La medicina veterinaria ya no se restringe a la salud animal. Hoy su campo de acción es más amplio, los médicos del área están preparados en el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, como parte de los avances científicos y desarrollos tecnológicos.
Ello incentiva a las instituciones educativas a brindar las mejores herramientas para formar a futuros profesionales; así, la UNAM, comprometida a mantener el liderazgo en la enseñanza de la medicina en este ámbito, hoy cuenta con una infraestructura de vanguardia.
Se trata de los hospitales de Pequeñas Especies y de Equinos, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, y el de Équidos, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) en Ciudad Universitaria, recientemente remodelado, que en conjunto atendieron, el año pasado, dos mil 700 casos.
Atención especializada a caballos
Con la puesta en marcha de los centros que se ubican al norte de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y la renovación del Hospital de Équidos de la FMVZ, esta casa de estudios ha dado un fuerte impulso a la formación en medicina veterinaria y zootecnia.
Los tres cumplen la misión de capacitar a los alumnos en atención hospitalaria y estar en posibilidades de competir a escala nacional e internacional.
Las infraestructuras universitarias están provistas de tecnología y equipo de avanzada para brindar, no sólo capacitación, sino también atención de calidad, indicaron Cecilia Barragán Segura, Marco Antonio de Paz Campos y Mariano Hernández Gil, titulares de los hospitales de Equinos, de Pequeñas Especies, y de Équidos, respectivamente.
Hospital de Equinos
Desde su apertura, en agosto de 2011, el Hospital de Equinos de Cuautitlán es atendido por médicos clínicos (académicos) y estudiantes –residentes, en servicio social, de posgrado o de los últimos semestres de la licenciatura– que brindan servicio las 24 horas del día, los 365 días del año.
Considerado por especialistas de otros países como de última generación, cuenta con servicios de diagnóstico, imagenología, endoscopía, gastroscopía, cirugía, quirófanos equipados con grúas para movilizar a los pacientes antes y después de los procedimientos quirúrgicos, con amplias caballerizas y zonas de confinamiento para aislar casos infecciosos. También, con áreas de recuperación, de terapia intensiva y terapia media.
Al respecto, Barragán Segura comentó que en 2012 el centro a su cargo atendió aproximadamente a 200 caballos, 17 casos al mes, en promedio. “El mayor padecimiento que se trató es el síndrome abdominal agudo o cólico, que representa 80 por ciento de las cirugías realizadas hasta la fecha; el resto (20 por ciento), corresponde a otro tipo de atención”.
Tarea humanitaria en favor de équidos
Parte de la función de la UNAM es promover la tenencia responsable de los animales, afirmó Hernández Gil, e indicó que en la FMVZ, en colaboración con las fundaciones británicas The Donkey Sanctuary y The World Horse Welfare, tienen un programa destinado a promover el bienestar de los équidos de trabajo en zonas rurales y suburbanas, a la par de contribuir a la formación de recursos humanos.
Como parte del proyecto, la entidad universitaria, que atendió en 2012 200 casos, tiene a su cargo el Programa de Clínicas Móviles, a través del cual proporciona atención a caballos y burros de los pepenadores de Nezahualcóyotl y Coacalco, principalmente.
Tan sólo en el primero de esos municipios existen cerca de mil equinos que se utilizan para transportar carretas de basura y desperdicios, lo que implica que igual número de familias dependen de éstos para subsistir, resaltó.
Por la calidad del servicio médico que se proporciona tanto en la FES Cuautitlán como en la FMVZ, ambas instancias son un referente para médicos de distintas entidades del país, entre ellas Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Michoacán, San Luis Potosí, Morelos y Zacatecas, Puebla y Estado de México, que requieren atención para ejemplares de carreras, salto, charrería, rejoneo, adiestramiento, paseo, polo y trabajo.
El costo de la consulta es accesible, en comparación con la atención particular. “Es un hospital de enseñanza, principalmente, aunque ello no significa que carecemos de profesionalismo”, coincidieron los responsables de los hospitales.
Asimismo, reciben en donación o resguardo, por parte de asociaciones protectoras de animales, caballos y burros en situación de maltrato, a los que se les proporciona la atención médica necesaria, y tras su recuperación se les busca albergue en ranchos o casas comprometidas en su cuidado.
Atención a pequeñas especies
En México pocas instituciones educativas cuentan con instalaciones de primer nivel que ofrezcan atención especializada a gatos y perros, en este ámbito, el Hospital de Pequeñas Especies de Cuautitlán busca ser precursor.
Desde su apertura al público, en 2012, ha atendido a poco más de dos mil 300 animales; 94 por ciento de ellos son perros y gatos, el resto (seis por ciento) hámster, hurones, tortugas e iguanas.
La misión es “la dignificación del gremio veterinario a través de la formación de profesionales altamente calificados, capaces de satisfacer la exigencia de la sociedad, y que conviertan al hospital en un centro de referencia en el área de pequeñas especies”, afirmó De Paz Campos.
Las instalaciones están asentadas en una extensión aproximada de siete mil 300 metros cuadrados, y conformadas por las áreas de recepción de pacientes, ocho consultorios, tres quirófanos, sala de recuperación y rehabilitación, un espacio confinado para aislar casos infecciosos, área de fisioterapia con tina de masajes para terapia de rehabilitación, y otros equipos como bombas de infusión, oftalmoscopio, y endoscopio.
Además, cuenta con 18 cubículos para profesores, sala de juntas, así como laboratorio de patología y un área de imagenología. Ofrece servicios de neurología, oncología, gastroenterología y oftalmología.
Durante su estancia en el hospital, los pacientes –tanto perros como gatos- son resguardados en amplias jaulas. El servicio garantiza, por un lado, atención continua, amplia y de calidad y, por otro, el aprendizaje y constante actualización de estudiantes y académicos veterinarios.
El titular del Hospital de Pequeñas Especies indicó que las afecciones que con mayor recurrencia se atienden en cánidos son enfermedades gastrointestinales, trastornos altamente infecciosos como parvovirus, moquillo y parásitos, seguido de alteraciones musculares, ortopédicas (traumatismos por atropellamiento, caídas y mordidas) y muscoesqueléticas.
Los pacientes provienen principalmente de las colonias aledañas a la Facultad, de Satélite, zona norte del Distrito Federal y de los municipios de Tultitlán y Coyotepec, entre otros.
Los costos de consulta son accesibles, con descuentos especiales a la comunidad universitaria.
El académico de Cuautitlán mencionó que en el mundo moderno las mascotas se han convertido en parte integral de la humanidad, por lo que se recurre y demanda cada vez más del servicio veterinario especializado, pero también la solicitud creciente de razas puras, con los consecuentes padecimientos que ello genera.
Tal es el caso de los perros de la raza teckel (salchicha), pues mientras más largos sean, mayores padecimientos lumbares tendrán, o de los bulldog, que entre más chatos, son más propensos a problemas respiratorios.
Si se busca un cánido como mascota, los criollos son una buena opción, “tienen una selección y equilibrio natural, son inteligentes y no presentan tantos padecimientos congénitos; además, pueden ser adoptados en refugios”, comentó el especialista.
Pero si se prefiere uno de raza, lo recomendable es no comprarlo en mercados o bazares, pues por lo regular podrían incubar alguna enfermedad infecciosa; lo recomendable es adquirirlo en criaderos o directamente de una camada, recomendó.
Las tres clínicas universitarias cuentan con anestesiólogos, cirujanos de tejidos blandos, ortopedistas y especialistas en reproducción, entre otros.
—o0o—
