• En el caso de personas que han perdido
una mano, se puede transmitir información del cerebro
a un miembro fabricado a base de estos materiales, para que
tenga movimiento y fuerza
• Por sus análisis en este campo, contribuciones
a la electroquímica orgánica, y trayectoria
académica, Martha Aguilar, de la FQ, fue distinguida
por la SMEQ
La Sociedad Mexicana de Electroquímica
(SMEQ) reconoció la trayectoria de Martha Aguilar Martínez,
académica adscrita al Departamento de Fisicoquímica
de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, por sus contribuciones
en nuestro país a esta área del conocimiento, al estudio
de las relaciones de la estructura de ciertos compuestos orgánicos,
y por sus análisis de polímeros orgánicos conductores.
Polímeros orgánicos conductores
Uno de los proyectos de la universitaria
aborda el análisis de polímeros orgánicos conductores,
un campo que adquiere cada vez mayor importancia. Los polímeros
son conocidos normalmente como compuestos aislantes. “Sin embargo,
los que estudiamos pertenecen a una nueva clase; pueden tener propiedades
semejantes a las de los semiconductores, o a las de los metales, en
cuanto a que presentan una significativa conductividad electrónica”.
Además de sus múltiples aplicaciones
como inhibidores de la corrosión, sensores electroanalíticos,
materiales electrocrómicos o electroluminiscentes, y como recubrimientos
en aviones de reconocimiento, son de gran importancia e impacto, porque
se crean y diseñan nuevos materiales que permiten el desarrollo
de músculos artificiales.
En este sentido, expuso que en el caso de
personas que han perdido una mano, se puede transmitir información
del cerebro a un miembro fabricado a base de estos materiales, para
que tenga movimiento y fuerza.
Electroquímica
En cuanto a la electroquímica, Aguilar
Martínez explicó que ésta formula preguntas y
desarrolla las bases para la interpretación de diversos fenómenos
de la naturaleza, es decir, interpreta y racionaliza sobre una base
cuantitativa un gran número de hechos experimentales que se
extienden más allá de los dominios estrictamente de
este campo.
Por ello, tiene múltiples aplicaciones
y gran impacto en áreas como la medicina, biología,
ciencia de materiales, geología e ingeniería, entre
otras.
Precursora en el estudio de la electroquímica
orgánica en México, la definió como una rama
que analiza las reacciones que involucran interacciones específicas
de los compuestos orgánicos con el material del electrodo;
considera a este último como una molécula de gran tamaño,
cuya habilidad para transferir electrones puede ser ajustada con gran
precisión en el control del potencial.
Algunas de las aportaciones de la investigadora,
que inició su labor docente en la FQ en el campo de la química
orgánica en 1981, ha sido el estudio de las relaciones de la
estructura de ciertos compuestos orgánicos.
“Lo que hacemos es relacionar la estructura
química y las propiedades electroquímicas de ciertos
compuestos nitro, orto-difenólicos, quinonas y amidas, entre
otros, con su actividad biológica. Esto es importante en el
diseño de fármacos más eficientes y con menores
efectos secundarios”, indicó.
Respecto al futuro de la electroquímica,
consideró que es prometedor porque tiene muchas aplicaciones
en diversas áreas, como el desarrollo de procesos para la conversión
de energía, en cuestiones de remediación ambiental (agua,
aire y suelo), y en nuevas tecnologías, pues son procesos menos
contaminantes y más eficientes con respecto al uso de energía
y materias primas.
En cuanto al reconocimiento, que le fue entregado
en el Centro de Investigación en Química Sustentable
de la Universidad Autónoma del Estado de México, en
el marco del XXVII Congreso de la SMEQ y del Fifth Meeting of
the Mexican Section of the International Society of Electrochemistry,
se dijo satisfecha, pues representa un gran estímulo a su labor
y reconoce el trabajo y las aportaciones realizadas por más
de 30 años.
-o0o-