciones por minuto (cantidad a la que hay que
restar nuestra edad), la circulación mejora, aprovechamos
mejor los nutrientes y nuestro estado de ánimo se
modifica de manera positiva.
Los sentidos se agudizan, las emociones se abren
y distinguimos la diferencia entre sedentarismo y movernos
con cierta intensidad y exigencia. Al practicarlo, nuestra
vida cambia y mejoran la salud, la condición y el
estado de ánimo, estableció Demetrio Valdez
Alfaro, director de Actividades Recreativas de la UNAM,
en el marco del Día Mundial de la Actividad Física,
conmemorado cada 6 de abril a propuesta de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Por los problemas de obesidad y sobrepeso que afectan
a la sociedad mexicana, debemos informarnos de las instalaciones
más cercanas a nuestro hogar, escuela o lugar de
trabajo, para ejercitarnos.
Requiere voluntad, que, como un músculo,
se fortalece o atrofia. Si no la tenemos, podemos buscar
un compañero para animarnos mutuamente a la práctica;
integrarse a un grupo es recomendable para aumentar las
posibilidades de éxito.
Podemos empezar con actividades sencillas como
caminar, trotar o correr, realizar ejercicios de gimnasia
básica, practicar zumba o baile, sin exigir de más
al cuerpo. El siguiente paso es mejorar la condición
física con base en el esfuerzo, estableció.
Como asegura el refrán, “querer es
poder”, señala, y si la persona no tiene la
disposición de levantarse del sillón, dejar
de ser un espectador del deporte y realmente activarse,
su calidad de vida disminuirá con el tiempo.
“Serán susceptibles de padecer reumatismo,
disminución de capacidad pulmonar, problemas para
subir escaleras, dolor de cuello y espalda, y dificultades
para cargar objetos. Es necesario tomar la decisión
de realizar actividad física, con visión a
largo plazo”.
Del sedentarismo al deporte de alto rendimiento
“El deporte es un medio pedagógico
del que se extraen valores como la ética y el trabajo
en equipo. De la aventura de vivir uno saca conclusiones,
desde el mundo del deporte se extraen experiencias válidas
para el día a día”, escribió
Jorge Valdano, ex jugador de la Selección Argentina,
campeón del Mundial de Futbol México 1986
y ex director general del Real Madrid.
Al respecto, el director de Actividades Recreativas
estableció que las personas que ven cada fin de semana
un partido o más de balompié sólo son
aficionadas al espectáculo deportivo. “Son
participantes emocionales”, precisó.
Pueden argumentar que les gusta el deporte, pero
es una falacia, porque son sedentarios, con problemas de
salud y malos hábitos alimenticios. Mienten, porque
en tanto observan los juegos de su escuadra favorita, comen
grasas, ingieren alcohol y fuman.
Al exponer el llamado Gradiente Valmex de actividad
físico-deportiva, explicó que si un individuo
la realiza de manera ocasional, sólo con la intención
de divertirse, hace ejercicio; al gustarle la práctica
de una disciplina, desarrolla recreación deportiva.
Al conocer reglas de una disciplina física,
pertenecer a un equipo y practicarla en su tiempo libre,
desarrolla deporte recreativo; si acude con regularidad
a entrenarse y cuenta con apoyo de nutriólogo, psicólogo
y masajista, realiza deporte en el más estricto sentido
del término.
Si busca mejorar sus marcas y éstas son
registradas por una asociación y reconocidas en una
federación, es un deportista de alto rendimiento;
quienes lo realizan en este nivel y se contratan con un
club deportivo y cobran por jugar, son atletas o deportistas
profesionales; los que participan en justas masivas, transmitidas
por los medios de comunicación, son parte del deporte-espectáculo.
Oferta universitaria
La Dirección de Actividades Deportivas y
Recreativas (DGADyR), informó, cuenta con el Programa
Universitario de Activación Física (PUAF),
orientado a quienes hacen ejercicio, practican recreación
deportiva y desarrollan esta actividad. Durante el año,
organiza actos masivos para promoverla, en los cuales se
premia a los universitarios con el mejor rendimiento.
Los participantes no cifran su expectativa en la
recompensa, sino en la convivencia, el ambiente universitario
y el goce de los espacios que la UNAM dispone para ello,
resaltó.
Además de la Caminata Nacional por la Salud,
el Día del Desafío Universitario, la Carrera
Nocturna y el Pumatón, el objetivo de las actividades
anuales es erradicar el sedentarismo y la obesidad entre
la comunidad universitaria.
Valdez Alfaro enfatizó que las acciones
de la DGADyR funcionan como una puerta de entrada tanto
al mundo de la actividad física como al del deporte
de alto rendimiento.
Un estudiante tiene la oportunidad de representar
a su escuela o facultad, a la Universidad y, posteriormente,
a México. Para lograrlo, requiere constancia y disciplina.
“Es la mejor evidencia de que, llevada a su máxima
expresión, logra cambios en nuestra vida”,
concluyó.
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