Boletín UNAM-DGCS-192
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 28 de marzo de 2013


Óscar Próspero García
           


BUSCAN DISEÑAR FÁRMACO PARA INHIBIR SISTEMA ENDOCANABINOIDE

 

• Permitiría controlar pacientes obesos y con problemas de adicciones, indicó Óscar Prospero García, investigador de la FM de la UNAM
• En el Laboratorio de Canabinoides se realiza investigación en torno a la ingesta de alimento y su relación con esas moléculas

Consumir un buen platillo, dormir y tener relaciones sexuales son parte de las actividades gratificantes del ser humano, que le permiten experimentar sensaciones de placer y, en consecuencia, liberar no sólo dopamina, sino también estimular el sistema endocanabinoide.

Los endocanabinoides son moléculas que sintetiza y libera el cerebro en los momentos de placer. Se sabe que la dopamina está fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en ese órgano, pero no actúa sola; si este neurotransmisor se libera en el organismo, también lo hacen aquéllas, y esa reacción química da como resultado una sensación de bienestar, indicó Óscar Prospero García, investigador de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

También están involucrados en la regulación periférica de la homeostasis de energía, en la acumulación de grasa y en el mantenimiento del peso corporal. Este último aspecto, principalmente, ocupa al investigador, que junto con sus colaboradores se centra en la búsqueda de un medicamento que inhiba los endocanabinoides y, en consecuencia, el apetito, para estar en posibilidad de controlar el peso en pacientes con obesidad endógena y mórbida.

En el Laboratorio de Canabinoides se realiza investigación en torno a la ingesta de alimento y su relación con esas moléculas, que no sólo se encuentran en el cerebro, sino también en la periferia del organismo, en este caso en estómago e intestinos.

Por ello, surgió la inquietud de modificar la actividad de los endocanabinoides, específicamente en esa zona del organismo, mediante un fármaco que permita inducir un menor consumo, sin inhibir funciones importantes del cerebro como la liberación de dopamina y endorfinas, a fin de no reducir la sensación de placer y lograr que el paciente continúe con su vida normal.

En ese contexto, el especialista en neurociencias mencionó que algunos estudios clínicos han mostrado que si se bloquea la acción de las sustancias referidas, casi de inmediato reducen la ingesta de alimento, lo que deriva en la reducción de peso corporal.

En Europa y Canadá se comercializó un fármaco para controlar a pacientes obesos, su función era bloquear la actividad de esas moléculas; sin embargo, no sólo cumplía esa acción, también inhibía todo placer y los deprimía, así que se optó por prohibir su uso.

“Ése es un problema fuerte, pues si las sustancias citadas funcionan mal, propician la obesidad, pero si tratamos de bloquearlos sin considerar que podríamos impedir la liberación de dopamina, por ejemplo, se inhibirían los placeres y se generarían otros problemas de salud”, explicó.

En estos momentos se diseñan y prueban algunas moléculas (fármacos) en modelo animal (ratas). “Hemos encontrado que algunas merman la acción de los endocanabinoides, pero determinamos si son capaces de producir un efecto más dirigido hacia el consumo excesivo de alimentos, y menos hacia otras sensaciones de placer, de tal manera que si damos una dosis pequeña, obviamente calculada para el humano, no disminuya su deseo por dormir”, ejemplificó.

En colaboración con químicos de la UNAM, Prospero García trabaja en la búsqueda de nuevos fármacos que permitan esa acción. “Probamos uno, que reduce el apetito en nuestro modelo animal, pero aún no hemos visto si produce algún efecto colateral que, en algún momento dado, pudiera ser más drástico en humanos”.

Además, añadió, estamos en proceso de diseñar otros que bloqueen la parte del sistema endocanabinoide, que participa en adicciones como el consumo de drogas de abuso (tabaco o alcohol), prohibidas o ilegales (heroína, cocaína o metanfetaminas), cuya acción afecta y usurpa directamente el sistema de placer. “Los adictos pierden el gusto por consumir alimentos, beber agua, ni siquiera la conducta sexual les llama la atención, lo único que les importa es autoadministrarse en forma constante”.

Se ha observado que si se bloquea el sistema endocanabinoide en los animales de laboratorio, pierden el interés por consumir alcohol o tabaco, aunque también les reduce su ingesta de alimentos. “Insisto, existen los efectos colaterales que son los que tratamos de evitar”.

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Fotos

Óscar Prospero García, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM.