La Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones
y Tomografía Computada (PET-CT) de la Facultad de Medicina
(FM) de la UNAM es el principal centro productor de radiofármacos
en México; ofrece servicios de imagenología médica
nuclear para diagnóstico (a precios accesibles) y aplica
esta tecnología para investigar enfermedades que representan
problemas graves de salud pública.
Bajo la jefatura de Javier Altamirano Ley, es el único
centro del país que produce diferentes radiofármacos;
10 ya están disponibles para investigación y abastecimientos
de diversas instancias capitalinas. Asimismo, se analizan tres nuevos,
dos (raclopride y flurodopa) que se utilizarán en el sistema
nervioso central para estudiar padecimientos como Alzheimer o Parkinson,
y un tercero, el fluoromisonidazol, para cánceres de pulmón
y mama, la última prueba se realiza en convenio con el Instituto
Nacional de Cancerología (INCan).
Su uso es nuevo en México; sin embargo, en Estados
Unidos y Europa ha sido ampliamente estudiado y su aplicación
está autorizada.
Tras señalar que estos tres “se sintetizan
única y exclusivamente aquí” y sólo están
disponibles para investigación, añadió que
de los otros 10, sólo algunos se pueden enviar a otros centros
que hacen PET, como el INCan. Unos sólo se utilizan en esta
unidad porque son de vida media corta, con duración máxima
de 110 minutos y mínima de dos.
Para diversificar esa gama, se adquirió un generador
de galio-68. “De nuestro ciclotrón, podemos decir que
no es el más potente de México, pero sí el
más completo, debido a la amplia variedad de radiofármacos
con que contamos”.
También se dispone de un microPET para diversos
proyectos. “El objetivo no es el lucro ni venta, sino la investigación,
la docencia y el servicio a la comunidad y, secundariamente, a los
centros que soliciten nuestro apoyo”.
Además de abastecer a instituciones que hacen medicina
nuclear, la unidad de la UNAM es el centro que más pacientes
atiende en el país, incluso más que el INCan. En promedio
recibe 20 individuos al día, que van a control de su enfermedad.
Los que participan en distintas investigaciones son tratados los
fines de semana o de manera intercalada con los que acuden cotidianamente.
El servicio está abierto al público, particularmente
a personas de escasos recursos. Los precios varían, pero
son accesibles y muy inferiores a los de instituciones privadas.
El costo también varía según el radiofármaco
utilizado. El más común es un análogo de la
glucosa marcada con flúor-18 (FDG), utilizado principalmente
en oncología, neurología y cardiología.
El 80 por ciento de los atendidos presenta problemas oncológicos,
un 15 tiene patologías del sistema nervioso central y un
cinco con cardiopatías.
Debido a la demanda, la FM ha proyectado una nueva área
cerca de la alberca de CU para operar un nuevo equipo de PET/CT
y posiblemente instalar otro de Mastografía por Emisión
de Positrones, para detección temprana y seguimiento de pacientes
con cáncer de mama.
“Con esta infraestructura se estudiarán mínimo
tres radiofármacos. Seremos el segundo centro con equipo
para analizar la glándula mamaria. En México, sólo
el INCan tiene algo así”.
La Unidad PET-CT, que es autosuficiente, capacita tanto
a nivel técnico como a un grado mayor en radiología
y medicina nuclear. Ofrece un curso de alta especialidad, con duración
de un año. Participan estudiantes universitarios, pasantes
de servicio social y alumnos de maestría, doctorado y posdoctorado,
de diferentes áreas y proyectos de investigación,
e institutos nacionales como Cancerología, Enfermedades Respiratorias,
Cardiología y Neurología.
Laboran 45 personas, entre las que se cuentan físicos
médicos, químicos, ingenieros, biólogos y veterinarios.
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