Boletín UNAM-DGCS-024
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 12 de enero de 2013

 

           


AVANZAN ACCIONES PARA LA CONSERVACIÓN DEL ZAPOTE PRIETO


• Un grupo de investigadores, encabezado por Santiago Arizaga Pérez, del CIEco de la UNAM campus Morelia, trabaja en la preservación de esta especie vegetal arbórea, en peligro de extinción
• Fue descubierta apenas en 1985 por un biólogo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Un grupo de investigadores encabezado por Santiago Arizaga Pérez, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM campus Morelia, trabaja en la conservación de un zapote silvestre conocido localmente como zapote prieto, especie vegetal arbórea recién descubierta, pero en peligro de extinción.

“Empecé a interesarme en Diospyros xolocotzii a partir de la creación del Jardín Botánico del CIEco, a finales de 2005, pues uno de nuestros objetivos fue la conformación de una colección de especies amenazadas”, explicó Arizaga Pérez.

En 2006, conoció esta especie en su hábitat natural y comenzó su propagación a partir de la germinación de sus semillas. Hasta 2009, luego de llevar a cabo algunos estudios poblacionales, él y sus colaboradores habían contabilizado 121 en La Mintzita.

“Al año siguiente realizamos censos más detallados, lo que derivó en la identificación de más (218); hicimos también algunos experimentos con la reintroducción de 100 plantas en su hábitat natural. En 2011 teníamos contabilizados 233, lo que incluye las 15 plántulas sobrevivientes un año después de su reintroducción”, comentó.

Como parte de las acciones de conservación de esta especie, a mediados del presente año se sembraron 52 individuos en el campus Morelia de la UNAM; además, se han donado algunas plantas a los jardines botánicos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y del Cerro del Punhuato, en la misma ciudad.

El zapote prieto presenta tanto hojas como frutos; éstos son mucho más pequeños que los del zapote negro (Diospyros digyna), que se comercializan en numerosos mercados del centro del país.

Conservación

En el contexto biológico, la conservación alude al hecho de preservar una especie en proceso de extinguirse a diferentes niveles geográficos: local, nacional o mundial. El zapote prieto es endémico, es decir, únicamente existe en el occidente del país; por lo tanto, el impacto de su conservación no sólo es a nivel local, sino mundial.

Algunos seres vivos pueden generar nueva descendencia a partir de algunas de sus estructuras anatómicas. En el caso de las plantas, estos nuevos “hijos” (descendientes) se pueden originar a partir del fragmento de una rama, una hoja, las raíces o del tallo. Este mecanismo recibe diversos nombres: propagación vegetativa, multiplicación vegetativa y clonación. Los descendientes son llamados propágulos vegetativos o clones, y son idénticos genéticamente a su ancestro (planta madre).

Diospyros xolocotzii se propaga vegetativamente, es decir, genera nuevos individuos a partir de las raíces. Por eso, las cifras demográficas (total de individuos) han variado mucho desde su descubrimiento hasta los censos actuales: 79 por ciento de los 233 individuos contabilizados en 2011 son clones producidos de manera natural.

“Este mecanismo ha sido desarrollado por los organismos para asegurar el mantenimiento del espacio como un proceso evolutivo que garantice la preservación de la especie. Pero, por su actual estado de conservación, la capacidad de regeneración natural no asegura la permanencia de la especie. De acuerdo con nuestras estadísticas, el número de clones que produce cada ejemplar es de sólo 1.6, en promedio, una tasa muy baja”, apuntó el experto.

En términos evolutivos, el mecanismo más eficiente para la preservación por la reproducción sexual, que se da a partir de las semillas de los frutos, pero en el zapote prieto los sexos están separados, significa que hay árboles femeninos y masculinos, y para garantizar la formación de semillas fértiles es necesaria la presencia de un polinizador que actúe como vector y lleve el polen de la flor masculina al estigma de la femenina, y así asegure la fecundación de los óvulos. Con el tiempo, estos óvulos se transformarán en semillas.

“La población silvestre de zapote prieto en La Mintzita está distribuida en una superficie pequeña, de 25 hectáreas. Sólo hay nueve individuos femeninos y 16 masculinos adultos que producen flores. Además, muestran una distribución dispersa entre ellos”, señaló.

De los nueve árboles femeninos, únicamente tres producen frutos; los demás no contribuyen al mantenimiento de la población porque la distancia que guardan con los individuos masculinos no favorece su reproducción. “Nuestras observaciones sugieren que los insectos son los vectores de este sistema natural que favorece la polinización entre las flores”, añadió.

En la conservación la cosecha de semillas es básica, su estudio, germinación en laboratorio y el crecimiento de la planta. Arizaga Pérez y sus colaboradores también han tratado de obtener clones del zapote prieto en su hábitat natural. “Hemos recurrido a técnicas de propagación de tejido de cultivos (biotecnología), pero aún no hemos obtenido los resultados esperados”, explicó.

Los investigadores lograron injertar el zapote prieto (Diospyros xolocotzii) sobre el zapote negro, pero las plantas resultantes murieron en invierno, porque este último, que proporcionó el sistema radicular (llamado portainjerto), es de clima tropical y no toleró las bajas temperaturas.

Diversidad genética

La diversidad genética es uno de los aspectos más importantes para la evolución de una especie, pero en este caso, como sólo hay tres individuos reproductivos que participan en el mantenimiento de la población, es posible que pueda ser extremadamente baja.

“Entre más diversidad genética haya, la progenie que se obtenga será más vigorosa, y la capacidad de sobrevivencia se incrementará. Reconocer a individuos reproductivos en otras localidades abre la posibilidad de aumentar la variación por medio de polinizaciones artificiales”, indicó Arizaga Pérez.

Mediante trabajo exploratorio, los investigadores encontraron tres nuevas localidades donde hay individuos de Diospyros xolocotzii: dos de Michoacán y una de Guanajuato. En Santa María de Guido, un poblado absorbido por el sur de Morelia, detectaron uno reproductivo masculino que puede servir como donador de polen para aumentar la variedad genética de La Mintzita.

En Santiago Undameo, a 13 kilómetros al suroeste de Morelia, encontraron cuatro individuos reproductivos: un macho y tres hembras, de tal manera que ahí podría haber producción de semilla.

Y en Guanajuato descubrieron la población silvestre de zapote prieto mejor conservada. Estudios preliminares recientes sugieren que allí hay más de mil 500 individuos.

“Aunque muchos son vástagos clonales, al hacer un censo encontramos 793 originados por semilla. Tenemos marcados 240 femeninos y 72 masculinos, lo que nos da una relación mayor en términos de individuos de ambos sexos, que son fundamentales para el mantenimiento de la población”, refirió.

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Fotos

Un grupo de investigadores encabezado por Santiago Arizaga Pérez, del CIEco de la UNAM campus Morelia, trabaja en la conservación de un zapote silvestre conocido localmente como zapote prieto.