• Su flexibilidad y capacidad para almacenar energía
con el uso de agua la hacen competitiva y compatible con otras fuentes,
como la solar y la eólica, destacaron expertos en el Primer
Foro Internacional “Dr. Jorge Carpizo” sobre Energía,
que realiza la UNAM
La energía hidráulica, también
llamada hidroenergía, es una forma de generación eficiente
y competitiva, que posibilita la integración con otros sistemas
sustentables, como el solar y el eólico, señalaron expertos
en la etapa final del Primer Foro Internacional “Dr. Jorge Carpizo”
sobre Energía y Renovación de Políticas Públicas
para el Desarrollo Sustentable, la Eficiencia y la Transición
Energética, que se realiza en la UNAM.
Es renovable, genera el 2.3 por ciento de la
energía primaria en el mundo, y el tres por ciento en México,
cifras que deberían aumentar para afrontar el cambio climático
y la crisis alimentaria que se avecina en el planeta, consideró
Fernando J. González Villareal, investigador del Instituto de
Ingeniería (II) de esta casa de estudios.
En la sesión Energía Hidráulica,
moderada por Gonzalo López de Haro, secretario General de la
Facultad de Ingeniería (FI), González Villareal dijo que
actualmente 150 países la producen en instalaciones de diversos
tamaños y capacidades. Recordó que en México el
sector tuvo un impulso importante en la década de 1960, pero
decayó con el auge petrolero de los 80. Ahora, las presas El
Cajón (en Nayarit) y La Yesca (entre Nayarit y Jalisco) representan
un resurgimiento.
Para impulsar la transición, añadió,
se necesita diversificar y aumentar las renovables, mayor eficiencia
del sector hidráulico, inversión pública y privada,
reducción de impactos ambientales y sociales, así como
una planeación que considere los efectos del cambio climático.
Jacinto Viqueira Landa, profesor emérito
de la FI, precisó que la fuente hidroeléctrica contribuye
con 17 por ciento de la producción de electricidad en el mundo.
América del Norte y Europa aprovechan regionalmente el 80 por
ciento de su potencial, pero África sólo lo hace en un
tres por ciento.
“Al almacenar agua se utiliza un recurso
local para generar energía térmica. Las plantas son flexibles
en su operación y tienen una respuesta rápida a emergencias.
Además, las fuentes solar y eólica pueden favorecerse
al ser apoyadas con este sistema”, recalcó.
Noruega, apuesta hidráulica
Aanund Killingtveit, profesor de la Universidad
Noruega de Ciencia y Tecnología, relató que en ese territorio
cuentan con mil 250 plantas hidroeléctricas, que son el eje energético
y producen 90 por ciento de la electricidad local. De ellas, 300 son
de gran tamaño.
Ante la necesidad de contender con el cambio
climático mediante tecnologías limpias, desde hace algunos
años esa nación desarrolla centros de investigación
amigables, donde las fuentes hidroeléctrica, eólica y
solar funcionan como un poder integrado. “La primera tiene la
posibilidad de almacenarse, es eficiente, mantiene plantas termales
en niveles óptimos y se integra con otras. Por ello es una excelente
opción en la transición energética”.
Por su parte, Marthinus Smuts Basson, consejero
global en infraestructura de la empresa HATCH, de Sudáfrica,
definió a la hidroelectricidad como un catalizador clave para
admitir otras fuentes renovables, que tiene la ventaja de almacenar
por bombeo.
“Hay oportunidades para mejorar la optimización,
pero se necesita un enfoque integrado de las renovables. La más
controlada y capaz de almacenar con gran eficiencia es la hidroeléctrica”.
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