Boletín UNAM-DGCS-199
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 31 de marzo de 2013


Esaú Vicente Vivas
           


DISEÑA, FABRICA Y PATENTA LA UNAM SATÉLITE ARTIFICIAL CON FINES EDUCATIVOS

 

• Es de manufactura universitaria prácticamente en su totalidad, indicó Esaú Vicente Vivas, del Instituto de Ingeniería de la UNAM
• Está validado para su uso en laboratorios y aulas de clase en bachilleratos, tecnológicos, universidades, posgrados y centros de investigación

Para entrenar y atraer a los jóvenes a la ciencia y tecnología en materia satelital, el Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM diseñó y manufacturó Satedu, satélite educativo elaborado y validado para su uso en laboratorios y aulas de clase en bachilleratos, tecnológicos, universidades, posgrados y centros de investigación.

Por la facilidad de trabajo que brinda, se pueden realizar prácticas reales, desde sencillas para estudiantes de nivel medio superior, hasta aquéllas más profundas, para carreras y el posgrado de ingeniería, apuntó Esaú Vicente Vivas, investigador del II, quien encabeza este desarrollo tecnológico.

Se trata de un satélite artificial pequeño (picosatélite), que cumple con las normas internacionales de satélites Cubesats (estándar generado por la Universidad de Stanford, Estados Unidos, en 1999) en cuanto a dimensiones, características y operación, entre otras. “De hecho, son pocas las modificaciones que se harían para que éste pudiera trabajar de manera exitosa en el espacio”.

El también profesor del posgrado en Ingeniería de la Universidad Nacional, explicó que Satedu cuenta prácticamente con todos los subsistemas de un aparato comercial, aunque en este caso son pequeños, portátiles e inteligentes, características que permiten que puedan emplearse en otros de mayor masa para beneficio de México.

Entre los subsistemas que lo conforman se encuentran la estructura, potencia, computadora de vuelo, comunicaciones inalámbricas, sensores de plataforma satelital y de navegación inercial, así como estabilización por ruedas inerciales y bobinas de torque magnético.

Un 95 por ciento de este proyecto es de manufactura universitaria, el resto, los componentes electrónicos, son extranjeros “porque en México no se fabrican; todo lo demás fue realizado en la UNAM”, indicó.

Además, añadió, el software de Estación Terrestre (ejecutado en computadora personal) que permite la comunicación inalámbrica con el pequeño satélite, también es un producto universitario generado con la participación de estudiantes. “Nuestro compromiso con ellos es entrenarlos, motivarlos y retroalimentarlos con proyectos de alta tecnología. De esa manera, contribuimos no sólo a formar recursos humanos mejor preparados, sino también a participar en el desarrollo de artefactos útiles al país”.

Vicente Vivas ejemplificó que los de percepción remota vuelan relativamente bajo –a distancias de entre 300 kilómetros y mil kilómetros de altura–; se utilizan en México para hacer seguimiento de desastres naturales, huracanes, inundaciones, incendios forestales, desertificación y sismos, entre otros fenómenos naturales, por lo que a partir del Satedu, “pronto estaremos en posibilidad de generar los de tipo comercial que la nación requerirá en los próximos años”.

Nuestra obligación principal es la formación de recursos humanos y reducir la brecha tecnológica, por lo que es de suma importancia ofrecer a los estudiantes herramientas y proyectos de alta tecnología y bajo costo.


“Existe un nicho de oportunidad tecnológica para estos instrumentos y para llevarlos a jóvenes de bachillerato, licenciatura, posgrado y centros de investigación, y decirles que dentro de poco tiempo tendrán el potencial de desarrollar ésta y otras tecnologías en la materia, pues México despuntará y habrá un proceso de industrialización”.

Otro de los objetivos es la generación de satélites de comunicaciones (geoestacionarios), que proporcionan servicios de video, voz y datos, entre otros. “Primero desarrollaremos uno de percepción remota para producir las imágenes que requiere el país, y así atender y dar seguimiento a desastres naturales que afectan a la población. Posteriormente, incursionaremos en el proceso del primer satélite geoestacionario mexicano (de comunicaciones). En las próximas décadas aportaremos soluciones de alta tecnología en ese sentido”.

Desde septiembre pasado, Satedu se encuentra en proceso de patente y se está en pláticas con una empresa en San Luis Potosí para su fabricación en serie, adelantó.

Si bien este tipo de instrumentos educativos se realizan en muchas universidades de países desarrollados, “nuestra visión es más grande, porque sabemos que es un paso al crecimiento, a la proyección de ideas, a la generación de empresas estudiantiles y hacia nuevos y mejores empleos para la juventud. Esto lo hacemos junto con la Agencia Espacial Mexicana, para formar caminos que nos permitan llegar a tecnologías y soluciones que el país y nuestra sociedad requieren en la materia”.

Satedu y Humsat

Gracias a la experiencia del investigador en este tipo de desarrollos, México, a través de la UNAM, será parte de la constelación internacional de pequeños satélites llamada Humsat, apoyada por la Agencia Espacial Europea, Naciones Unidas y la NASA.

El proyecto es liderado por la Universidad de Vigo, España; California Politechnic State University (Calpoly), Estados Unidos, y nuestro país; la participación universitaria es apoyada por la Agencia Espacial Mexicana.

La constelación Humsat tendrá un conjunto de picosatélites para conectar a los usuarios a una red de sensores que estaría distribuida en el mundo. Su propósito es brindar ayuda humanitaria en aspectos básicos como telemedicina a zonas marginadas de cualquier parte del planeta, así como recabar información de redes instaladas a nivel global para realizar estudios en cambio climático, cuyos resultados sean accesibles a investigadores de todo el mundo.

“De igual manera, se podría aplicar para redes de sensores nacionales gubernamentales (Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos o Comisión Nacional del Agua, por ejemplo), o de uso privado, a fin de validar el transporte de datos, finalizó.

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Fotos

Esaú Vicente Vivas, del Instituto de Ingeniería, encabeza el proyecto Satedu.


El satélite educativo Satedu, fue elaborado y validado para su uso en laboratorios y aulas de clase en bachilleratos, tecnológicos, universidades, posgrados y centros de investigación.