Boletín UNAM-DGCS-433
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 12 de julio de 2012


Gerardo Pérez Ponce de León

           

ESTUDIAN EN LA UNAM HELMINTOS QUE PARASITAN A VERTEBRADOS SILVESTRES EN MÉXICO

• Por sus hábitos alimenticios, las personas pueden formar parte del ciclo de vida de algunas de sus especies y adquirir una parasitosis

Del total de especies que habitan la Tierra, al menos 50 por ciento son parásitos. Los helmintos o gusanos constituyen uno de los grupos más abundantes de parásitos en la naturaleza, y los vertebrados silvestres (peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos) comúnmente resultan contagiados por ellos.

“Todos los vertebrados son susceptibles de ser infectados por helmintos”, dijo Gerardo Pérez Ponce de León, investigador e integrante del Laboratorio de Helmintología Dr. Eduardo Caballero y Caballero, del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, donde se realizan investigaciones sobre esos organismos de México y otras partes del mundo, “aunque nos enfocamos fundamentalmente en los de nuestro país”.

Ese espacio tiene bajo su custodia la Colección Nacional de estos gusanos, depositaria de todos los reunidos en nuestro territorio desde 1929, año en que se fundó el IB. Desde hace más de ocho décadas, la entidad cuenta con personal dedicado a este estudio, reiteró.

De acuerdo con una revisión, realizada por investigadores universitarios, se ha analizado al 25 por ciento de las aproximadamente cinco mil 800 especies de vertebrados que viven aquí, y se han registrado alrededor de dos mil especies de gusanos como sus parásitos.

México es reconocido, a nivel mundial, como un país en el que se ha generado -y así continúa- una gran cantidad de conocimientos sobre esos organismos que parasitan, en particular, a los peces de agua dulce. La UNAM, por medio del grupo de Pérez Ponce de León, tiene el liderazgo de indagación en el área.

"Los peces dulceacuícolas conforman, sin duda, el grupo más extensamente observado en este campo, y el inventario de sus gusanos está muy cerca de ser completado", afirmó.

En algunos de esos vertebrados se ha registrado un solo tipo de parásito, pero también en una sola especie de mojarra de agua dulce, que habita desde el sureste de México, hasta Veracruz, se han detectado hasta 82.

Ello no significa que un solo ejemplar tenga esas 82 especies de gusanos, sino que el pez acumula esa cantidad a lo largo de su extensión geográfica, en muchas localidades, aclaró.

Entonces, en cuanto al número, las cargas parasitarias van de uno hasta 82, y en cuanto a la cantidad de gusanos en el cuerpo de un animal, es muy variable.

“En ocasiones, del estómago de un ratón, con una extensión de unos tres o cuatro centímetros cuadrados, más o menos, pueden salir cargas de 200 ó más gusanos. Y en el hígado infectado de un pez es posible encontrar 400 larvas; ahora bien, éstas requieren que un ave se coma al pez para que su ciclo de vida se pueda completar”.

El contagio

Casi todos los vertebrados adquieren los parásitos mediante el alimento que consumen. Solamente en algunos casos, en particular los acuáticos (peces, reptiles y algunos anfibios), ocurre por contacto directo con las larvas que están en el agua.

“Sí, estas últimas tienen una gran variedad de estructuras que les permiten penetrar la pared del cuerpo de peces, reptiles y anfibios; una vez dentro, se mueven a través del sistema circulatorio y se establecen en algún órgano”, explicó.

Sin embargo, la inmensa mayoría de aquéllos, además de aves y mamíferos, se contagian por lo que consumen. Muchas larvas están en organismos que son parte de la dieta de los vertebrados; así, por ejemplo, si un mapache o un tlacuache ingiere un cangrejo, un grillo u otro tipo de insecto, queda infectado porque éstos son hospederos.

Enfermedades

Las enfermedades que causan los helmintos son diversas y dependen mucho del número de individuos y, sobre todo, del lugar donde se encuentren.

“Si han invadido el tubo digestivo de cualquier vertebrado, la infección, a veces, es asintomática y en ese momento no constituye necesariamente una causa de mortalidad; pero si infestan órganos específicos fuera del intestino, como el cerebro, los ojos o el hígado, pueden ocasionar la muerte”, apuntó.

Por sus hábitos alimenticios, las personas pueden formar parte del ciclo de vida de una especie de helminto y, de ese modo, adquirir una antropozoonosis (enfermedad común a los humanos y a los animales vertebrados).

Ha ocurrido que, por comer pescado crudo o en forma de ceviche (cocido únicamente con limón y sal), se infectan con formas larvarias que deberían ir a otro mamífero y cumplir su ciclo de vida normal, esto es, desarrollarse y alcanzar el estado adulto en el intestino.

Como los humanos no son los huéspedes habituales, las larvas se topan con una respuesta inmune muy diferente, y en lugar de viajar al estómago, se van al tejido subcutáneo o, en algunos casos más severos, a los ojos o cerebro, donde causan problemas graves.

Al analizar la diversidad que afecta a los vertebrados silvestres de México, generamos conocimientos que contribuyen a tomar medidas para prevenir enfermedades infecciosas emergentes, como la gnathostomiasis, que se origina por comer peces de agua dulce crudos o mal cocidos, o decidir qué áreas o especies animales deben ser conservadas en aislamiento, concluyó Pérez Ponce de León.

-o0o-

 


Fotos


Los helmintos o gusanos constituyen uno de los grupos más abundantes de parásitos en la naturaleza, y los vertebrados silvestres comúnmente resultan infectados por ellos.