Boletín UNAM-DGCS-001
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 1 de enero de 2013


Liliana Muñoz Pérez

           


BUSCAN EN LA UNAM REUTILIZAR ENVASES PET EN SUELOS DE POCA CAPACIDAD DE CARGA


• En el Instituto de Ingeniería se estudia el empleo de botellas en obras de geotécnica; el propósito es presentar una alternativa económica, rápida y ambientalmente amigable para el mejoramiento de la capacidad de carga de suelos, informó el titular del proyecto, Eduardo Botero Jaramillo

En la Coordinación de Geotécnica del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, analizan la posibilidad de reutilizar las botellas de polietileno tereftalato (PET), usadas en el envasado de agua y bebidas carbonatadas, en obras de geotécnica, como material de restitución en suelos de baja capacidad de carga.

El propósito es presentar una alternativa económica, rápida y ambientalmente amigable para el mejoramiento de la capacidad de carga de suelos destinados a la construcción de viviendas de tipo social, y de terraplenes de vías secundarias.

Se pretende dar a las botellas PET un sitio de disposición final, que por su durabilidad, resistencia, mecánica y química, favorezca el mejoramiento de grandes extensiones de suelo de baja capacidad de carga, explicaron el titular de este proyecto Eduardo Botero Jaramillo, y su asistente, Liliana Muñoz Pérez.

La investigación se realiza con el objetivo de producir una innovación tecnológica que reemplace las materias primas no renovables que se emplean en la ingeniería civil, por otras más abundantes, y que no tienen un destino final adecuado, como los materiales de desecho.

Para lograrlo, explicó, se caracterizaron las propiedades mecánicas de los envases más comunes en el mercado, de manera individual y en grupo. Actualmente, se elabora un modelo de comportamiento.

Los resultados de la fase individual experimental, han permitido determinar un rango amplio de resistencia entre las diferentes marcas. En ensayos posteriores, se han realizado pruebas con seis botellas juntas, en diferentes conformaciones geométricas, y se han logrado altas resistencias.

A diferencia de los planteamientos tradicionales de la ingeniería geotécnica, en este tipo de solución el aire sí trabaja y aporta una parte fundamental de la resistencia, para lo cual es indispensable que el envase siempre esté bien tapado, comentó la postulante a ingeniera civil, Liliana Muñoz.

En tanto, Botero recordó que, de acuerdo con el último reporte de la Beverage Marketing Corporation, México ocupa el segundo lugar en consumo de envases PET para bebidas carbonatadas.

También, la firma estadounidense de consultoría ubicó a nuestro país como el mayor comprador de agua embotellada, con 248 litros per cápita en 2011, más del doble que en Estados Unidos, con 110 litros registrados.

“Por la cantidad de botellas que se producen a diario, y por su enorme volumen, se busca la forma de emplearlas en obras geotécnicas, lo que se ve favorecido por su durabilidad, resistencia mecánica y química”, señaló.

Este proyecto, acotó Muñoz Pérez, busca comprender el comportamiento mecánico del PET, bajo esfuerzos de compresión estáticos, además de conocer la influencia que ejercen la densidad del material, el esfuerzo de confinamiento y la velocidad de desplazamiento sobre ese comportamiento.

Se pretende una técnica que mitigue el daño ambiental. Con los materiales de deshecho se aminorarían los costos monetarios y se mejoraría la seguridad en ciertos tipos de obras civiles. Se busca un impacto directo sobre la colectividad, las estructuras de interés social y la infraestructura vial, concluyó.

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Fotos

Eduardo Botero Jaramillo, del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Liliana Muñoz Pérez, postulante a ingeniera civil por el Instituto de Ingeniería.