• Las fallas en el servicio ocurren, en su mayoría,
a este nivel. Para modernizarse, se requiere instalar circuitos
subterráneos y automatizar, consideró Jacinto Viqueira
Landa, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM
Aunque se dispone de una reserva de generación
de electricidad alta y una red de transmisión adecuada, en México
es necesario invertir en la distribución de energía eléctrica,
aseguró Jacinto Viqueira Landa, profesor emérito de la
Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM.
En la Ciudad de México, las interrupciones
en el servicio ocurren, en su mayoría, por desperfectos en las
líneas de mediana tensión, ocasionados por la caída
del tendido. Los recursos para su modernización deben invertirse,
principalmente, en la instalación de circuitos subterráneos,
lo que significaría la mejora en el suministro, además
de automatizar el sistema de distribución, recomendó en
el marco del Año Internacional de la Energía Sostenible
para Todos.
Instalación subterránea
Viqueira Landa recordó que uno de los
primeros sistemas subterráneos para urbes, conocidos como redes
automáticas, fue instalado en el Centro Histórico del
DF, con una capacidad de seis mil volts, sustituido posteriormente por
uno de 23 mil.
Con los años, fue necesario ampliarlo
a otras zonas para garantizar el suministro. Actualmente, su capacidad
está sobrecargada por la gran demanda de los usuarios, lo que
genera un gran número de fallas. El sistema ha afrontado el incremento
en el consumo de electricidad en generación y transmisión,
aunque presenta problemas en la distribución, precisó.
La automatización representa la mejor
alternativa para mejorar el servicio, por ejemplo, con la lectura de
los medidores a control remoto y la introducción de tecnologías
digitales, entre otras modificaciones, detalló.
Red eléctrica
El país cuenta con reservas de generación
de electricidad de alrededor del 40 por ciento, y dispone de una red
de transmisión constituida por líneas de 400 KV y 230
KV, con una longitud de casi cinco mil kilómetros, que abarca
el territorio nacional, desde la frontera con Estados Unidos, hasta
los límites con Guatemala, alimentada por plantas hidroeléctricas,
termoeléctricas y de ciclo combinado.
Éstas representan la alternativa más
reciente para generar electricidad y funcionan con gas natural. El costo
del energético, refirió, está a la baja, al obtenerse
de yacimientos no convencionales, como rocas de esquisto, formaciones
geológicas con reservas que pueden superar en cantidad a las
probadas en el planeta.
El recurso generado en las de ciclo combinado
debe complementarse con la aportación de las hidroeléctricas.
Al ser más flexibles en su operación permiten controlar
mejor el sistema eléctrico, expuso Jacinto Viqueira.
Más del 90 por ciento del territorio
nacional cuenta con suministro. La red está en condiciones aceptables
y sólo requiere algunas líneas de transmisión;
por ello, los recursos destinados a este sector deben canalizarse a
mejorar la distribución, concluyó.
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