• En el primer trimestre del 2012, más de dos millones
niños y de un millón de niñas de cinco a
12 años desempeñaron una actividad laboral
• Según cifras de la Unicef, de 2008 a la actualidad,
en el país 190 mil menores de tres a cinco años
se han incorporado a la economía informal
• Este 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra
el Trabajo Infantil, para convocar a la comunidad internacional
a la defensa de su derecho a ser protegidos de la explotación
laboral
Con apenas ocho años de edad, Lupita
es una más de los niños que trabajan en los campos agrícolas
de Michoacán para ayudar a la economía familiar. Los
menores son parte de ese paisaje cotidiano, donde desempeñan
jornadas de más de ocho horas y se olvidan de aprender el alfabeto
y de gozar del juego.
Su historia es común a cientos de
miles de infantes en el país que, con sus padres o solos, diariamente
realizan sus faenas desde la madrugada. Para Lupita, su destino es
ir de región en región en busca del pan de cada día.
No se queja. Desde que abrió los ojos, lo primero que percibió
fueron los extensos solares en donde hombres y mujeres dejan su vida.
Ahí también estaba marcado su futuro.
En la Ciudad de México, María,
de seis años de edad, se enfrenta cada día al recorrido
de los automóviles en un crucero. Además, cuida a su
hermana Ángeles, de cuatro años de edad, que lleva un
cartoncito de chicles para vender. Las dos ayudan como pueden a su
madre que ofrece dulces en algún semáforo. Solamente
comerán una vez al día, y beberán agua con azúcar.
Son testimonios que demuestran cómo
las condiciones del país impactan a uno de los sectores más
vulnerables: la infancia. En los últimos 12 años, México
registra un incremento del 12 por ciento de menores que trabajan para
aportar al sustento familiar. En el primer trimestre del 2012, dos
millones 125 mil 500 niños y un millón 144 mil 500 niñas
de cinco a 12 años desempeñaron una actividad laboral,
es decir, tres millones 270 mil, informaron académicos de la
Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Luis Lozano, David Lozano Tovar, Jaime Vázquez
y David Moctezuma, integrantes del Centro de Análisis Multidisciplinario
(CAM) de la FE, establecen que el incremento de los niveles de pobreza
y de los precios que integran la canasta básica, la disminución
de los salarios y malas condiciones laborales, explican este fenómeno.
Además, 190 mil infantes de tres a
cinco años se han incorporado a la economía informal,
del 2008 a la actualidad, de acuerdo con estimaciones del Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés),
refieren.
En el marco del Día Mundial contra
el Trabajo Infantil, que se conmemora este 12 de junio, advierten
de la gravedad del problema, porque no existen políticas públicas
para contrarrestarlo. Los pequeños trabajan en los cruceros
de las ciudades o como jornaleros en las zonas rurales, ejemplifican.
Al respecto, señalan que uno de los
sectores con el mayor número del total de pequeños que
laboran en México es el agrícola, en el que se registra
un aumento del 22 por ciento.
Asimismo, 42 por ciento de los que trabajan,
no estudian; 38 por ciento sufre una situación inestable en
la escuela, y dos de cada 10 cubren de manera irregular sus estudios,
en su mayoría, entre el cuarto y sexto año del nivel
básico.
Panorama global
La Organización Internacional del
Trabajo, (OIT) estima que en el orbe existen 127 millones de niños
y 88 millones de niñas víctimas del trabajo infantil,
de los que 74 millones de ellos y 41 millones de ellas están
involucrados en sus peores formas, por lo que se exponen a maltrato
físico, psicológico o moral, que puede causarles daño
para el resto de sus vidas, indica el organismo.
La OIT lo define como toda actividad peligrosa
y perjudicial que priva a los menores de su niñez, potencial
y dignidad, y les niega la posibilidad de asistir a clases; los obliga
a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar la
instrucción con una actividad pesada que requiere de mucho
tiempo.
Al entrar en el mercado laboral prematuramente,
se les priva de la educación y capacitación indispensable
para que ellos, sus familias y comunidades salgan del ciclo de pobreza
en que se encuentran, señala.
La explotación infantil engloba todas
las formas de esclavitud o prácticas análogas, como
la venta y trata, la servidumbre por deudas y la condición
de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento
para utilizarlos en conflictos armados; la oferta de niños
para la prostitución, la producción de pornografía
o actuaciones pornográficas.
Además, menciona el uso o reclutamiento
para que realicen actividades ilícitas, en particular, la producción
y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los
tratados internacionales pertinentes, y el trabajo que, por su naturaleza
o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe
la salud, la seguridad o la moralidad de los infantes.
Día internacional
Este año, la conmemoración
del Día Mundial contra el Trabajo Infantil servirá de
plataforma para convocar a todos los países a la defensa del
derecho de los menores a ser protegidos de toda forma de empleo y
de otras violaciones a sus garantías.
En 2010, la comunidad internacional adoptó
la Hoja de ruta para la eliminación de las peores formas de
esta actividad para 2016, como resultado de la conferencia mundial
en este ámbito, realizada en La Haya. El documento fue aprobado
por más de 500 delegados, que representaron a 97 naciones.
En esta ocasión, la OIT exhortará
a la ratificación universal de los convenios del organismo
sobre este asunto, y del resto de los instrumentos fundamentales en
este ámbito; a la adopción de políticas y programas
nacionales que garanticen un progreso efectivo en la lucha en contra
y a la puesta en marcha de iniciativas para ampliar el movimiento
mundial para erradicarlo.
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