• Además de vigilar el cumplimiento de la legislación
vigente, deben promoverse contenidos desde el nivel escolar básico,
sustentados en la responsabilidad y el respeto, sostuvo José
Manuel Berruecos Villalobos, profesor emérito de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM
• Con motivo del Día Mundial de los Animales, que se
conmemora este 4 de octubre, aludió a la necesidad de garantizar
un trato humanitario a las especies que sirven de alimento como
reses, cerdos y gallinas
Para asegurar un trato digno a los animales
se requieren estrategias educativas, desde el nivel básico, que
promuevan valores como el respeto y la solidaridad. Además de
vigilar el cumplimiento estricto de la Ley de Protección Animal,
la educación sustentada en valores es fundamental, planteó
José Manuel Berruecos Villalobos, de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
La instrucción es imprescindible para
erradicar, por ejemplo, mitos sobre los efectos de la esterilización
de perros y costumbres negativas que tienden a la crueldad. Desde la
primaria debería enseñarse que tener una mascota es una
responsabilidad y no un pasatiempo. “Entre más educado
un pueblo, más respeta a estos seres”, afirmó.
El profesor emérito también aludió
a la necesidad de garantizar un trato humanitario a los que son producidos
en granjas, como vacas, cerdos y aves, la mayoría, en condiciones
deplorables, y al ganado sacrificado con tratos crueles en rastros,
expuso en ocasión del Día Mundial de los Animales.
Ante una creciente demanda de alimentos, las
tareas de estos establecimientos deben guiarse con criterios humanistas,
establecer mejores condiciones de vida a los animales de producción
y evitar su maltrato, puntualizó el investigador, galardonado
con el Premio Universidad Nacional en Ciencias Biológicas y de
la Salud en 1998.
Esta fecha, expuso, es un llamado de conciencia
contra el maltrato. En la facultad, los estudiantes aprenden que esto
se contrapone a los principios éticos de cualquier persona y,
en específico, del veterinario zootecnista. Por ello, en el plan
de estudios de licenciatura se incluye, en el primer semestre, la asignatura
de Bioética.
Además, es indispensable conocer el
comportamiento de estas criaturas para determinar si viven en condiciones
adecuadas o si padecen dolor o estrés, y tratar de evitárselos.
Por ejemplo, si un tigre en cautiverio camina
de un lado a otro, demuestra su incomodidad, no lucimiento ante el público,
y si un gorila se estrella contra las paredes de acrílico de
su encierro, exhibe su enojo. En estos casos, los especialistas ofrecen
alternativas para solucionar sus molestias, con respeto a su integridad,
precisó.
Mascotas, una responsabilidad
Norvack vive desde hace siete años con las personas que lo consideran
un integrante más de la familia. Fue el único de una camada
de seis cachorros que sobrevivió a la falta de cuidado, maltratos
y crueldad de los dueños de un negocio dedicado a la venta de
mascotas.
Aún con un golpe en la cadera, no sufrió
abandono, como sucede con la mayoría de perros regalados o comprados
a pocos días de su nacimiento para después ser, prácticamente,
dejados a su suerte en las calles. Esta realidad, frecuente en bazares
y mercados de las ciudades, se contrapone al sexto artículo de
la Declaración Universal de los Derechos del Animal, que refiere:
“El abandono es un acto cruel y degradante”.
Además, estas criaturas constituyen
una problemática, al agruparse en jaurías, ser portadores
de enfermedades como la rabia y defecar al aire libre. Para solucionar
el problema no basta con las campañas de esterilización
o vacunación, las personas deben comprender que no se trata sólo
de alimentarlos con sobras, sino de asumir la responsabilidad de su
cuidado.
Jornada mundial
El experto recordó que los orígenes
de la conmemoración se remontan a 1929, año en que la
Organización Mundial de Protección de los Animales impulsó
iniciativas para evitar el sufrimiento en exceso de estas especies.
Dos años después en Florencia, Italia, se organizó
una convención de ecologistas, con la finalidad de alertar acerca
de la difícil situación de las consideradas en peligro
de extinción.
En 1978, la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó
la Declaración Universal de los Derechos del Animal, posteriormente
adoptada por la Organización de las Naciones Unidas.
En la primera década del siglo XXI,
en Inglaterra se integró un movimiento ciudadano orientado a
establecer el Día Mundial de los Animales, que actualmente es
celebrado cada 4 de octubre, en la misma fecha de la fiesta de Francisco
de Asís, su santo patrón.
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