• Esta recesión
puede afectar a la comunidad europea e incluso a China y Estados
Unidos, señaló Víctor Valdivia, colaborador
del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas
de la Facultad de Economía de la UNAM
Aunque España recibe apoyo y financiamiento
de la Unión Europea, su crisis puede afectar su entorno e impactar
en economías como la estadounidense e incluso la china, advirtió
Víctor Valdivia Moreno, del Centro de Estudios Financieros y
de Finanzas Públicas (CEFI) de la Facultad de Economía
de la UNAM.
En charla con alumnos realizada en el Aula
Magna Jesús Silva Herzog de la FE —y en compañía
de Santiaga Ánima Puentes, del Centro de Estudios Económicos
de la Unión Europea-México—, hizo un recuento de
los momentos clave que detonaron la actual crisis económica y
social en la península ibérica.
La “crisis del ladrillo”, como
se le conoce, comenzó en la década de los 90 y creció
como bola de nieve. Los actuales signos apuntan a que tomará
años encontrar un equilibrio o salida a este fenómeno.
Si hay una constante en el capitalismo son
las recesiones, y lo que ahora sucede en España —como en
otras naciones de Europa— no es más que una manifestación
cíclica. El auge de la construcción en la capital, Madrid,
y otras ciudades como Barcelona, propiciaron el aumento de precios de
los inmuebles.
Concentrados en la construcción y sin
diversificarse, actualmente la caída en el PIB es de 5.70, situación
que provocó que dos millones 800 mil personas quedaran sin empleo
y que 35 por ciento de los extranjeros regresaran a sus países
de origen por falta de oportunidades laborales.
Valdivia subrayó que en economía
siempre hay avisos, pero los españoles desoyeron las recomendaciones
formuladas por organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. El desinterés por invertir en investigación
y desarrollo fue otro factor que contribuyó a empeorar la situación
ibérica.
Al dejar de producir, España no pudo
comprar productos a Alemania, Francia y otras naciones, lo que se tradujo
en que, actualmente, 70 por ciento de jóvenes de entre 16 y 19
años estén desempleados (la mitad de quienes tienen entre
20 y 24 años y una tercera parte de los que están entre
25 y 29 se encuentran en esa condición).
En el país europeo siete de cada 10
personas están sin trabajo; en México, son cinco de cada
decena.
Cambios de gobierno
En 2008, el gobierno español pretendió
salir de la crisis, pero no pudo. Con el cambio en la presidencia, se
han instrumentado acciones para enfrentar la recesión, como una
reforma laboral para disminuir el paro, recorte de derechos a los trabajadores,
ajustes generalizados al sector público, disminución del
número de empresas estatales y modificaciones en sanidad y educación.
No obstante, la situación no mejora
y para el siguiente año anuncian un nuevo incremento del IVA,
del 18 por ciento actual a 21. Además, en julio pasado el Consejo
de Ministros aprobó otro paquete de medidas, como la disminución
del 60 al 50 por ciento de la base reguladora del seguro de desempleo,
a partir del séptimo mes de prestaciones.
Alemania, tercera potencia económica
mundial, ha contribuido al rescate español en el plano financiero
y ha sugerido medidas como fomento al ahorro, recorte en presupuestos
y saneamiento de cuentas.
Sin embargo, la salvación de España
al estilo germano tiene un alto costo e implica muchos despidos, como
pasó en Grecia. Por ello, la Comunidad Valenciana solicitó
ayuda para pagar sus deudas, y tres días después, siguieron
el ejemplo las regiones de Murcia y Cataluña, y se prevé
que las municipalidades autónomas de Castilla-La Mancha, Baleares,
Canarias y quizá Andalucía necesitarán algún
tipo de apoyo.
Ante ese panorama, Estados Unidos muestra preocupación
y también debería hacerlo México, pues su economía
está ligada a la del vecino del norte, añadió el
economista.
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