• La obtenida por la vía nuclear es un millón
de veces más grande que otras, pero enfrenta problemas de
seguridad, altos costos y rechazo social, reconocieron expertos
en el Foro Internacional “Dr. Jorge Carpizo” sobre Energía,
que realiza la UNAM
Equilibrar las diferentes fuentes de energía
disponibles en el mundo es una opción para competir, a futuro,
con los combustibles fósiles y reducir su consumo, plantearon
expertos en el Foro Internacional “Dr. Jorge Carpizo” sobre
Energía y Renovación de Políticas Públicas
para el Desarrollo Sustentable, la Eficiencia y la Transición
Energética, que organiza la UNAM.
Ramón Gavela González, director
del Departamento de Energía del Centro de Investigaciones Energéticas,
Medioambientales y Tecnológicas de España, destacó
que la energía sostenible depende de tres factores: competitividad
(suficiente disponibilidad de recursos y precios competitivos), seguridad
del suministro (recursos gestionables, dependencia energética
y estabilidad política) y respeto en la canalización (impacto
aceptable y riesgos asumibles), con un eje transversal de equidad.
En la sesión Energía nuclear,
moderada por José Julio Emilio Herrera Velázquez, del
Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), de esta casa de estudios, Gavela
González señaló que “se requiere un uso óptimo
y moderado de todas las opciones, pues ninguna cumple a cabalidad esas
características. Por ello, no será fácil prescindir
de los fósiles y la energía nuclear se precisará
para cubrir el hueco que dejarán los hidrocarburos”.
Para resolver el problema, acotó, se
necesita eficiencia, ahorro, captura y almacenamiento de dióxido
de carbono, gas natural y energías renovables, entre otras.
“Estas últimas son parte importante
de la solución, pues están repartidas en los países
menos desarrollados, son muy abundantes, causan poco daño ambiental
y un impacto social positivo. Pero sus costos son altos, no son muy
eficientes, están dispersas y requieren mucho terreno disponible”.
Mientras, la nuclear enfrenta problemas de seguridad, altos costos y
rechazo social.
Francia, impulso nuclear
Bertrand Barré, profesor emérito
del Instituto Nacional de Ciencias y Técnicas Nucleares de Francia,
relató que en ese país la energía se genera de
diversas fuentes: 50 por ciento fósil, 40 nuclear y 10 por ciento
renovables. “Nuestro modelo equilibra la generación y el
uso”.
El éxito francés en el uso de
la nuclear se debe a que la produce una empresa nacional, con una estandarización
completa. “Existen 58 plantas del mismo tipo, lo que garantiza
la especialización de los trabajadores, que van de una a otra
con igual modelo. Tenemos experiencia en el cuidado del proceso, vital
para garantizar la seguridad”.
En términos económicos y ambientales,
prosiguió, la nuclear es una fuente positiva si se sabe manejar.
“Desde hace 30 años en Francia no se subsidia, y ya se
trabaja en la tercera generación de plantas rediseñadas
para que la radiactividad quede contenida en caso de accidente, lo que
implica que no se necesitan evacuaciones si hay fallas”, explicó.
Eficiencias y accidentes
La energía obtenida por esta vía
es un millón de veces más grande que la lograda por otras
fuentes, planteó Juan Eibenschutz Hartman, director general de
la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas de México.
“Los combustibles fósiles como
gas, carbón y petróleo producen un electrón-volt,
y la nuclear genera del orden de un millón de electrón-volts.
Por eso hay que usarla”, recomendó.
La crisis ambiental, centrada en el cambio
climático, obliga a emplear todas las fuentes. “No hacer
uso de las alternativas puede conducir a escasez, guerras y un cataclismo
de dimensión planetaria. La nuclear puede sustituir a los combustibles
fósiles, pero lo conveniente es hallar una matriz variable y
flexible, para garantizar el suministro y encaminarse hacia una solución
menos dañina para el ambiente”.
En tanto, Carlos Bravo, biólogo español,
planteó que el seis por ciento de la energía primaria
mundial proviene de la fuente nuclear, pero disminuye desde hace 10
años. “El declive (que se ha ubicado en 435 plantas, 429
de ellas en funcionamiento) apunta a la falta de seguridad y la liberación
de sustancias radiactivas, que han generado accidentes como los de Chernóbil,
en Ucrania, y Fukushima, en Japón.
El especialista en energía nuclear argumentó
que ésta enfrenta costos enormes para enfrentar riegos, y que
el mercado mundial se dirige a opciones limpias como la solar, eólica
y geotérmica.
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