En México se conmemora el Día del Inventor
Mexicano el 17 de febrero, natalicio del ingeniero jalisciense Guillermo
González Camarena, creador del sistema para transmitir señal
de televisión a color, desarrollo de gran repercusión.
Establecida en 1993, la efeméride busca recordar
que generar nuevas propuestas es de gran valor para las sociedades.
Son los inventores, mediante su constancia y esfuerzo, los responsables
de las soluciones que cambian al mundo.
En la UNAM, el Centro de Diseño Mecánico
e Innovación Tecnológica de la Facultad de Ingeniería
(FI), fundado por un grupo de especialistas encabezado por Alberto
Camacho Sánchez hace 36 años, desarrolla soluciones
para las empresas interesadas en mejorar sus procesos productivos
y, a la par, aporta creaciones para mejorar la vida de las personas.
En su historia, se ha vinculado con los sectores público
y privado en la creación de una prótesis rotuliana,
una impresora de código Braille, un sistema de limpieza de
aguas residuales, un reactor biológico para vacunas virales
y vehículos eléctricos, entre otras aportaciones.
Hasta hace una década, la innovación no era
considerada una prioridad. Ante la competencia del mercado global,
es prioritario el impulso a la investigación y el desarrollo,
subrayó Adrián Espinosa Bautista, jefe del Departamento
de Ingeniería de Diseño, de la FI.
La visión de largo plazo es imprescindible para
una vinculación exitosa. Innovar requiere tiempo para investigación,
genera conocimiento nuevo y promueve la formación de estudiantes
de licenciatura y posgrado, destacó.
A partir de esta colaboración, se desarrollan soluciones
productivas para atender necesidades de las empresas, como la máquina
para partir tabiques. Es una idea sencilla que en su momento fue
una innovación relevante, y patentable, recordó.
Otros ejemplos de este esquema son la máquina para
ensamblar tuercas y tornillos, el control termostático para
calentadores domésticos, una canceladora de timbres postales
y un vehículo eléctrico para reparto, entre otras.
Innovar para el bienestar
Además del trabajo conjunto con empresas, innovar
es imprescindible para aportar soluciones que mejoran la vida de
las personas. Con esta finalidad, en el Centro se ha desarrollado
un grupo de trabajo orientado al diseño para el bienestar.
Comenzamos a trabajar esta línea inspirados por
Carlos, un niño con displasia congénita —no
tiene brazos ni piernas— con tal de proporcionarle dispositivos
que le ayuden a comer y vestirse de manera autónoma, compartió.
Además, existen personas que requieren productos
para llevar una existencia más llevadera. Con esta visión,
se crearon una silla de ruedas geriátrica, un disco intervertebral
y un socket para prótesis, en proceso de ser patentados.
En el Centro continuamos el trabajo para mejorarlas y perfeccionarlas,
subrayó Espinosa.
La silla está diseñada especialmente para
personas de la tercera edad. Está equipada con mecanismos
de suspensión para absorber impactos por las irregularidades
del suelo y cuenta con un sistema de tres ruedas para facilitar
el ascenso y descenso, con asistencia de otra persona.
En el caso del disco, permite el funcionamiento correcto
de la columna vertebral, en la vida útil de la prótesis,
debido a la mejora en su sistema de fijación a las vértebras,
explicó.
El socket está diseñado para ajustarse al
muñón de la persona, sin importar si gana o pierde
peso. El dispositivo se adapta, por medio de electrónica,
de manera automática y mantiene la misma presión.
En los tres casos, se detectaron necesidades no atendidas
de la población y se desarrollaron soluciones gracias a la
innovación, a partir del aprovechamiento de las patentes
ya existentes, concluyó.
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