• Daniel Adriano Silva Manzano, egresado de esta casa de estudios,
fue uno de los 10 científicos latinoamericanos que la obtuvieron
Daniel Adriano Silva Manzano, egresado de esta
casa de estudios, fue uno de los 10 científicos latinoamericanos
que obtuvieron la beca Pew de Ciencias Biomédicas 2012,
otorgada por la Fundación Benéfica Pew (The Pew Charitable
Trusts).
Con la subvención, trabajará
durante los próximos dos años en el laboratorio de David
Baker, investigador de la Universidad de Washington en Seattle, Estados
Unidos, y líder en el campo del diseño de proteínas
con más y nuevas funciones, de las que actualmente se registran
en los seres vivos.
Silva Manzano es egresado de la licenciatura
en Investigación Biomédica Básica de la Facultad
Medicina (FM), y del doctorado en Ciencias Bioquímicas, de esa
misma entidad y de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM; además,
colaboró en el Departamento de Bioquímica de la FM.
El especialista en estructura molecular de
las proteínas, explicó que cada año, durante dos,
la fundación Pew Charitable Trusts donará los recursos
para pagar parte de su salario posdoctoral.
Además, los beneficiados se reúnen
cada año para exponer y discutir los avances en los trabajos
de investigación. Al finalizar, se ofrece la posibilidad de un
bono, destinado a cubrir parte de los gastos para iniciar un grupo de
investigación independiente en una institución académica.
Si bien es por dos años, cabe la posibilidad,
si se requiere, de extenderla uno más, previo acuerdo con el
asesor y la Fundación Pew. En mi caso, la “utilizaré
para cubrir mi manutención en Seattle, mientras dure mi estancia
en el laboratorio de David Baker”.
Silva explicó que en los últimos 15 años ese laboratorio
ha desarrollado una plataforma teórica-computacional, llamada
Rosetta, que sirve para el estudio y diseño de la estructura
y función de las proteínas. Esta herramienta computacional
es muy poderosa, pero aún está en desarrollo y existe
mucho por mejorar o implementar, como su eficiencia para generar diseños
funcionales, que hoy es muy baja.
Por ello, recalcó, “mi trabajo
consistirá en mejorar la capacidad de diseño de Rosetta,
mediante la incorporación de información proveniente de
simulaciones computacionales de la dinámica molecular de las
proteínas”.
Con la subvención, el universitario
espera avances en su preparación académica. Mi formación
científica temprana fue experimental, sin embargo, gracias a
Alejandro Sosa, de la FM, desde mi tesis de licenciatura desvié
mi atención hacia los estudios teórico-computacionales
de la estructura de las referidas macromoléculas de aminoácidos.
“Debido a esta combinación, pude
apreciar que en la mayoría de los casos hay un hueco enorme en
la manera como investigadores teóricos y experimentales abordan
los mismos problemas. De hecho, hay escepticismo de algunos grupos experimentales
que piensan que los estudios teóricos de las proteínas
son muy tempranos, y que no hay la posibilidad de conciliarlos con los
observables experimentales”.
El laboratorio de Baker es uno de los pocos
en los que la combinación teórico-experimental se ha dado
de manera exitosa desde hace varios años. “En esta estancia
espero consolidar mis conocimientos para generar avances científicos
que permitan reducir esa brecha”.
Al recibir la beca, Silva Manzano consideró
que la UNAM es, para muchos de sus alumnos y ex alumnos, una segunda
casa, donde esa búsqueda insaciable por el conocimiento encuentra
alimento.
“Me ofreció la oportunidad única
de formarme profesionalmente sin pedirme nada a cambio, a excepción
de mi compromiso. Me proporcionó maestros excepcionales, un ambiente
rico en cultura, y me acercó a compañeros con intereses
afines, con quienes pude aprender y crecer. Los recursos que puso a
mi alcance fueron invaluables y siempre de primer nivel”, concluyó.
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