• Se trata de frecuencias
entre 0 y 60 Hz, cuyas perturbaciones indican el estado de
actividad del Sol y el clima, explicó Blanca Mendoza,
integrante del Instituto de Geofísica y responsable
del proyecto en México
• Fue en colaboración con el Instituto de Geofísica
y Astronomía del Ministerio de Ciencia y Tecnología
de Cuba
La Universidad Nacional, en colaboración
con el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) del Ministerio
de Ciencia y Tecnología de Cuba, cuenta con una de las dos únicas
estaciones para el registro de resonancias Schumann en América
Latina, informó Blanca Mendoza Ortega, integrante del Instituto
de Geofísica (IGf) de la UNAM y responsable del proyecto en México.
Está ubicada en el Observatorio de Centelleo
Interplanetario de Coeneo (MEXART), en la unidad Michoacán del
IGf, y sus antenas miden frecuencias de entre 0 y 60 Hz, cuyas perturbaciones
indican el estado de actividad del Sol y el clima en el planeta. Además,
existen publicaciones que analizan su posible relación con la
incidencia de algunas enfermedades, como infartos al miocardio y cuadros
relacionados con la presión arterial. Su medición constituye
una herramienta útil para estudiar estos aspectos, explicó.
El equipamiento es el único en su tipo
en la región México, Centroamérica y el Caribe.
Al comprobarse la calidad de los datos obtenidos, el proyecto se integraría
a la red mundial de estaciones dedicadas a medir este parámetro,
adelantó la también coordinadora de la Red Universitaria
del Espacio (RUE).
La investigadora adscrita al Departamento de
Ciencias Espaciales de la citada instancia, refirió que en el
mundo existen pocas instalaciones de esta naturaleza. Las más
importantes están en Rusia, India y Estados Unidos, lo que demuestra
la necesidad de instalar más equipos. En este contexto, las de
México y Cuba representan una contribución relevante,
estableció.
Su instalación es de bajo costo; representa
un nicho de oportunidad para la generación de conocimiento sobre
clima, actividad solar y salud humana. Además, implica desarrollo
tecnológico propio, al impulsar líneas de investigación
en creación de software y dispositivos electrónicos,
subrayó.
De hecho, está por publicarse un artículo
con los primeros resultados de las mediciones obtenidas en la estación
ubicada en el complejo del MEXART. Los datos serán refinados
y comparados con los registros de la contraparte cubana. El siguiente
paso es inscribirse a la red mundial de estaciones Schumann, integrada
por aquellas que cumplen estándares de calidad altos, adelantó.
Sonido silente
En 1952, Winfried Otto Schumann predijo matemáticamente
la existencia de frecuencias de entre 0 y 60 Hz. La experta explicó
que debido a su baja amplitud, éstas pueden perderse en el ruido
del ambiente e incluso en el producido por la actividad atmosférica.
Es necesario refinar los datos obtenidos por la antena para detectar
las señales que la teoría predice.
En la estación mexicana tenemos registros
nítidos que serán comparados con los de la estación
gemela en Cuba para asegurarnos de que, efectivamente, observamos un
fenómeno de escala planetaria, influido por el clima de cada
región y la actividad humana, puntualizó.
La actividad solar tiene diversas manifestaciones:
a través de luz, emisión de masa, partículas muy
energéticas y de campos, que afectan a nuestro planeta. El impacto
en telecomunicaciones y en las capas superiores de la atmósfera
es evidente, ejemplificó.
Su influencia en el clima es un tema muy estudiado,
cada vez se publican más artículos en revistas indizadas
y adquiere mayor solidez científica, expuso la experta, única
mexicana en el volumen de ciencia básica del reporte que prepara
el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus
siglas en inglés)
También, existen trabajos que muestran
respuestas de algunas patologías a la actividad solar, en su
mayoría relacionadas con casos de infarto al miocardio y presión
arterial. Los datos recabados en las estaciones referidas serán
útiles para estudiar la interacción entre las manifestaciones
solares y la salud humana, además de comprender el mecanismo
involucrado, precisó.
Hace una década, las publicaciones que
analizaban un posible impacto de las manifestaciones solares en el clima
terrestre eran controvertidas. Actualmente, esta relación se
ha establecido con fundamento científico. En algunos años,
la influencia de la actividad del Sol en la salud humana podría
dejar de ser un tema sujeto a opiniones encontradas, finalizó.
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