Boletín UNAM-DGCS-773
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 16 de diciembre de 2012


Anahí Chavarría Krauser

           


ESTUDIAN SILIMARINA COMO AGENTE NEUROPROTECTOR EN PARKINSON


• Es un extracto obtenido de la planta Silybum marianum; sus capacidades antioxidante y anti-inflamatoria, son dos de las propiedades que se utilizan como neuroprotectores en ratones inducidos a esta enfermedad

Según datos de la Secretaría de Salud, en México el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en la población, sólo después del Alzheimer, y la cuarta causa de consulta en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.

Ante ello, un grupo de especialistas encabezados por Anahí Chavarría Krauser, investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, estudia el uso de la silimarina (Cardo Mariano) como agente neuroprotector en el manejo de ese padecimiento.

Obtenida de la planta Silybum marianum, es un extracto con capacidad antioxidante y anti-inflamatoria, características que condujeron a los universitarios a considerar ambas propiedades como neuroprotectores en la enfermedad de Parkinson, que presenta una paulatina, pero progresiva pérdida de neuronas en la sustancia nigra.

Anahí Chavarría, quien desarrolla esta investigación en el Edificio de Medicina Experimental de la FM, ubicado en el Hospital General de México, indicó que se conocen otras propiedades benéficas de la silimarina en otras afecciones, tanto humanas como en modelos animales.

“Nos pareció que sus efectos antioxidante y anti-inflamatorio son de interés para explorarse en patologías donde la inflamación y el estrés oxidativo son claves”.

Se conocen varios factores predisponentes a la enfermedad, como la mutación de algunos genes, aunque esta causa sólo explica entre el cinco y 10 por ciento de los casos. “Se conoce que la exposición a ciertas toxinas ambientales, como pesticidas, también podría explicarla”.

La especialista en neuroinmunología explicó que este padecimiento se caracteriza por la pérdida específica de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra del mesencéfalo, lo que ocasiona en las personas afectadas temblor de reposo y dificultad en la marcha, el movimiento y la coordinación. Con la progresión, los pacientes sufren pérdida de autonomía, rigidez muscular, así como problemas de salivación, deglución y constipación, entre otros.

“Probamos este complejo de moléculas en modelo animal (ratón) de la enfermedad de Parkinson, inducido con la neurotoxina MPTP (1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina). Se aplicó la silimarina vía intraperitoneal y se observó que a determinadas dosis conservó los niveles de dopamina en el estriado (entre 29 por ciento y 69 por ciento); disminuyó significativamente el número de células apoptóticas en la sustancia nigra, y conservó en forma importante el número de neuronas dopaminérgicas en esa región del mesencéfalo. Además, no tuvo efectos adversos en los animales control”, indicó.

Ahora, los universitarios se encuentran en proceso de determinar la dosis para su administración oral, necesaria para obtener los mismos efectos que con la aplicación intraperitoneal.

“Estamos por resolver algunas cuestiones de la administración, porque el extracto es liposoluble y no tanto hidrosoluble; es decir, se absorbe con mayor facilidad con grasas. Debemos ver si mejoramos su absorción al administrar junto con un vehículo, como un medio oleoso o micelas”, especificó.

Una vez resuelto ese último aspecto, prosiguió, “podríamos buscar un laboratorio clínico que nos ayude a realizar la parte orientada hacia humanos para demostrar su eficacia neuroprotectora, y de ahí, ofrecerlo a una instancia farmacológica interesada en comercializar este principio activo como un medicamento vía oral, y no como un suplemento alimenticio”, puntualizó.

La planta ya se ha empleado en otras afecciones como las hepáticas, aunque es poco lo que se conoce sobre los mecanismos antioxidantes y anti-inflamatorios. “Con anterioridad, trabajamos silimarina en diabetes tipo I, de ahí surgió la inquietud de aplicarla en otro modelo o padecimiento”.

En este proyecto participan el doctorante José de Jesús Pérez Hernández, de la Facultad de Medicina, y Esperanza García, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.

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Fotos

Anahí Chavarría Krauser, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.