• Sergio Robles Obregón,
de la Facultad de Química de la UNAM, desarrolla su
tesis de licenciatura Determinación de presencia
de hidrocarburos aromáticos polinucleares en sangre,
con la finalidad de usarla en el tamiz neonatal
El tamiz neonatal es el estudio preventivo
aplicado para detectar, desde el nacimiento, casos de hipotiroidismo
y fenilcetonuria, padecimientos manifestados tardíamente, causa
de retraso mental, epilepsia, ceguera y otros trastornos graves.
Logra la detección antes del daño
orgánico, lo que permite un tratamiento oportuno. El examen
se realiza a los recién nacidos y consiste en analizar la sangre
extraída del cordón umbilical o del talón para
encontrar factores de alteración que indiquen trastornos metabólicos
que deben corroborarse a través de otros estudios.
Sergio Robles Obregón, de la Facultad
de Química (FQ) de la UNAM desarrolla su tesis de licenciatura
Análisis de hidrocarburos aromáticos polinucleares
mediante las técnicas de microextracción en fase líquida
y cromatografía de gases acoplada a espectrometría de
masas para utilizarla en los remanentes del tamiz neonatal.
Con asesoría de Francisco Rojo Callejas,
del Departamento de Química Analítica de la FQ, el universitario
explicó que el objetivo de la investigación es desarrollar
un método analítico rápido, económico,
confiable y preciso para identificar y cuantificar los contaminantes
en la prueba.
Se aplicaría sobre todo en zonas del
país con fábricas de ladrillos, pues ahí se registran
los mayores índices de contaminación por hidrocarburos
aromáticos polinucleares, adelantó. “Tiene por
finalidad detectar tempranamente estos compuestos mediante un método
rápido y eficiente para garantizar un diagnóstico oportuno”.
Rojo Callejas informó que a través
de un convenio con el Instituto Nacional de Pediatría (INP)
se aprovechan los remanentes de pruebas aplicadas para lograr un mejor
control de la exposición temprana.
Personas expuestas a procesos de combustión
incompleta, causados por hornos poco eficientes como los de las ladrilleras,
motores de automóviles sin mantenimiento y humo del cigarro,
corren el riesgo de inhalar partículas de hidrocarburos aromáticos
polinucleares, compuestos mutagénicos y carcinógenos,
explicó Robles Obregón.
El método final consiste en tomar
la prueba del tamiz, tratarla y concentrarla con técnicas de
microextracción. Se utilizan jeringas de cromatografía
a las que se coloca una fibra hueca de polipropileno en la punta,
luego se rellena con disolvente y se coloca en un recipiente con la
muestra de sangre ya preparada para extraer los hidrocarburos policíclicos.
Después, se analiza en un cromatógrafo de gases acoplado
a un espectrómetro de masas.
En este paso se identifican y cuantifican
los hidrocarburos presentes para determinar si están a niveles
muy altos o por debajo de los límites aceptados por las normas
respectivas, subrayó.
Rojo Callejas estableció que la química
analítica es un área aplicada para desarrollar técnicas,
instrumentos y métodos de medición, para identificar
y cuantificar diversos compuestos, con aplicaciones en todas las áreas
de actividad humana.
“Es una herramienta básica utilizada
en diversas industrias y el sector salud para controlar la calidad
de sus productos. Uno de los rubros más importantes es el de
métodos de separación. En el laboratorio utilizamos
la cromatografía de gases y la espectrometría de masas
para responder tanto a las necesidades del país respecto a
la formación de recursos humanos, como al desarrollo de líneas
de investigación”, finalizó.
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