La educación es la fuente más confiable
de desarrollo, progreso y fortalecimiento de nuestras sociedades.
También es herramienta indispensable para plantear
la solución a problemas de seguridad nacional, crimen
organizado, economía, comercio, pobreza, exclusión
o desigualdad, afirmó el rector de la UNAM, José
Narro Robles.
Al participar en el Encuentro “El papel de
la educación superior como punto de acercamiento
entre las nuevas generaciones de México y los Estados
Unidos”, señaló que el tema no puede
ser parte de la retórica, o de un discurso políticamente
correcto y conveniente, sino que deben encontrarse fórmulas
concretas que permitan fortalecer la relación entre
instituciones de educación superior de ambas naciones.
Es necesario abrir grandes avenidas en materia
de movilidad estudiantil; más que construir muros,
tender puentes; más que cerrar puertas, abrirlas,
e identificar áreas de interés mutuo. “Debemos
vernos en la posibilidad de tratarnos como iguales y obtener
ventajas de ambos lados de la frontera”.
En el Salón El Generalito, del Antiguo Colegio
de San Ildefonso, abundó que es un buen momento para
que ambas sociedades emprendan una nueva etapa, y uno de
los mecanismos es el relacionado con la instrucción
a ese nivel. En la medida que seamos capaces de sumar posibilidades,
recursos, intenciones, y diseñar políticas
comunes, podremos avanzar, remarcó.
En tanto, Silvia Núñez García,
directora del Centro de Investigaciones sobre América
del Norte (CISAN), coordinador del encuentro, explicó
que esa entidad tiene la misión de realizar estudios
de profundidad en torno a la relación de México
con Estados Unidos y Canadá, y entre éstos
y el contexto global, y hacer docencia y difusión.
Al respecto, resaltó la importancia de los
vínculos entre nuestro país y su vecino del
norte; la interacción económica y comercial
alcanza los 500 mil millones de dólares; además,
se ha trabajado de modo consistente en temas de seguridad,
migración, narcotráfico y fronteras.
Para Sergio M. Alcocer Martínez de Castro,
subsecretario para América del Norte de la Secretaría
de Relaciones Exteriores, la relación es intensa,
pero es preciso diversificarla “y hablar de empleo,
emprendimiento, crecimiento, desarrollo, infraestructura,
energía y educación”.
Debemos reconocernos como socios estratégicos
y trabajar para lograr, junto con Canadá, que la
región se convierta en la más dinámica
y competitiva del mundo, hecho que pasa por los temas de
educación, ciencia y tecnología.
En tanto, el embajador de EU en México,
Anthony Wayne, expuso que en una década habrá,
cada año, 100 mil estadounidenses que estudien en
otros países de América, y el mismo número
de alumnos del continente que vayan a instituciones de la
Unión Americana.
Esta interacción, consideró, es vital
para el entendimiento mutuo y el desarrollo de las sociedades
y economías. En un mundo globalizado se debe tener
experiencia directa con otras naciones, y en este caso,
revitalizar el intercambio entre universidades, con el apoyo
de los gobiernos y de la iniciativa privada.
Al final del encuentro, los integrantes del presídium
establecieron un diálogo con estudiantes universitarios,
donde los jóvenes externaron sus inquietudes en torno
a aspectos de la relación México-Estados Unidos.
Asistieron autoridades de la embajada de Estados
Unidos y de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
así como directores de entidades universitarias,
investigadores, académicos y alumnos de bachillerato,
licenciatura y posgrado de la UNAM.
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