Boletín UNAM-DGCS-039
Mazatlán, Sinaloa.
11:00 hrs. 19 de enero de 2013

           


AFECTACIÓN PESQUERA, POR DESTRUCCIÓN DE MANGLARES


• Se estiman pérdidas anuales de aproximadamente 800 kilogramos de camarón y peces de importancia comercial por cada hectárea destruida de esos ecosistemas, explicó Francisco Javier Flores Verdugo, del ICMyL de la UNAM
• Las regiones fértiles del mar abarcan sólo el 10 por ciento y se ubican dentro de ecosistemas costeros

La captura pesquera declinará conforme aumente la destrucción de los manglares; se estiman pérdidas anuales de aproximadamente 800 kilogramos de camarón y peces de importancia comercial por cada hectárea destruida de esos ecosistemas, debido a su correlación entre la extensión de la zona de mareas (manglares en los trópicos) y el volumen de captura en las aguas adyacentes, explicó Francisco Javier Flores Verdugo, especialista en oceanografía biológica y pesquera.

Esas áreas son de gran importancia no sólo por su valor socioeconómico, sino por la capacidad de mantener una alta productividad y equilibrio en los entornos lagunares estuarinos.

Presentan fertilidades tan elevadas como el más eficiente de los cultivos domésticos; en algunas zonas llegan a exportar esa capacidad a las aguas marinas colindantes y en regiones áridas los ecosistemas terrestres adyacentes tienen funcionalidad equivalente a un oasis, agregó el investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), Unidad Mazatlán, de la UNAM.

Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua, pero 90 por ciento presenta una fecundidad similar a la de un matorral desértico. Las regiones fértiles del mar abarcan sólo el 10 por ciento y se ubican dentro de ecosistemas costeros, particularmente los manglares.

De hecho, abundó Flores Verdugo, se estima que de la pesca total mundial, 90 por ciento se realiza en las regiones costeras, y de ese total, 70 por ciento lo constituyen organismos estuarinos, o aquellos que en algún periodo de su vida habitan estos ambientes.

Los beneficios de los manglares y ecosistemas lagunares-estuarinos comprenden gran variedad de bienes, servicios, usos y funciones de valor para la sociedad, la flora y fauna silvestre, así como para el mantenimiento de procesos naturales, e interactúa con otros medios marinos y terrestres. Por ejemplo, existen evidencias de que su destrucción ocasiona pérdida de estructura en arrecifes de coral, detalló el universitario.

Los manglares se caracterizan por una elevada producción; sirven de hábitat de apoyo a las pesquerías de la plataforma continental; son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de crustáceos y alevines, así como protección de flora y fauna silvestre, incluso especies en amenaza de extinción, endémicas y migratorias.

También actúan como sistemas naturales de control de inundaciones y erosión, como protección contra huracanes e intrusión salina, y mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico.

Asimismo, contribuyen a la prevención de la formación de suelos ácidos, generan condiciones de microclima, ayudan a mantener sistemas y procesos naturales como respuesta a cambios en el nivel del mar, trampas de carbono, y conservan los procesos de acreción, sedimentación y formación de turbas, acotó el oceanógrafo biológico, cuya principal línea de investigación es la productividad primaria en sistemas lagunares estuarino y manglares,

Según estimaciones, del 60 al 75 por ciento de las costas de regiones tropicales están bordeadas por manglares. La extensión que cubren en el país es de seis mil 600 kilómetros cuadrados, y ocupan el sexto lugar en el mundo.

Presentan adaptaciones a suelos ricos en materia orgánica (anóxicos) y comprenden más de 50 especies, de las que cuatro se encuentran distribuidas ampliamente en México: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle negro (Avicennia germinans), mangle blanco (Laguncularia racemosa) y botoncillo (Conocarpus erectus).

En el país están contemplados dentro de la norma 059 de la Ley General de Equilibrio Ecológico para su conservación, con una categoría de protección especial para el manglar blanco, negro y botoncillo, y como especie rara, al manglar rojo.

También están bajo un régimen de conservación o uso sustentable por diversas normas como la NOM 022 para la conservación de los humedales, concluyó.

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Fotos

Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua, pero 90 por ciento de ésta presenta una fecundidad similar a la de un matorral desértico. Las regiones fértiles del mar abarcan sólo el 10 por ciento y se ubican dentro de ecosistemas costeros, particularmente los manglares.