Por primera vez, un biofungicida desarrollado totalmente
en México se comercializa para controlar la antracnosis de
los mangos, enfermedad que genera manchas negras en los frutos,
acelera su descomposición y limita su exportación
a un 14 por ciento de la producción nacional.
El logro, que se concreta tras 12 años de trabajo,
es de un grupo científico mexicano, coordinado por Enrique
Galindo Fentanes y Leobardo Serrano Carreón, investigadores
del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, con quienes
participó Martín Patiño Vera, técnico
académico, así como personal de la Unidad de Escalamiento
y Planta Piloto de esa entidad universitaria.
En la fase inicial del proyecto, también colaboraron
Raúl Allende Molar, Raymundo García y Armando Carrillo
Facio, del Centro de Investigación en Alimentación
y Desarrollo (CIAD), Unidad Culiacán. En tanto, en la etapa
de comercialización participó Carlos Roberto Gutiérrez,
actual socio de Galindo y Serrano en la empresa Agro&Biotecnia.
El nombre comercial del producto es Fungifree AB, y su
ingrediente activo es la bacteria Bacillus subtilis, que
actúa como antagonista del hongo Colletotrichum gloeosporioides,
e impide que genere en los mangos las manchas negras características
de la antracnosis.
“El proyecto muestra cómo la investigación
científica, la generación de conocimiento y la formación
de recursos humanos de alto nivel, en un esfuerzo de vinculación
de varios años de trabajo, esfuerzo y visión, pueden
concretarse en la generación de un producto”, dijo
en conferencia de medios, Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador
de la Investigación Científica de la UNAM.
El mango es uno de los principales cultivos de exportación
de México, y este logro demuestra que la investigación
dentro de las instituciones de educación superior genera
productos para solucionar problemáticas relevantes del país.
“Este biofungicida tendrá un impacto para aumentar
la producción y las exportaciones del fruto”.
Biológico, eficiente y sustentable
En tanto, Galindo detalló que los productores enfrentan
un dilema, pues sin el uso de fungicidas se desarrolla la antracnosis
y no pueden exportar; si emplean uno químico, aunque el mango
esté sano tampoco lo pueden hacer, debido a la residualidad
del producto.
“Ahí es donde entra la biotecnología.
Nosotros desarrollamos una alternativa al control químico,
que es el biológico, que aprovecha la enemistad entre microbios
en la naturaleza para combatir o controlar el hongo que causa problemas”,
precisó.
Fungifree AB es innovador a nivel mundial, pues la bacteria
que utiliza está aislada del follaje, lo que le brinda una
ventaja para combatir varias enfermedades que se generan en la parte
aérea de la planta.
Sustituye a productos químicos altamente tóxicos
y de impacto negativo en el medio ambiente. Se inscribe en una solución
agropecuaria que combina alta eficiencia y sustentabilidad ambiental.
Por su parte, Serrano indicó que, en pruebas de
campo, el control convencional químico logra un 30 por ciento
de mango exportable, mientras que con el biológico más
de 80 por ciento del fruto es vendible al exterior.
“Productos como éste se inscriben en una de
las vías seguras para poder contender con la crisis alimentaria”,
consideró, tras recordar que los países líderes
en agrobiológicos son los agrupados en la Unión Europea,
seguidos por Estados Unidos y los asiáticos.
El nuestro ha demostrado durante seis ciclos agrícolas
que supera a agroquímicos convencionales y respeta la sustentabilidad
ambiental. “Hay todavía muy poca oferta de biológicos
para la agricultura, pero la tendencia mundial va en esa dirección”,
puntualizó.
Se aplica a nivel comercial al inicio de este 2013, en
virtud de que ha comenzado la floración del mango, momento
en que empiezan las aplicaciones en la costa del Pacífico,
particularmente en Sinaloa, donde existe la mayor producción
para exportación.
En noviembre pasado, la empresa FMC Agroquímica
de México S. de R.L. de C.V., lanzó comercialmente
el producto dentro de la Expo-Agroalimentaria Guanajuato 2012, el
evento más importante de la industria agropecuaria nacional.
Una empresa spin-off
La comercialización se hizo posible con la creación
de una empresa spin-off, concepto anglosajón que
describe la formación de una compañía de base
tecnológica como resultado de la iniciativa de miembros de
una institución, ya sea empresarial o educativa, pública
o privada, que le brinda facilidades para su desarrollo, en este
caso el IBt.
“Como en varios intentos previos no logramos la transferencia
tecnológica, fundamos la empresa Agro&Biotecnia, un spin-off
del IBt, para explotar la tecnología desarrollada en esta
casa de estudios, y culminar el proceso de innovación con
la participación de una comercializadora de insumos agrícolas,
FMC Agroquímica de México”, añadió
Galindo.
Agro&Biotecnia llegó a un acuerdo con FMC Agroquímica
de México S. de R.L. de C.V., líder en el mercadeo
de productos agrícolas en el país y América
Latina, que será la responsable de la comercialización
en México.
Carlos Roberto Gutiérrez, socio de Agro&Biotecnia
explicó que, tras crear en marzo de 2008 esa firma, realizaron
el escalamiento, obtuvieron los registros y se asociaron con una
comercializadora grande, FMC Agroquímica de México.
“Somos una empresa dedicada al desarrollo científico
y tecnológico de productos y servicios con alto valor agregado,
que ayuda al control de patógenos y promueve el incremento
del rendimiento de cultivos agrícolas. Estamos seguros que,
si desarrollamos y aplicamos la tecnología que podemos generar
los mexicanos para el campo, vamos a ser más competitivos”,
afirmó.
La filosofía de esta empresa, creada dentro del
IBt, es llevar a cabo desarrollo tecnológico con sólidas
bases científicas, que permita ofrecer artículos competitivos,
que podrán ser comercializados por líderes en la distribución
de insumos del agro, prosiguió Serrano.
El desarrollo ha incluido el otorgamiento de una patente
nacional y ya se tramitan otras en Brasil, Ecuador y Estados Unidos,
donde también se cultiva el mango. “Haremos esfuerzos
para conseguir los registros en otras naciones, para poder exportarlo”,
adelantó Galindo.
Solución en el follaje
La bacteria que actúa como ingrediente activo vive
en el follaje de los árboles de mango. Es un microorganismo
benéfico y clasificado como seguro.
“Del follaje aislamos originalmente la bacteria,
y después de un proceso amplio de selección y pruebas
rigurosas, pudimos reproducir la bacteria y formularla en un producto
en polvo que se puede resuspender en agua y aplicarse por aspersión
con los sistemas convencionales de fumigación agrícola”,
dijo.
El trabajo microbiológico y de fitopatología,
en el que participaron los expertos del CIAD, duró cerca
de tres años, y después hicieron pruebas en invernadero,
en huertos a nivel semi-comercial y comercial, así como el
escalamiento de la tecnología y el desarrollo de la formulación
del producto.
Los últimos años se han dedicado a conseguir
registros de efectividad, ante la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), y de inocuidad, ante la Comisión Federal para
la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para
tener las autorizaciones y ser utilizados.
Actualmente, el Fungfree ha obtenido de Sagarpa el dictamen
positivo de efectividad biológica para su uso en aguacate
y papaya, y se tramita la ampliación del registro ante Cofepris,
concluyó Galindo.
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