Una tecnología diseñada y probada a nivel
experimental por Miguel Ángel Alatorre Mendieta, Martín
Merino Ibarra y Francisco Ruiz Rentería, investigadores
del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL)
de la UNAM, actualmente se instala en Cuba para limpiar una laguna
contaminada por más de 10 años.
Desarrollado en una primera versión en 1989, para
ser utilizado en Nichupté, especialmente en la Laguna Bojórquez,
en Cancún, Quintana Roo, el llamado Sistema Renovador de
Agua de Lagunas Costeras (REALCO) no ha tenido respuesta para
concretar su transferencia tecnológica entre grupos empresariales
ni gubernamentales de México, pero a mediados del 2013,
comenzará a limpiar la Laguna Larga, un cuerpo de agua
altamente eutrofizado que forma parte del importante centro turístico
de Cayo Coco, en Cuba, explicó Merino.
“Su principio es sencillo, se trata de aprovechar
la energía que contienen las olas del mar, para renovar
el líquido de la laguna con agua de mar limpia”,
indicó Alatorre, experto en energías alternativas.
Cómo funciona
El sistema REALCO está formado por tres componentes:
un par de paredes convergentes en forma de “V”, que
concentran la energía del oleaje marino en una zona pequeña;
un colector de oleaje, y un conducto que lleva el agua a la laguna
por debajo de la playa y la zona litoral.
Para que funcione, una vez amplificado el oleaje, se
capturan sus crestas. Esto se logra mediante el colector, que
está unido al cuerpo de agua a través de un conducto
amplio, lo que genera un flujo unidireccional por diferencia de
nivel.
Una de las ventajas del dispositivo es que no tiene partes
móviles, así que su operación está
asegurada aún en las duras condiciones del mar, donde la
oxidación de los materiales y la pérdida de dichas
partes son frecuentes. Sólo utiliza la energía del
oleaje, por lo que para funcionar no requiere motores, combustibles
ni electricidad. Por ello, esta idea ganó el Premio León
Bialik a la Innovación Tecnológica, en 1993.
La tecnología del REALCO cuenta con la patente
179369, y otra en proceso de registro, así que su aplicación
en la isla caribeña tendrá beneficios directos para
la UNAM.
El esquema, aclararon los universitarios, ha sido evaluado
con un modelo a escala 1:50; un prototipo a escala 1:5 en el mar,
bajo condiciones de oleaje real, y con un modelo matemático.
El sistema a escala real, de 12 metros de largo, bombeará
entre 0.5 y 1.4 metros cúbicos por segundo, lo que significa
una reducción del tiempo de residencia de los contaminantes
en las lagunas, que son normalmente de meses y años, a
solamente algunos días, comentó Merino.
El dispositivo de dos paredes convergentes es de concreto
y puede anclarse firmemente al fondo del mar, fuera de la zona
de transporte litoral o en la costa si hay roca, como es el caso
del área cubana. “En cada aplicación la tecnología
se hace como un traje a la medida, según las condiciones
oceanográficas del sitio”, precisó.
Lagunas costeras, sitios frágiles
Las lagunas costeras son uno de los componentes más
frágiles de esas zonas, debido a su limitado intercambio
de agua, causante de que los contaminantes y alteraciones permanezcan
por más tiempo. “Los periodos de residencia del líquido
en las lagunas van de semanas a años, mientras que en las
zonas costeras abiertas son de horas a días”, explicó.
Además de sus múltiples valores ecológicos,
ambientales y recreativos, esos cuerpos de agua son abundantes
en países tropicales como México, en donde existen
125 distribuidos en sus cerca de 12 mil kilómetros de litoral,
concluyó.