Boletín UNAM-DGCS-410
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 1 de julio de 2012


José de Jesús González Núnez

           


LA HIPOCONDRÍA PUEDE SER GRAVE SI SE INSERTA A PADECIMIENTOS REALES


• Tiene un costo social, laboral y familiar; si los “síntomas” son muy fuertes, pueden acabar con la persona, afirmó Jesús González Núñez, de la FP de la UNAM

La hipocondría es una afección psicológica que, de insertarse a padecimientos reales, puede representar un problema grave, porque se trata de “verdaderos enfermos que sufren y sienten males que sólo son de índole inconsciente”, explicó José de Jesús González Núñez, psicoanalista de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Tiene un costo social, laboral y familiar, según quien la sufra, y puede acabar con la persona si los “síntomas” son muy fuertes. Estos pacientes viven en estado de sufrimiento ante el miedo a enfermar, advirtió el doctor en Psicología Clínica.

Los estudios al respecto muestran un vínculo entre la interacción social y el aumento de este padecimiento. El ambiente familiar, por ejemplo, es un entorno propicio, por lo que con frecuencia, pueden encontrarse varios hipocondríacos bajo el mismo techo.

Al respecto, se ha comprobado que estos pacientes son, fundamentalmente, personas sobreprotegidas; los progenitores, especialmente la madre, están preocupados en exceso por el aspecto físico del hijo y le proporcionan un cuidado extremo; entonces, los descendientes viven atemorizados por los miedos de los padres.

Visitan con cierta frecuencia a cuatro, cinco y hasta seis especialistas porque tienen, según ellos, distintas afecciones. Sus enfermedades, consideran, dañan sus órganos, pero si se les practica una revisión médica no presentan ningún malestar anatómico o fisiológico, detalló.

Los caracteriza la angustia, la dificultad para despertarse y, en determinado momento, la depresión. Los procesos psicológicos tienen una realidad total en el cuerpo y el dolor; entonces, la zozobra y las afecciones psicosomáticas son completamente reales, aunque los procesos que las desencadenan no correspondan a un mal físico.

A la hipocondría se le conoce también como patofobia, es decir, un injustificado miedo a las enfermedades y excesivo temor a la muerte. No obstante, explicó el experto, no es más que un mecanismo mental de descuido del cuerpo, pero en realidad hacen lo contrario y muestran una exagerada observación de su estado de salud.

“En la FP existe un centro de atención y en el Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social también tenemos una clínica para su cuidado. Utilizamos el método psicoanalítico o cognitivo conductual; el primero, consiste en llegar a la profundidad de las motivaciones que tiene al sujeto inconciente para hacerlas conscientes; el segundo es a base de estrategias concretas para desacondicionar esa afección”, concluyó.

 

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Fotos


José de Jesús González Núñez, de la Facultad de Psicología de la UNAM.