A partir de este viernes, grandes maestras competirán
por el título del Magno Torneo Internacional Femenino, justa
enmarcada en la Segunda Gran Fiesta Internacional de Ajedrez de la
UNAM.
El grupo de 18 participantes, provenientes de 17 naciones,
es encabezado por Olga Aleksandrova, integrante de la selección
española, y Sopiko Guramishvili, de Georgia. En la primera
ronda se enfrentarán divididas en tres grupos de seis integrantes.
La contienda se desarrollará, desde mañana,
en la carpa gigante ubicada frente a la Biblioteca Central, donde
se jugarán en cuatro partidas consecutivas, de 15 minutos,
en todas las rondas. Se sumarán tres segundos al final de cada
una para el movimiento de piezas.
La clasificada como “mejor segunda” en la primera
fase se sumará a las ganadoras de cada grupo para competir
en las semifinales del viernes 23 y sábado 24 de noviembre.
La final será el domingo 25.
Participarán Elena Partac, de Rumania; Iva Nikolova
Videnova, de Bulgaria; Irina Andreyenko, de Ucrania; Nino Maisuradze,
de Francia; Arlette Van Weersel, de Holanda, y Ticia Gara, de Hungría.
También lo harán Guliskhan Nakhabayeva, de
Kazajistán; Nargiz Umudova, de Azerbaiyán; Salome Khazhomia,
de Georgia; Nafisa Muminova, de Uzbekistán; Alexandra Botez,
de Estados Unidos; Lisandra Ordaz y Sulennis Piña, de Cuba;
Yelizaveta Orlova, de Canadá; Aurora Stella Esquivel, de México,
y María José Toro, de Chile.
Fortaleza y emoción
En conferencia de medios, las participantes coincidieron
en la importancia de inculcar el gusto por el ajedrez desde edad temprana
e incluirlo en los contenidos educativos desde niveles básicos,
y señalaron que el género sí marca una diferencia,
pues al menos en este ámbito hay más hombres que mujeres.
Al respecto, Lisandra Ordaz, de Cuba, señaló
que ellos dedican más tiempo a la preparación física,
lo que podría explicar sus resultados en torneos que exigen
seis o siete horas. “Alrededor de la quinta ronda, el agotamiento
es más visible en las competidoras. A partir de la tercera
hora de las partidas, los varones tienen más fortaleza y aprovechan
nuestros errores”, explicó.
La holandesa Arlette Van Weersel expuso que el problema no
es la fuerza, sino la falta de oportunidades. La realidad es que existen
menos jugadoras en el mundo y el número de torneos femeninos
es reducido. Si muchas niñas acuden a este torneo, se motivarán,
lo que podría detonar la organización de más
justas internacionales para nosotras, aseguró.
A su vez, Ticia Gara, campeona húngara, recordó
la iniciativa de László Polgár, para formar a
sus hijas Zsuzsa, Sofia y Judit como profesionales, lo que demuestra
que las mujeres pueden ser tan hábiles como cualquiera, señaló.
Leontxo García, periodista español especializado
en el tema, refirió los resultados de un estudio realizado
en Estados Unidos que muestran que los hombres, al ganar una partida
complicada, sienten un disparo de testosterona similar al de un paracaidista
al saltar de un avión.
“Si tenemos en cuenta que ellas producen una menor
cantidad de la hormona, podríamos deducir que los varones reciben
una recompensa más grande, lo que los haría más
competitivos”, concluyó.