• Los colegios electorales de California, Texas, Nueva York
y Florida tendrán un papel decisivo, consideró en
la UNAM Bruce Bagley
Una situación similar a la que vivió
el vecino país del norte en el 2000, donde la intervención
de la Suprema Corte fue determinante, podría presentarse en las
elecciones del próximo 6 de noviembre: definir la reelección
del candidato demócrata o la victoria del republicano, se aseguró
en el seminario Elecciones en Estados Unidos: dilemas del futuro
entre Obama y Romney, en el Centro de Investigaciones sobre América
del Norte (CISAN).
En los albores del presente siglo, Bush hijo
perdió la votación general con margen de medio millón
de votos, aunque ganó Florida por 500 sufragios, y gracias a
la determinación de la Suprema Corte de Justicia, fue presidente.
Raúl Benítez, del CISAN, consideró
que las propagandas presidenciales de los dos candidatos deben ser más
sofisticadas, porque hoy día el electorado es más educado.
De Ohio en particular, dijo que está
en disputa, aunque la votación es favorable al actual mandatario,
por 18 sufragios. Florida tiene 29 votos electorales; el 2 de noviembre
del año 2000 la situación cambió, lo que abrió
las puertas de la Casa Blanca a Bush hijo, gracias al sistema indirecto.
Bruce Bagley, de la Universidad de Miami, desestimó
que las elecciones sean un parteaguas por la polarización que
existe y las pocas variaciones en la última década, aunque
será estrecho el margen de victoria. La polarización,
detalló, obedece al contexto internacional, a la transición
de Estados Unidos en el mundo globalizado.
En la Sala de Seminarios del CISAN, señaló
que alrededor del 80 por ciento de hombres blancos mayores de 40 años,
con estudios que no superan la educación media, se inclinan por
Romney, y muchos de ellos, conforman grupos antiinmigrantes.
Los reportes de septiembre, indican que el
98 por ciento de las contribuciones para Obama, fueron de 100 dólares
o menos, hechas por trabajadores o personas de la clase media.
Bagley habló del rol que desempeñará
el colegio electoral en cuatro estados, y que puede ser definitivo:
California, Nueva York, Texas y Florida. Los dos primeros muestran simpatía
por Obama; el tercero tiene voto republicano, en gran parte gracias
al gobernador Rick Perry, y al último se le considera volátil,
pues frecuentemente cambia en las encuestas.
Otros estados de la Unión Americana,
dijo el especialista, influirán especialmente, como Ohio, Virginia,
Pensilvania, Minnesota y Wisconsin. También Utah, donde entre
80 y 85 por ciento de la población está a favor de Romney,
por tratarse de la sede de la iglesia mormona, practicada por el candidato.
Como pasó en Florida en 2000, apuntó,
esta vez la definición podría recaer en Ohio, estado visitado
hasta en 30 ocasiones por Obama.
Política local
Por su parte, José Carreño Figueras,
del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
subrayó que la política en el vecino país del norte
es eminentemente local; las elecciones, y el aparato electoral, es el
ejemplo más acabado.
Se trata, dijo, de 50 elecciones estatales
para conformar el colegio electoral, con un sistema descentralizado
con más de cuatro mil 600 jurisdicciones.
En 1976, Jimmy Carter y su rival Gerald Ford,
recibieron alrededor de 30 millones de dólares de fondos del
Estado cada uno, a fin de financiar sus campañas electorales.
En 2008, Obama decidió no recibir 200 millones de dólares,
pues limitaba sus posibilidades de gastos. Este año, ese mismo
rubro, ronda los mil 900 millones de dólares.
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