• Ello, aunque el número de mexicanos que se incorpora
cada año es de alrededor de dos millones, destacó
Carlos Welti, del IIS de la UNAM
• A ello se aúna el aumento en la esperanza de vida
y el hecho de que el incremento genera una presión importante
sobre los recursos naturales
En lo que va del siglo XXI, en México
se han abandonado las políticas de población, porque
se pensó de manera optimista que al disminuir los índices
de fecundidad, los problemas de crecimiento pasarían a segundo
término, lo que es absolutamente falso, afirmó Carlos
Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la
UNAM.
Si bien en términos generales la tasa
de crecimiento ha disminuido, en volúmenes totales el número
de mexicanos que se incorpora cada año es de alrededor de dos
millones, apuntó en el marco del Día Mundial de la Población,
que se conmemora este 11 de julio.
Lo que no se ha tomado en cuenta es el aumento
en la esperanza de vida, porque si se considera que anualmente ocurren
en promedio 500 mil decesos, entonces se tiene alrededor de un millón
y medio más de mexicanos en ese periodo, abundó.
En etapas anteriores, refirió, la
preocupación era el crecimiento y se buscaba incidir sobre
él. De hecho, ni siquiera se planteaba el problema del envejecimiento,
porque se veía como un asunto de largo plazo.
Ahora, la situación se complica en
ambos extremos de la pirámide poblacional, porque nacen dos
millones de personas al año, como sucedía en la época
en que el país tenía las más elevadas tasas de
aumento natural de su historia, pero hoy se aúna el proceso
acelerado de envejecimiento, recalcó el ex presidente de la
Sociedad Mexicana de Demografía.
El problema de vivir más no sólo
es que en unos años, si se mantiene el actual modelo económico,
no habrá recursos económicos para pagar pensiones, sino
que se ejercerá presión sobre los recursos naturales,
advirtió el también integrante del Sistema Nacional
de Investigadores (SNI).
Aunado a ello, está el incremento
de las áreas metropolitanas, lo que genera problemas con el
abasto de servicios básicos, como agua potable.
Un inconveniente derivado es la carencia
del líquido para riego, que junto con las sequías y
la crisis económica, en buena medida originan las migraciones,
pues la población se mueve a lugares donde las condiciones
sean más propicias. Se produce un suceso paradójico,
porque esa búsqueda se refleja también en el alargamiento
de la esperanza de vida, mencionó.
Además, se ha desatendido al segmento
juvenil; en materia de política demográfica las acciones
solamente se han concentrado en la difusión de mensajes sobre
el uso del condón, aseveró el investigador, que ha sido
miembro de la Junta de Gobierno de la International Planned Parenthood
Federation.
Alternativas
Deberían implementarse políticas
encaminadas a generar un sistema de seguridad social que garantice
el acceso universal; asimismo, una que considere el acceso real a
la anticoncepción y a cambiar las condiciones de vida de los
jóvenes, con énfasis en la educación de las mujeres,
porque éste es un factor que impacta en los índices
de fecundidad, como el retraso de la primera unión, la reducción
en el número de hijos que desean tener, y prácticas
anticonceptivas eficientes.
La celebración
El Día Mundial de la Población
fue establecido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) en 1989, en virtud de que dos años atrás nuestro
planeta llegó a la cifra de cinco mil millones de habitantes,
para alcanzar en 2011, siete mil millones.
Esta efeméride, sostuvo Welti Chanes,
tiene un objetivo muy concreto: llamar la atención sobre la
importancia que tiene identificar la forma en la que se transforman
las estructuras demográficas y su impacto no sólo en
la actualidad, sino en el futuro.
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