La educación es ofrecer resistencia para que el
que crece como la hiedra, crezca apoyándose en algo, y los
educadores estamos para mostrar a los jóvenes que el mundo
no se inicia con ellos, sino que ya tiene necesidades y exigencias,
con tradiciones, mitos y problemas, afirmó en la UNAM, el
filósofo y escritor, Fernando Savater.
Al ofrecer la conferencia magistral Ética con urgencia,
el doctor honoris causa por esta casa de estudios, consideró
que ésa es una labor complicada y a veces desagradable. Sin
embargo, se debe entender que la primera tarea de una educación
democrática, más allá de la ética, es
crear personas capaces de persuadir y de ser persuadidas; es decir,
deben estar preparadas para expresar a los demás, de una
manera inteligible y argumentada, sus demandas sociales.
También, tienen que ser capaces de comprender la
verdad y las demandas sociales que los otros hacen, porque si somos
impermeables a la persuasión o incapaces de practicarla,
estamos bloqueados para el juego democrático, advirtió
en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
En el evento, moderado por Eduardo Bárzana, secretario
General de esta casa de estudios, el autor de Ética para
Amador aseguró que los seres humanos fundamentalmente
se dividen en creyentes y pensantes. Los primeros se pueden dar
el lujo de creer lo mismo desde la cuna hasta el sudario y, en ese
sentido, pueden ser insobornables.
En cambio, los pensantes evolucionan en su manera de hacerlo,
aceptan las novedades, se equivocan y sacan conclusiones de ello,
y en eso no hay ninguna humillación, al contrario, es un
orgullo porque al cometer errores cambian su pensamiento.
Ésa es la labor de los educadores, debemos enseñar
a preguntar, a atender y entender razones; sin eso, la democracia
y las grandes reflexiones éticas no sirven de mucho, sostuvo
ante alumnos, profesores y funcionarios universitarios.
“Entonces, en el libro Ética con urgencia
lo que quise hacer fue plasmar las preocupaciones de los jóvenes
de mi país en temas como el mundo laboral, la religión,
la política y el uso de Internet, entre otros”, refirió.
Se llama así, precisó, porque a diferencia de Ética
para Amador, que era más atemporal, éste sí
habla de las cuestiones de nuestro tiempo, de cosas que hoy preocupan
a la juventud española.
En esta obra, trato de dar un método, una idea de
cómo afrontar y discutir los problemas, precisar los términos
que se discuten, con la búsqueda de referencias de valor,
y el planteamiento de la idea de que todos vamos en el mismo barco,
detalló.
La lección fundamental de ética es que los
seres humanos están destinados no al cosmos, ni a la humanidad,
sino a nuestros semejantes, y que ellos son nuestra condena y liberación,
apuntó.
En ese sentido, es el intento de buscar los mecanismos,
las instituciones morales y simbólicas, que nos relacionen
mejor con los demás seres humanos. Además de ser racionales,
somos razonables, y ésta es la capacidad de enfrentarnos
a personas; por eso es más difícil ser razonable que
racional, indicó.
Entonces debemos trabajar en la exigencia de ser razonables
para tratar a los sujetos como tales y no como objetos, a nuestra
conveniencia y utilidad, simplemente para sacar provecho de ellos.
Para eso sirve la ética, pues es el intento de desarrollar
nuestra parte razonable frente a la racional y ésa es una
apuesta fundamental porque nuestra vida social y nuestros contentos
mayores, vienen de la relación con los demás, concluyó
Savater.
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