• Representan el 60 por ciento de las
reservas de hidrocarburos de México; sin embargo, la
tecnología actual aún no es apta para extraerlos
y procesarlos
• Para responder a una de las demandas de Pemex y replantear
cómo trabaja la industria petrolera del país,
se caracterizarán y estudiarán las propiedades
de estos fluidos
• “Es la iniciativa más importante en este
rubro a nivel mundial”, indicó Sergio Quiñones,
responsable técnico del proyecto e integrante del Instituto
de Investigaciones en Materiales, entidad que presidirá
los trabajos
Se dice que los hidrocarburos en México
(y en el mundo entero) están por agotarse, pero esta aseveración
es falsa. La realidad es que más del 60 por ciento de las reservas
nacionales de petróleo constan de crudos pesados, aunque hasta
ahora la explotación se limita a los ligeros, por ser de fácil
extracción. El reto es ir por los restantes, y eso implica
desarrollar nuevas tecnologías.
Con este fin, la UNAM y la empresa Dowell
Schlumberger de México pusieron en marcha el megaproyecto Estudio
Reológico y Caracterización Fisicoquímica para
el Desarrollo de Correlaciones Aplicables a Crudos Pesados, que constará
de investigaciones que durarán dos años y medio. Se
espera que los resultados arrojados por este esfuerzo revolucionen
la industria energética.
“A diferencia de otras iniciativas,
ésta —impulsada desde el fondo Sener-Conacyt Hidrocarburos—
busca responder a una demanda clave de Pemex Exploración y
Producción (PEP).
Bajo esta encomienda, la comunidad académica
se involucra ahora en la solución de un problema específico
que va más allá de las aulas. Para los investigadores
representa un reto que implicará tanto la creación de
conocimiento como la formación de recursos humanos de alta
especialización. La meta es sortear este obstáculo,
algo que, de lograrse, beneficiará a todos los mexicanos”,
señaló Sergio Alcocer Martínez de Castro, coordinador
de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
Convenio tripartita
Desde el principio se planteó que
una de las condiciones para acceder a los fondos sectoriales Sener-Conacyt
era concretar un convenio tripartita entre una institución
de educación superior, que en esta caso es la UNAM, a través
del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM), una empresa
de servicio como Schlumberger, y un tercero, el grupo SCC, que se
encargará de las bases de datos.
PEP ha manifestado que una de sus principales
preocupaciones es el incremento registrado en la producción
de crudos pesados y extrapesados, por lo que el equipo de investigadores
se dedicará a analizar el comportamiento reológico (viscosidad)
y termodinámico (estabilidad y equilibrio) de crudos representativos
de Pemex.
A partir de las determinaciones analíticas
y simulaciones se desarrollarán tecnologías que permitirán
extraer, transportar, tratar y procesar este tipo de hidrocarburos,
explicó Sergio Quiñones Cisneros, responsable técnico
del proyecto.
El también investigador del Departamento
de Reología del IIM añadió que el obstáculo
al que se han enfrentado quienes han querido aprovechar este tipo
de petróleo es que, a diferencia del ligero, los pesados y
extrapesados son fluidos no newtonianos y por ello tienen un comportamiento
muy diferente al que uno esperaría.
“En los crudos ligeros, vemos una relación
directa entre el esfuerzo de corte y la velocidad de deformación,
mientras que en los pesados y ultrapesados las características
son muy distintas debido a la presencia de moléculas de alto
peso molecular, como los asfaltenos. No conocemos a profundidad su
comportamiento fisicoquímico o reológico, condición
necesaria para saber a qué nos enfrentamos y una situación
que vamos arreglar”.
La mayoría del trabajo la realizarán
investigadores del IIM, entre quienes se encuentran Octavio Manero
Brito, Enrique Geffroy Aguilar, Roberto Zenit Camacho y Rocío
de la Torre Sánchez, aunque habrá colaboraciones con
expertos de DB-Robinson, el centro de investigación que tiene
Schlumberger en Edmonton, Canadá.
Esta empresa de origen francés, líder
en el área de servicio, invierte dos millones de dólares
al día en estudios a nivel global, hecho que beneficiará
a los universitarios no sólo a nivel de infraestructura, sino
en que los resultados alcanzados tengan impacto y difusión
en el mundo entero.
“Se trata, sin duda, del proyecto más
grande que ha albergado el Instituto de Investigaciones en Materiales,
estoy seguro de que lo que se logre aquí también figurará
entre lo más relevante que hayamos logrado”, agregó
Ricardo Vera Graziano, director de esa entidad.
Retos por delante
“Pese a lo que se cree, la riqueza
petrolera de México es considerable y el país dispone
de cuantiosos recursos en hidrocarburos; sin embargo, gran parte de
estas reservas son fluidos pesados y extrapesados aún sin aprovechar,
pues hacerlo implica un reto tecnológico para Pemex. Esto hace
evidente que es preciso enmendar esta situación, especialmente
si consideramos que en los últimos años se han descubierto
17 campos en la zona marina noreste”, expuso Sergio Quiñones.
Al respecto, explicó que el volumen
de aceite pesado con calidad de entre ocho y 13 grados API es de aproximadamente
16 mil millones de barriles, pero la tecnología existente sólo
deja extraer menos del cuatro por ciento de dicha cantidad, por ello
es prioritario desarrollar estrategias y métodos para incrementar
la cifra.
“El trabajo que realizaremos nos permitirá
estudiar 22 fluidos base para, a partir de ello, proponer 50 mezclas.
Hasta ahora, la que vende Pemex, conocida como ‘mexicana de
exportación’, es una combinación de fluidos pesados
y ligeros que da 21 grados API. Lo que deseamos es proponer una metodología
adecuada de mezclado basada en el conocimiento detallado de los fluidos
producidos”.
Se ha avanzado mucho desde hace tres años
y medio, fecha en que comenzó a bosquejarse el proyecto, al
día de hoy, que arranca formalmente, señaló Quiñones.
“Llevamos mucho trabajo previo, ahora
toca ver hacia adelante. Serán dos años y medio de labor
ardua y no queremos que esto quede en meros reportes o en torres de
papel que terminen por empolvarse. Lo que deseamos es que esto se
concrete en una herramienta que ayude a Petróleos Mexicanos
a tomar decisiones estratégicas”.
A partir de hoy, el equipo de investigadores
se enfocará al estudio a detalle de fluidos tanto ligeros como
pesados y extrapesados. La finalidad es determinar desde su estructura
química hasta sus propiedades macroscópicas y, a partir
de ello, desarrollar herramientas para la caracterización de
crudos, algo que no se ha hecho en ningún otro lado.
Para concluir, Quiñones señaló
que “este esfuerzo será una fuente de conocimiento científico
y experiencia que, bien aprovechada, representará un trampolín
para el desarrollo tecnológico y el progreso de la industria
petrolera nacional. Sea por sus alcances o el impacto económico
que tendrá, se trata —y lo digo con conocimiento de causa—
del proyecto más ambiciosos y complejo que se haya planteado
jamás en este rubro, y no sólo en México, sino
en el mundo entero”.
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