• La inversión destinada a la superación de
la pobreza del 2000 al 2012, equivale a 2.7 billones de pesos, y
aunque ha habido un esfuerzo, el resultado es muy desalentador,
dijo el rector de la UNAM
La reforma estructural que requiere el país
debe, primordialmente, revisar los cientos de miles de millones de pesos
que se destinan para combatir la pobreza, planteó José
Narro Robles, rector de la UNAM, al inaugurar el Seminario Cambio
estructural para la desigualdad: una visión integrada del desarrollo,
lectura desde México.
Esta transformación debe hacerse desde
una perspectiva diferente, integral y para las personas, más
que enfocado a instituciones o programas, estableció.
En el auditorio Jesús Silva Herzog
del Posgrado de la Facultad de Economía (FE) de esta casa
de estudios, consideró que el modelo económico actual
ya dio lo que tenía que dar. Por ello, es necesario hacer modificaciones,
y la principal es poner lo social en el centro de la atención.
Para qué queremos ser la economía
número 12 ó 13 del mundo, si no es para que nuestra población
viva mejor; es decir, que tenga las condiciones de salud, empleo, vivienda,
participación e inclusión que debiera, y no tiene, precisó.
La inversión que el país ha hecho
para la superación de la pobreza del 2000 al 2012, en 13 ejercicios
presupuestales, a precios constantes, equivale a 2.7 billones de pesos,
y aunque ha habido un esfuerzo, el resultado es desalentador.
Esto habla de que algo no está bien.
Tan sólo en 2012, se destinaron 317 mil millones a 130 programas,
y hay 12 organismos federales que tienen asignados esos recursos, los
tres más importantes son las secretarías de Desarrollo
Social, Salud y Educación, que absorben el 50 por ciento de los
mismos, precisó.
De ahí que sea un acierto que la Facultad
de Economía y el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo
se preocupen por realizar eventos de esta naturaleza, que aportan evidencias,
datos, argumentos y propuestas para que en el país se combata
la desigualdad y la pobreza, puntualizó.
En su oportunidad, Leonardo Lomelí Vanegas,
director de la FE, aseveró que en México la desigualdad
ha sido uno de los mayores estigmas que han lacerado nuestro cuerpo
social, “ni siquiera las grandes revoluciones sociales en nuestra
historia han bastado para revertirla”.
En ese sentido, explicó, el propósito
del Seminario es analizar y discutir el documento Cambio estructural
para la desigualdad: una visión integrada del desarrollo, presentado
en el XXXIV periodo de sesiones de la Comisión Económica
para América Latina y El Caribe (CEPAL), que profundiza las propuestas
que ya adelantaba este organismo en el texto: “La hora de la igualdad.
Brechas por cerrar, caminos por seguir”, donde pone en el centro
de la discusión el tema.
En el documento que hoy nos ocupa, apuntó,
la Comisión da un paso adelante al proponer políticas
macroeconómicas y sectoriales concretas para impulsar una transformación
económica que tenga como objetivo avanzar hacia sociedades más
igualitarias.
Persistir en las mismas estrategias que condujeron
a la crisis sólo puede llevarnos a un mayor estancamiento económico
con costos sociales que ya no podemos soportar, menos aún en
países como México, que enfrentan desafíos demográficos
de gran envergadura, advirtió.
En tanto, Alicia Bárcena, secretaria
Ejecutiva de la CEPAL, aseguró que situar a la igualdad como
horizonte de una nueva visión integrada del desarrollo, requiere
articular políticas industriales, macroeconómicas, sociales
y ambientales, encaminadas a lograr un crecimiento sostenido a tasas
elevadas, con generación de empleos de calidad.
En conferencia magistral, subrayó que
el cambio estructural implica una ruptura con el paradigma imperante
en las últimas décadas, y coloca a lo económico,
productivo, social y a la sostenibilidad ambiental, al mismo nivel.
En la inauguración estuvieron David
Ibarra, doctor honoris causa por la UNAM, y Hugo Beteta, director
de la sede subregional de la CEPAL.
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