Boletín UNAM-DGCS-443
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 17 de julio de 2012


Ángel Manjarrez Hernández

           


ESCHERICHIA COLI UROPATÓGENA, UNA BACTERIA PELIGROSA


• Una de cada dos mujeres en el mundo tendrán, al menos, una infección del tracto urinario durante el transcurso de su vida
• Algunas bacterias invaden las células de la vejiga, y de esa manera evitan los antibióticos

Una bacteria causante de numerosas infecciones del tracto urinario en México, principalmente entre las mujeres, es Escherichia Coli (E. coli) uropatógena (UPEC, por su siglas en inglés), de la que se conoce muy poco en el país.

“Prácticamente no hay investigación, aunque son peligrosas, pues en algunos casos pueden causar la muerte”, dijo Ángel Manjarrez Hernández, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

El grupo de las E. coli se divide en dos tipos: las intestinales y las extraintestinales. Entre las primeras hay cinco subdivisiones: las enteropatógenas, las enterohemorrágicas, las enterotoxigénicas, las enteroagregativas y las enterodifusas, causantes de infecciones relacionadas con diarreas, inflamación y vómito, entre otros síntomas.

A estos tipos de bacterias intestinales se les llama patotipos, es decir, grupos que tienen características, factores de virulencia y sintomatología clínica comunes.

E. coli uropatógena

De las causantes de padecimientos extraintestinales, las más comunes son las que atacan el tracto urinario. Se piensa que E. coli uropatógena no es un grupo homogéneo, ni siquiera se le ha considerado como un patotipo.

Sin embargo, recientemente se ha visto que las uropatógenas son muy diversas, tanto que no son un patotipo, sino que podrían ser varios, debido a su variabilidad bacteriana.

El tracto urinario normalmente es estéril, no debe haber microorganismos, pero hay casos en que las bacterias se introducen, colonizan, se establecen en la vejiga y causan enfermedad inflamatoria.

Según sus diversos grados de virulencia, algunas pueden causar una bacteriuria asintomática, como se llama al caso en que el microorganismo entra en la vejiga y no causa ninguna sintomatología, y la persona puede vivir meses, incluso años, sin saber que es portadora.

También, hay algunas muy virulentas, peligrosas, que pueden llegar hasta los riñones e, incluso, alcanzar al torrente sanguíneo.

El periodo de incubación es variable. Desde que entra por la uretra, hasta que llega a la vejiga, pueden pasar entre 12 y 18 días, y en llegar a los riñones (ocurre raramente), entre tres y seis días, un periodo relativamente breve que depende, entre otros factores, del tipo.

Uropatógenas

Aunque entre las uropatógenas hay gran variedad, recientemente se comenzó a diferenciarlas entre las causantes de cistitis, o infección en la vejiga, y las que provocan pielonefritis, infección en los riñones.

En todo el mundo la más común es la causante de cistitis. Se calcula que alrededor de 50 por ciento de todas las mujeres en el mundo tendrán al menos una infección del tracto urinario en el transcurso de su vida.

“Estos números son muy altos, porque sólo una de cada dos mujeres se salvará de un padecimiento de ese tipo. La mayor parte debe seguir un tratamiento, que suele ser con antibióticos, y la infección desaparece entre siete y 10 días”. Sin embargo, la emergencia de cepas uropatógenas multi-resistentes a los antibióticos complica significativamente el tratamiento.

Recurrentes

Desde hace 10 años, empezó a observarse que en algunos individuos las infecciones del tracto urinario son recurrentes, y que durante un año, pueden tener de tres a seis episodios infecciosos.

Recientemente se ha encontrado que algunas de estas bacterias de E. coli uropatógenas tienen la capacidad de invadir las células de la vejiga, y al hacerlo, se replican dentro de la célula y forman biopelículas bacterianas intracelulares.

“Si se habla de la invasividad, los médicos entienden que se instalan en el tracto urinario, sin embargo, estas bacterias serían doblemente invasivas porque entran en este último, y además en las células epiteliales que revisten la superficie de la vejiga; se alojan donde están los organelos, las mitocondrias, todo el sistema celular; pero no mata a la célula inmediatamente”, explicó.

Este mecanismo del patógeno es muy importante porque le permite evadir los antibióticos. Los macrófagos de la respuesta inmune no las encuentran, no las pueden fagocitar porque están dentro de la célula; de esta manera, garantizan su subsistencia por meses o, incluso, años.

Se piensa que este mecanismo de invasividad es la causa en gran medida de las recurrencias que aparecen después de 15 días, o dos y hasta años.

“Hasta el momento, no se cuenta con un método de diagnóstico que detecte que esta bacteria no es una uropatógena común, sino una invasiva. Todavía no se desarrollan estos métodos a nivel masivo. Uno puede saber por experimentos en el laboratorio, y con la investigación, si la bacteria tiene esa capacidad, pero eso no se puede hacer rutinariamente”, concluyó.

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Fotos


Una bacteria causante de numerosas infecciones del tracto urinario en México, principalmente entre las mujeres, es Escherichia Coli uropatógena, de la que se conoce muy poco en el país.