• Más de la mitad de quienes integran
el sector se encuentran en ocho entidades del país
y padecen circunstancias adversas, indicó Roberto García
Salgado, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM
• Este 12 de agosto se conmemora el Día Internacional
de la Juventud
Según cifras de la Encuesta Nacional
de Juventud, en México hay 36.2 millones de jóvenes
de entre 12 y 29 años de edad y no todos tienen acceso a la
educación o a un empleo formal, afirmó Roberto García
Salgado, profesor de posgrado de la Escuela Nacional de Trabajo Social
(ENTS) de la UNAM.
De este sector, más del 50 está
distribuido en ocho entidades: Distrito Federal, Estado de México,
Veracruz, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Puebla y Guanajuato,
y además de la falta de oportunidades se enfrentan a la violencia
imperante en el país, expuso en ocasión del Día
Internacional de la Juventud.
Podría considerarse que quienes tienen
mayores posibilidades de salir adelante son quienes viven en las grandes
ciudades debido a la infraestructura que les rodea. No obstante, los
espacios diferenciados del poder delimitan el alcance de dichas opciones;
enfrentan condiciones de exclusión, a pesar de su demanda constante
y participación social.
Según encuestas, los jóvenes
están concentrados en actividades educativas, sobre todo de
los 12 a los 16 años, después empiezan a limitarse las
oportunidades y muchos se insertan en actividades económicas
informales, refirió el psicólogo.
A esto podemos agregar que a la vez son víctimas
y partícipes de la violencia. “Los jóvenes viven
un escenario de agresión estructural de Estado, dirigida hacia
ellos, y algunos, por las condiciones geográficas y económicas
en que viven, se ven involucrados en el desarrollo de actividades
como sicarios o en asuntos propios del crimen organizado”, destacó.
En este contexto, subrayó, podríamos decir que este
modo de vida se puede convertir en una forma de subsistencia.
Pese a este escenario, hemos visto que en
los últimos años los afectados se han unido para generar
alternativas de desarrollo en sus propios espacios y buscar soluciones
a sus problemáticas, mencionó.
El gran problema de las instituciones públicas
vinculadas a este segmento poblacional es que no han logrado diseñar
una política de Estado única, evaluada, que sea incluyente,
es decir, que se fortalezca con la participación de los jóvenes,
sugirió el académico.
Es necesario evitar que estas estrategias
se conviertan en medidas sectorizadas a través de las cuales
sólo se busque cubrir las demandas inmediatas de algunos grupos.
A su vez, los jóvenes tienen el gran
reto de ser reconocidos como una población que vive su presente.
“Se debe admitir que tener dicha edad no es un condicionante
crítico en la vida, sino una construcción social con
avatares en la que ellos mismos puedan colaborar para dar solución
a sus problemas”.
La conmemoración
En 1985, la Organización de Naciones
Unidas declaró el 12 de agosto Día Internacional de
la Juventud. Con esto se busca reconocer la importancia de este sector
como reflejo de la sociedad, subrayó García Salgado.
Como latinoamericanos debemos entender su
potencial demográfico, cultural y de capital humano, porque
con ellos podremos dar a nuestros países mayor desarrollo integral,
concluyó.
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