De Rogelio Naranjo destaca ante todo su profunda generosidad
y la capacidad de preocuparse porque nuestra sociedad no se acostumbre
a muchas cosas, porque cuando esto sucede el riesgo de convertirnos
en una comunidad llena de cínicos es terrible, afirmó
José Narro Robles, Rector de la UNAM.
Al inaugurar la exposición Vivir en la raya.
El arte de Rogelio Naranjo, indicó que el caricaturista
es el antídoto para no caer en esa condición colectiva
de resignación, de cinismo y aceptación de lo que
está mal, lo cual no es producto de la época más
reciente.
Muchas de las peores condiciones que acompañan la
vida de este país y a las que todos deberíamos decir
ya basta han estado presentes desgraciadamente a lo largo de los
siglos: la pobreza, la desigualdad y la exclusión han estado
presentes siempre, recalcó.
Cuando uno revisa los cartones de Naranjo, se da cuenta
que, efectivamente, uno puede vacunarse contra esa costumbre. A
lo largo de muchas décadas ha compartido con nosotros esa
vacuna contra el conformismo y de mantener un estado de cosas que
a nadie le convienen, sostuvo.
Al dar la bienvenida, en el evento realizado en el Centro
Cultural Universitario Tlatelolco, María Teresa Uriarte Castañeda,
coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, destacó
que la Universidad se caracteriza por cuidar muy bien sus acervos
y eso es lo que hace con la obra donada por el artista.
A su vez, Rafael Rodríguez Castañeda, director
del semanario Proceso, leyó un mensaje de Julio Scherer García,
presidente de esta revista, en el que señala que “Rogelio
no suele equivocarse, su inteligencia y su arte apuntan al dolor
de México, la corrupción de todos los días,
la impunidad que no ceja, la ebriedad sedienta, el hartazgo, la
acumulación de poder con la primera ley del hombre: amarás
al dinero por sobre todas las cosas”.
Con esta exposición, Proceso y la UNAM, le rinden
homenaje, pero no el de las palabras simples sino un tributo de
admiración irrenunciable al genio del artista, subrayó.
En tanto, Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente y director
general de
El Universal, señaló que el nombre de la exposición
es afortunado porque Naranjo siempre ha vivido ensanchando los límites
de la libertad y la creación.
La muestra
La exposición Vivir en la Raya. El arte de Rogelio
Naranjo, conformada por 500 obras que recopilan el trabajo
del caricaturista, se presenta en el Centro Cultural Universitario
Tlatelolco (CCUT) de la UNAM.
Se trata de la mayor retrospectiva dedicada al artista
michoacano y busca mostrar, por primera vez, todas sus facetas creativas,
con ejemplos de su etapa formativa como pintor, así como
la veta erótica y lúdica que desarrolló durante
la segunda mitad del siglo pasado; aspectos surrealistas de la vida
pública y privada, escasamente conocidos, sin dejar de lado
su labor como caricaturista político.
La muestra en el Salón Juárez es resultado
de la revisión de un acervo de 10 mil 300 dibujos que forman
parte del Fondo Rogelio Naranjo, donado a esta casa de estudios
en noviembre de 2010, así como de otros que conserva el autor.
Además, como un reconocimiento a su figura, hay
una sección dedicada a caricaturas sobre Naranjo, realizadas
por varios de sus colegas, como Rius, Helioflores, Magú,
Helguera, Boligán, Ulises, Feggo, Jis, Trino, Ahumada, Víctor
Solís, Rocha, Hernández y Darío Castillejos.
Incluye una instalación sonora hecha ex profeso
en homenaje por el grupo El Gabinete, y animaciones de Carlos Bustamante
(cineasta) y Alejandro Magallanes (artista visual), así como
videos con entrevistas a Naranjo, Juan Villoro (escritor), Armando
Bartra (investigador), Iván Restrepo (ecologista) y Andrés
de Luna (escritor), quienes hablan sobre las múltiples aristas
que conforman el universo del artista.
Vivir en la raya. El arte de Rogelio Naranjo,
es acompañada de un libro catálogo con textos de José
Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Vicente Rojo, David Huerta y
Lorenzo Meyer, entre otros.
La muestra también revisa aspectos fundamentales
en su incursión en el género de la historieta y su
faceta como ilustrador de carteles y libros; además como
artesano, maestro en el tallado de madera, amante de las letras
del abecedario y diseñador de las muñecas que dieron
sustento económico y creativo a las costureras, reunidas
como gremio tras los sismos de 1985 en la Ciudad de México.
Reconocido como gran retratista, la exhibición también
busca mostrar su habilidad para profundizar en los rostros y escenarios
creativos de escritores, poetas, pintores, artistas y otras personalidades.
Junto a sus cartones políticos y sociales, desfilan los retratos
de funcionarios, clérigos y empresarios que marcaron la vida
pública nacional.
Originario de Peribán, Michoacán, comenzó
su carrera como caricaturista en el suplemento El Gallo ilustrado,
del periódico El Día (1965). En 1968 se incorporó
al Comité de Huelga como ilustrador de carteles, volantes
y mantas, y tras los sucesos del 2 de octubre en Tlatelolco, decidió
dedicarse por completo a la caricatura.
Ha colaborado en medios impresos del país, como
Excélsior, El Día, Cine Mundial, El Universal, Siempre!
y Proceso, entre otros.
En 1977 recibió el Premio Nacional de Periodismo;
en 1985, la medalla Ezra Jack Keats Award por parte de
IBBY, en Nueva York, por las ilustraciones del libro La Abeja Haragana,
de Horacio Quiroga; en 1987, el Premio Manuel Buendía
a trayectoria periodística, y en 2006, la Gran Orden
de Honor Nacional al Mérito Autoral, que otorga la SEP.
La exposición estará abierta al público
hasta julio de este año, de martes a domingo, de 10 a 18
horas. La entrada tiene un costo de 30 pesos, con descuento a estudiantes,
profesores y afiliados del INAPAM. El domingo la entrada es libre.
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