Boletín UNAM-DGCS-774
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 16 de diciembre de 2012


Ignacio Alejandro Figueroa Vargas

           


DESARROLLAN EN LA UNAM PROCESO PARA OBTENER PIEZAS METÁLICAS DE ALTA RESISTENCIA MECÁNICA


• Se encuentra en trámite de patente, informó Ignacio Alejandro Figueroa Vargas, del Instituto de Investigaciones en Materiales
• Se trata de un proceso que, con la incorporación de la solidificación rápida y deformación plástica, permite conseguir materiales con una estructura específica, nanométrica, que no es posible lograr por colada convencional o metalurgia clásica

En el Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, Ignacio Alejandro Figueroa Vargas y su equipo de colaboradores desarrollaron un proceso para obtener piezas metálicas de alta resistencia, en específico, de aleaciones de aluminio, que se encuentra en trámite de patente.

Se trata de un procedimiento que, con la incorporación de la solidificación rápida y la deformación plástica, permite conseguir materiales con una estructura específica, nanométrica, que no es posible lograr por colada convencional o metalurgia clásica.

El científico recordó que el proyecto inició como una necesidad de la industria automotriz de disminuir el consumo de combustible de los autos; al mismo tiempo, reducir la emisión de bióxido de carbono y, en consecuencia, el efecto invernadero en la atmósfera.

Mediante la solidificación rápida (de aproximadamente millón de grados Kelvin por segundo) se obtienen cintas u hojuelas que sirven de base para piezas de mayor dimensión, pero que conservan la misma nanoestructura, expuso el investigador.

En el momento que se hace una muestra de colada, y al solidificar el material, los átomos se agrupan, hasta que esos cúmulos crecen lo suficiente para chocar entre sí y formar fronteras. A eso se le denomina tamaño de grano. Entre más grandes son los “cúmulos”, las propiedades mecánicas se ven afectadas, positiva o negativamente, explicó Figueroa Vargas.

En contraste, la ventaja de este dispositivo es que al momento de solidificar a alta velocidad, se puede obtener un material con una estructura nanocristalina, es decir, con tamaños nanométricos. También puede darse el caso de generar una metálica vítrea o amorfa.

“La idea de este proceso es utilizar varias tecnologías y adaptarlas a una sola. Por ejemplo, las hojuelas se pasan a un triturador y luego a compactación, donde se les da la forma deseada. Luego, se llega al proceso de extrusión como tal, pero con la ventaja de que no se emplea calor. De ese modo, las propiedades originales del material se preservan”.

Este proceso es muy noble, consiste básicamente de una deformación en frío, y podemos trabajar cualquier tipo de metal, explicó el universitario, que estudia el aluminio porque es usado en gran medida en la industria automotriz, pero también piensa probar con aleaciones base titanio, hierro y cobre, entre otras.

Para producir el material se usa generalmente una atmósfera inerte (sin oxígeno), y “realmente podemos emplear cualquiera sin que se oxide”, sostuvo el autor del libro Vidrios metálicos.

Asimismo, indicó que han determinado que el costo de producción de este tipo de materiales podría ser, por lo menos, 25 por ciento menor de los que actualmente se obtienen, pero con la ventaja de tener una alta resistencia mecánica.

Luego de año y medio desde el registro del dispositivo, en abril de 2011, y después de obtener la primera evaluación del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, “iremos de lleno a trabajar con piezas más grandes”.

Ya se ha establecido contacto con representantes de la industria para comenzar pruebas piloto, y existen compañías interesadas en el proceso, anunció el doctor en Ingeniería en Metalurgia y Materiales por la Universidad de Sheffield, Reino Unido.

Sus investigaciones, dadas a conocer en revistas especializadas como Journal of Materials Science, o Materials Transactions, han sido posibles mediante colaboraciones con instancias como la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y otras del Reino Unido y Francia.

De igual manera, en este proyecto se han formado recursos humanos: estudiantes graduados de licenciatura y de maestría, y otros más de doctorado que continúan sus indagaciones.

“Al formar parte de una universidad pública, nuestro fin es que la investigación que se genere en los laboratorios llegue a la población y la beneficie; ése es mi interés”, finalizó.

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Fotos

Ignacio Alejandro Figueroa Vargas, del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM.


Productos obtenidos por procesos metalúrgicos avanzados.