Con el uso de una proteína de gran sensibilidad
y eficiencia, como biomarcador, Norma Araceli Bobadilla Sandoval,
del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), desarrolló
un método diagnóstico que detecta en etapas tempranas
la insuficiencia renal aguda, con lo que se facilita su atención
oportuna.
Esta enfermedad, se caracteriza por la caída transitoria
del flujo sanguíneo renal, que implica la pérdida
rápida de la capacidad de los riñones para eliminar
residuos y ayudar con el equilibrio de líquidos y electrolitos
en el organismo que, a su vez, genera daño tubular que es
reversible, pero que también puede desencadenar insuficiencia
renal crónica, que es irreversible.
Por el desarrollo de este biomarcador, actualmente en trámite
de patente en México y otros países, la química
y doctora en ciencias fisiológicas fue distinguida con el
Premio Canifarma 2012, en el área de Investigación
Tecnológica, galardón que desde 1974 otorga anualmente
la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.
“La distinción, además de ser un honor,
nos da la posibilidad de divulgar esta aportación que hemos
hecho al encontrar un nuevo instrumento que facilita una detección
oportuna de la lesión renal aguda antes de que exista un
daño crónico irreversible”, afirmó Bobadilla,
adscrita a la Unidad Periférica del Instituto de Investigaciones
Biomédicas y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas
y de la Nutrición Salvador Zubirán.
Con este método original, desarrollado totalmente
en la UNAM, nos permitirá crear en colaboración con
una empresa una prueba diagnóstica, consistente en una tira
que, al contacto con una muestra de orina, reacciona y revela la
presencia y el grado de avance del padecimiento.
Actualmente, la afección se detecta en forma convencional
por la elevación de la creatinina sérica, que aumenta
entre 48 y 72 horas después de la lesión renal ha
ocurrido. En contraste, el biomarcador se expresa y se encuentra
en la orina en forma temprana, al iniciar la insuficiencia, lo que
permitirá una atención farmacológica inmediata
para detener el daño.
Proteína que detecta y monitorea
Esto es posible gracias a la actividad de las proteínas
Hsp 72, que la universitaria utiliza como biomarcadores, porque
se induce esta proteína después de un fenómeno
de isquemia (disminución del flujo sanguíneo) o hipoxia
(falta de oxígeno) en los riñones.
“Las proteínas Hsp 72 se pueden detectar en
la orina e indicarnos que el daño al tejido renal ha ocurrido,
como es el caso si se produce una disminución transitoria
del flujo a los riñones”, explicó.
Para comprobar que las Hsp 72 son biomarcadores eficientes,
Bobadilla y sus colaboradores realizaron estudios experimentales
en ratas de laboratorio, en las que midieron el daño causado
por la isquemia durante periodos cortos (de 10 minutos que implican
un daño leve), medianos (de 20 a 30 minutos, moderado), y
largos (de 45 a 60 minutos, severo). Las proteínas fueron
capaces de detectar la severidad del insulto.
Encontraron que entre mayor era el daño por la isquemia,
más Hsp72 se encontraba en la orina, pero que ésta
también estaba presente si el daño era leve. Asimismo,
observaron que este biomarcador permite la la detección temprana
de la lesión, principal objetivo del estudio.
Pruebas en humanos
“Después de estos resultados, la prueba de
fuego fueron los análisis de orina en pacientes que desarrollaron
la afectación renal internados en terapia intensiva del Instituto
Nacional de Nutrición, cuyas muestras se compararon con las
de personas sanas”.
Mientras en estas últimas la proteína Hsp
72 no se detectó, en las enfermas se incrementó la
presencia del biomarcador. Incluso, en tres pacientes graves, dos
de los cuales fallecieron en terapia intensiva, la cantidad de Hsp
72 aumentó hasta 10 veces.
Por lo pronto, el trámite de patente para el método
con el biomarcador Hsp 72 ya se tramita en México, Estados
Unidos, Canadá, varios países de Europa, Japón
y China.
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