• Guillermo Boils, del Instituto de Investigaciones Sociales,
señaló que los reordenamientos provocan caos al hacer
que la gente se mude a las periferias, pero que tiene sus centros
laborales en la zona central del Distrito Federal
El crecimiento de las metrópolis está
asociado a desarrolladoras inmobiliarias, lo que repercute en viajes
origen-destino y en que los habitantes inviertan más tiempo en
trasladarse de su casa al trabajo, comentó Guillermo Boils Morales,
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, en el Seminario
Internacional Ciudades de México, Brasil y Argentina: Procesos
y Actores Urbanos, organizado por el Programa Universitario de Estudios
sobre la Ciudad (PUEC).
Los promotores en este rubro, detalló,
buscan suelos baratos, en su mayoría agrícolas, localizados
a varios kilómetros de las ciudades, y con ello contribuyen a
su crecimiento. “La redistribución de poblaciones centrales
a la periferia es común en el mundo, pero en México se
hace sin planeación ni ordenamiento”, añadió.
De ahí que el Centro Histórico
quede vacío por las noches, pues las personas no viven en él,
sólo trabajan y les toma al menos un par de horas volver a sus
domicilios. “Las constructoras adquieren terrenos agrícolas
para sembrar casas”.
Lo anterior está en íntima relación
con el uso intensivo de vehículos particulares y la nula promoción
del transporte público, de ahí que las vías terrestres
de las ciudades conectadas a la periferia se saturen.
96 entidades locales
En representación de un proyecto colectivo,
Sergio Flores Peña, de la licenciatura en Urbanismo, señaló
que la mancha urbana metropolitana se integra por 96 entidades del Distrito
Federal, Estado de México e Hidalgo.
Son las 16 delegaciones políticas del
DF, además de 80 municipios, 59 de ellos mexiquenses y 21 hidalguenses.
En este polígono radican 21 millones de personas, nueve millones
en la capital del país, 11 en el Estado de México y un
millón en Hidalgo, según datos del INEGI y censos de población
del año 2010.
Lo anterior, detalló, se relaciona con
cuestiones ambientales como pérdida de suelo, crecimiento irregular,
insuficiencia de áreas verdes y carencia de políticas
integrales para proteger espacios de conservación.
Carmen Valverde, del posgrado de Urbanismo
UNAM, presentó parte de un proyecto en el que intervienen otras
instituciones educativas en vinculación con el Programa Pueblos
Mágicos.
Desde el inicio del proyecto federal, en 2001,
a septiembre de 2012, se han registrado 62 asentamientos. En ese periodo
algunos han perdido su condición por diversas razones, aunque
pueden recuperarla, como sucedió con Tepoztlán, Mexcaltitán
y Papantla; Pátzcuaro estuvo a punto de salir del listado por
su comercio ambulante sin control.
Entre los requerimientos para formar parte
del programa está tener una población base de 20 mil habitantes
(aunque esto no siempre se cumple) y estar a no más de 200 kilómetros
o dos horas por vía terrestre de una población en condiciones
de recibir al turismo.
Mejoramiento de barrios
Arturo Mier y Terán, del posgrado en
Urbanismo, habló del mejoramiento de barrios en la Ciudad de
México y puso como ejemplo a la delegación Álvaro
Obregón.
De mil 800 barrios capitalinos con cierto índice
de informalidad o carencias, que cada año entran en concurso
para que se les otorguen recursos financieros para mejorar su entorno,
apenas 700 lo consiguieron en un periodo de tres años.
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