Boletín UNAM-DGCS-193
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 28 de marzo de 2013


Juan Américo González Esparza
           


MONITOREAN EN LA UNAM ACTIVIDAD SOLAR Y CLIMA ESPACIAL

 

• En México operan observatorios y estaciones terrenas, a cargo del Instituto de Geofísica de la UNAM, que llevan a cabo esa actividad
• Forman parte de redes mundiales para estudiar fenómenos que repercuten en las telecomunicaciones, entre otros aspectos, informó Juan Américo González Esparza, responsable del MEXART

El Sol tiene distintas manifestaciones de actividad; en su interior ocurren explosiones, que a veces expulsan nubes de material que se propagan al espacio, y algunas pasan cerca de la órbita terrestre.

Es el caso de las tormentas solares, que interactúan con el campo magnético del planeta, “coraza” que impide que el flujo de partículas emitidas llegue a la atmósfera. No es infalible y, en algunas ocasiones, aquéllas provocan fenómenos como las auroras boreales.

En México operan observatorios y estaciones terrenas que monitorean estos fenómenos y forman parte de redes mundiales para estudiar el clima espacial, indicó Juan Américo González Esparza, responsable del Observatorio de Centelleo Interplanetario de Coeneo, Michoacán (MEXART), a cargo del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

En los momentos que logran penetrar a la atmósfera, las partículas solares producen corrientes eléctricas que interrumpen la señal entre las antenas, bases y satélites, lo que ocasiona daños graves a las telecomunicaciones. Al registrarse la mayor actividad solar, es frecuente que operaciones bancarias, la telefonía móvil y la navegación por GPS resulten afectadas, en ocasiones por horas, y en un evento extremo, hasta por días, explicó.

El investigador subrayó que el monitoreo continuo del clima espacial, que incluye actividad solar, medio interplanetario y el entorno magnético de la Tierra, ayuda a prevenir y atenuar los posibles daños.

Como ocurre con los terremotos, huracanes o erupciones, estos fenómenos no se pueden evitar, pero su monitoreo con observaciones continuas ayuda a mitigar los percances.

Redes de conocimiento

Los estudios de clima espacial representan un aspecto prioritario para las agencias espaciales y las telecomunicaciones, por la relevancia de los fenómenos que abordan y las afectaciones que provocan.

Los observatorios y estaciones terrenas del IGf constituyen un ejemplo de instrumentos en operación que forman parte de redes internacionales, cubren diferentes aspectos de la cadena de fenómenos físicos que marcan la relación Sol-Tierra, y complementan las mediciones directas de diversos satélites y naves espaciales; es el caso del MEXART, que rastrea tormentas solares que se propagan entre la estrella y nuestro planeta.

Con estas observaciones se realiza un mapeo de la forma y tamaño de las nubes y su velocidad; es parte de una red mundial de estaciones, entre las que destacan las de Japón, India y Rusia, refirió.


González Esparza recordó que la Universidad Nacional está a cargo del Observatorio de Rayos Cósmicos, que integra un entramado internacional de más de 50 estaciones distribuidas en el orbe. Cuenta con detectores a diferentes posiciones, porque la trayectoria de estas partículas muy energéticas sigue las líneas del campo magnético del planeta. “Según su intensidad, alcanzan distintas latitudes”.

En el estudio de estas partículas, también se utiliza el Telescopio de Neutrones Solares, ubicado en Sierra Negra, detector que opera desde julio de 2012, como parte de una red internacional establecida con este propósito.

Campo magnético

En el Observatorio Geomagnético de Teoloyucan, Estado de México, se hacen mediciones del campo magnético de la Tierra. Éste se ve afectado por las partículas solares que penetran a la atmósfera, y ocasionan fenómenos globales, conocidos como “tormentas geomagnéticas”, variaciones asociadas a la actividad solar.

Otro aspecto relevante en estas mediciones de clima espacial, es la creación de la Estación de Resonancia Schumann, ubicada en el observatorio de Coeneo, para analizar ondas electromagnéticas producidas por una resonancia con la atmósfera terrestre.

Existen estudios que las vinculan con la actividad solar, temperatura del planeta y eventos sísmicos, entre otros fenómenos, por lo que su estudio despierta un gran interés, concluyó.

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Fotos

Juan Américo González Esparza, responsable del Observatorio de Centelleo Interplanetario de Coeneo, Michoacán, a cargo del IGf.