Boletín UNAM-DGCS-197
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 30 de marzo de 2013


Carmen Clapp
           


FRENAN CON UNA PROTEÍNA, FORMACIÓN DE VASOS SANGUÍNEOS QUE CAUSAN RETINOPATÍA DIABÉTICA

 

• En el Instituto de Neurobiología, Carmen Clapp prueba vasoinhibinas recombinantes para detener la proliferación de vasos que desprenden la retina y causan ceguera a los enfermos
• La científica ha demostrado, a nivel experimental, que estas moléculas detienen daños de la artritis en articulaciones

Con el uso de una proteína recombinante es posible frenar la formación de vasos sanguíneos causantes de la retinopatía diabética, que genera ceguera en el 80 por ciento de los diabéticos que han vivido con esa enfermedad por más de 20 años.

Así lo ha comprobado, a nivel experimental, Carmen Clapp, del Instituto de Neurobiología (INb) de la UNAM, que hace años descubrió, junto con sus colaboradores, un grupo de proteínas capaces de detener la angiogénesis o formación de vasos sanguíneos.

“Por esta función las llamamos vasoinhibinas, y durante varios años hemos desarrollado modelos experimentales para probarlas”, comentó Clapp.

Provenientes de la prolactina

Las vasoinhibinas provienen de la hormona prolactina, una molécula con muchas funciones, entre ellas, la producción de leche en los mamíferos.
“La prolactina es una molécula extraordinaria, tiene una enorme diversidad de funciones; no sólo es producida en la hipófisis anterior -de donde se secreta a la circulación para que funcione como hormona y llegue a todas las áreas del organismo-, sino también por muchas células periféricas; entonces puede actuar en el contexto local”, detalló.

En su estudio inicial, Clapp y su grupo obtuvieron fragmentos de prolactina para lograr las nuevas moléculas, las vasoinhibinas. “Estas últimas, aunque son porciones de aquélla, funcionan de manera independiente y con receptores distintos. Las bautizamos como vasoinhibinas por su acción; no activan los receptores de la prolactina, se convierten en metabolitos que actúan de manera independiente y tienen esta función de detener la angiogénesis”, explicó.

El hallazgo más reciente de la científica fue generar una estrategia genética para que la retina produzca las vasoinhibinas, pues uno de los problemas que ha enfrentado es su producción.

“Originar suficientes cantidades no ha sido sencillo porque, aunque son recombinantes y se generan en aislamiento, tenemos mucha variabilidad en la actividad y no es muy eficiente nuestro método”, reconoció.

En colaboración con un investigador del Instituto Nacional del Ojo, de Estados Unidos, la universitaria ha generado adenovirus asociados, partículas virales inactivadas, totalmente sintéticas e inocuas.

“Generamos estos vectores, les metimos el gen que codifica para las vasoinhibinas y logramos, con su introducción en el ojo de una rata, frenar el desarrollo de la retinopatía diabética”, relató.

Detiene artritis reumatoide

En un estudio paralelo, Clapp propone que las vasoinhibinas pueden detener el desarrollo de vasos sanguíneos en las articulaciones, lo que puede ayudar a futuros tratamientos contra la artritis reumatoide, una de las enfermedades más discapacitantes de la edad adulta.

“Tenemos modelos de artritis reumatoide, pues en esa enfermedad hay una proliferación de vasos que provoca el aumento del proceso inflamatorio y la destrucción de las articulaciones, de tal manera que bloquear el crecimiento de esos vasos se ha considerado una estrategia para controlar este padecimiento, que produce un deterioro físico importante”, concluyó.

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Fotos

Carmen Clapp, del Instituto de Neurobiología de la UNAM.