Este fin de año, los trabajadores utilizarán
el 44 por ciento del monto de su aguinaldo para el pago de deudas;
25 a la compra de alimentos, y el restante 31 por ciento para servicios
como renta, gas, salud y arreglos del hogar, entre otros, según
el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad
de Economía (FE) de la UNAM.
En el informe Distribución del aguinaldo de
los trabajadores en México 2012, los integrantes del
CAM, David Lozano Tovar, Luis Lozano Arredondo, Jaime Vázquez
y David Moctezuma, refieren que esta prestación será
recibida por 18 millones 180 mil empleados, con impacto directo
o indirecto en 72 millones 720 mil personas. No obstante, 26 millones
de mexicanos en el sector informal no cuentan con esta prestación.
Además, el aumento al salario mínimo resulta
insuficiente para cubrir las necesidades básicas de las familias.
En 1982, era posible adquirir 51 kilogramos de tortillas; en 2012,
sólo pueden comprarse siete con el monto más alto
de esta percepción, equivalente a 63 pesos con 33 centavos
al día.
“Apenas pueden comprar algunos alimentos y pagar
servicios como agua, luz y teléfono. Han tenido que establecer
medidas para hacer rendir sus ingresos, con sacrificio de algunos
bienes y compras de insumos”, indicaron los especialistas.
Aumenta jefatura femenina
El estudio destaca que en los últimos años,
los hogares con jefatura femenina han aumentado, ante la necesidad
creciente de que cada vez más integrantes de los núcleos
familiares se inserten al mercado laboral para hacer frente a las
condiciones económicas. El aumento de la pobreza y los bajos
salarios, han obligado a buscar otras fuentes de ingreso.
En 2008, el 25 por ciento de los hogares eran encabezados
por mujeres, un total de seis millones 705 mil 434. En 2012, se
estima que 29.5 por ciento de las familias están a cargo
de ellas, lo que representa ocho millones 104 mil hogares, de los
cuales cuatro millones 700 mil recibirán aguinaldo este fin
de año.
Para cuidar la prestación, los especialistas recomiendan
dedicar más tiempo a la búsqueda y compra de productos
-de igual o mejor calidad a los que se consiguen con regularidad-
a un menor precio.
Además, reunirse con familiares, amigos, vecinos
o conocidos para comprar en los centros y establecimientos de venta
al mayoreo, distribuir el gasto de acuerdo a las necesidades prioritarias,
y establecer el mejor momento para hacer las compras respectivas.
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