La cineantropometría es una técnica especializada
que permite medir el cuerpo humano en movimiento; por ello, resulta
clave para que los deportistas, incluso los de alto rendimiento,
puedan desarrollar mejor sus potencialidades.
Lo ideal es dirigir a uno desde su infancia, a partir
de las indicaciones de los especialistas (un antropólogo
físico, un entrenador deportivo, un nutriólogo,
un psicólogo y un médico del deporte) y, también,
de la consideración de sus medidas cineantropométricas.
“Con ese trabajo multidisciplinario se puede hacer
un seguimiento de las capacidades del individuo mediante estudios
de crecimiento y maduración durante sus inicios en un deporte,
y determinar si tiene o no las cualidades necesarias para triunfar
en él”, indicó Julieta Aréchiga, del
Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la
UNAM y coordinadora del seminario Antropología del Deporte.
Por lo general, un saltador de vallas con piernas cortas
no destacará en atletismo, o un portero de poca estatura
en futbol, aunque hay “garbanzos de a libra”, como
se dice popularmente, que suplen esas carencias con entrenamiento
exhaustivo, flexibilidad, rapidez, reflejos y visión.
Aréchiga observó, por ejemplo, que los
boxeadores mexicanos amateurs que participaron en un torneo internacional
en Cuba tenían poca estabilidad. “Para evitar ese
problema deben aumentar la masa muscular en las extremidades inferiores,
estudiar el centro de gravedad y vigilar que el apoyo de sus pies
sea correcto. En cambio, los rusos con los que compitieron tenían
los atributos arriba señalados y estaban bien plantados;
así, al ser golpeados sólo se balanceaban, pero
no caían, y en el boxeo las caídas cuentan”,
señaló.
“Actualmente, los deportistas mexicanos de élite
ya no son tan diferentes de los de otros países. Para practicar
basquetbol, un individuo debe tener una talla X, y ahora tenemos
chicos muy altos en el país.”
Sin embargo, para Aréchiga el problema es que
nuestros atletas olímpicos a veces son formados en un cuatrienio;
es decir, entre unos juegos olímpicos y otros, y deben
competir con quienes tienen 12 años de edad deportiva.
También en bailarines de ballet
La investigadora universitaria también ha realizado
estudios de cineantropometría en bailarines de ballet de
Cuba, a los que se les exige lucir una figura longilínea.
“Deben tener valores altos de masa muscular y una
de grasa muy reducida para presentar una figura estilizada; algunas
veces la alcanzan con dietas y ejercicios intensos, pero esto
les causa problemas fisiológicos: las niñas sufren
un retardo en el desarrollo puberal y, más específicamente,
en la aparición de su primera menstruación; y las
de mayor edad, amenorreas”, indicó.
En la población femenil mexicana, la maduración
se da a los 12 años, en promedio, y en las bailarinas o
atletas de alto rendimiento se puede retrasar hasta los 14, 15
ó más, según la exigencia en el ejercicio
y la mala nutrición.
Algunas bailarinas cubanas estudiadas por Aréchiga
tienen esteatopigia (acumulación de grasa en los glúteos),
y para alcanzar esa figura longilínea en ocasiones se someten
a dietas con una ingesta alimentaria sumamente restringida, lo
que las lleva a padecer trastornos alimenticios como anorexia
o bulimia.
“Hay que considerar que, si no logran conservar
la figura, salen del grupo, sobre todo si son profesionales”,
indicó.
Cursos avalados por la ISAK
La cineantropometría se puede aplicar en toda
la ontogenia humana (desde la etapa fetal hasta la vejez) y en
todos los deportes. Mientras en Cuba se recurre a ella para seleccionar,
desde edades tempranas, a niños que tienen aptitudes para
desarrollar una actividad atlética, en México aún
no se aprovecha.
Aréchiga imparte cursos sobre la materia en el
Posgrado en Diseño Industrial de la UNAM y en el Instituto
de Investigaciones Antropológicas. En ellos enseña
a medir el cuerpo humano en movimiento tanto a nutriólogos,
médicos y traumatólogos como a otros especialistas
interesados en el tema, para que el error técnico de la
medición sea reducido.
“Estos cursos son certificados por la Sociedad
Internacional para el Avance de la Cineantropometría (International
Society for the Advancement of Kinanthropometry, ISAK), interesada
en que todos trabajemos igual para disponer de estudios comparativos”,
comentó la investigadora, acreditada con el nivel 3 de
la ISAK.
—o0o—