Boletín UNAM-DGCS-440
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 16 de julio de 2012


Rodrigo Peniche Amante

           


OCASIONA INSATISFACCIÓN LABORAL, PROBLEMAS DE SALUD Y BAJA PRODUCTIVIDAD


• Cada vez es mayor el número de personas que no están a gusto con su trabajo, tanto por las compensaciones que obtienen, como por la interacción social o las amplias jornadas laborales, comentó Rodrigo Peniche, de la FP de la UNAM
• En estos empleados está más presente el ausentismo, tienen más roces con sus compañeros, sufren ataques de irritabilidad, maltrato a los usuarios y demoras

De acuerdo con cifras oficiales, en México más de 36 por ciento de las personas desempleadas abandonó su anterior ocupación por insatisfacción laboral; la literatura indica que en las organizaciones es común encontrar trabajadores en esa condición, cuya productividad y salud están mermadas, pero que soportan la situación por la escasa oferta que hay en el país, afirmó Rodrigo Peniche Amante, profesor de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo del INEGI 2011, en la nación 41.6 por ciento de los trabajadores no reciben prestaciones; 28.8 por ciento pertenece al sector informal de la economía; 8.31 por ciento está subocupado, y 11.13 por ciento se encuentra en condiciones críticas de ocupación.

Estas cifras son la puerta de entrada para reflexionar sobre las condiciones patogénicas en que gran parte de los mexicanos tiene que desempeñar sus actividades, con poca motivación, casi nula posibilidad de desarrollo y bajo reconocimiento a su labor, subrayó.

En la misma encuesta, se indica que más de 13 millones de mexicanos laboran jornadas de más de 48 horas a la semana, 30 millones no tienen acceso a instituciones de salud, y 11 millones perciben entre uno y dos salarios mínimos. Hay casi 15 millones de trabajadores sin un contrato escrito.

Con base en estos números, se puede inferir que un alto porcentaje no está a gusto por factores como la forma en que se les recompensa, la interacción social con sus compañeros, las amplias jornadas y el tiempo destinado al traslado, refirió.

Esto, recalcó, no sólo los hace menos productivos, también representan un costo mayor a las empresas en cuanto a cuotas a la seguridad social, tanto por los accidentes y enfermedades que sufren a causa de su estado emocional, como por el tiempo de recuperación.

La situación es común en un país como México, donde la sobre oferta de mano de obra hace pensar a los empleadores, y a muchos de los jefes de “la vieja escuela”, que se trabaja sólo para percibir un salario, y a las empresas u organismos públicos con sistemas de administración tradicional no les importa si su gente está satisfecha con lo que hace, acotó.

La insatisfacción, explicó, es el grado de malestar que experimenta un trabajador como producto de su actividad. Se trata de un fenómeno complejo, relacionado con aspectos que van desde elementos físicos de las instalaciones (iluminación, ventilación, hacinamiento), hasta factores psicosociales como la percepción de cómo se compensa su esfuerzo, el trato que puede tener con sus compañeros y superiores e, incluso, cuestiones como qué responsabilidad tiene, la variación de sus actividades, el reto que le representan y cómo embona eso en lo que hace para desarrollarse profesional y personalmente.

Si alguien cae en esa situación puede llegar a presentar problemas de salud como catarros, trastornos estomacales y dolores de cabeza frecuentes, destacó. Además, ocurre en mayor medida el ausentismo, se tienen más roces con los compañeros, presentan ataques de irritabilidad, maltrato a los usuarios y demoras en las entregas.

El especialista en psicología de las organizaciones consideró que existe una estrecha relación entre no estar satisfecho y el desempeño, sobre todo en individuos mayores de 30 años, “más en las mujeres y quienes tienen poco control y menor variación en las faenas que realizan”. Si alguien no se preocupa por enriquecer sus actividades y actualizarse, es fácil que caiga en la rutina.

Además, las personas deben ocuparse de su salud, de sus horas de sueño, de comer bien y no descuidar las relaciones con sus compañeros, porque en un ambiente laboral es fácil caer en rivalidad y conflictos, reconoció.

Alternativas

Ante esta situación, el especialista sugirió establecer políticas laborales que hagan conscientes a los empresarios y a las autoridades sobre la importancia de contar con entornos saludables, donde se consideren aspectos como la ventilación, el tiempo de traslado, los horarios y salarios.

Los empleados, por su parte, deben buscar mejorar la comunicación y la convivencia; capacitarse permanentemente en su área; no personalizar los conflictos y buscar satisfacciones en su vida cotidiana, es decir, dedicar algo tiempo a alguna actividad placentera.

Asimismo, las empresas pueden implementar planes que incluyan la rotación de puestos, procurar la convivencia, evitar permanecer en las instalaciones 12 horas continuas para que no violenten su vida familiar o proyectos. “Si invierten en recursos humanos, tendrán trabajadores más felices y leales”, concluyó.

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Fotos


Rodrigo Peniche Amante, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM.