Boletín UNAM-DGCS-320
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 19 de mayo de 2012

Alberto Flandes
           


EL ECLIPSE ANULAR DE SOL SERÁ VISIBLE EN MEXICALI, TIJUANA Y ENSENADA

 

• El evento de este 20 de mayo tendrá la mejor zona de observación en China y Japón, al amanecer en ese lado del mundo, dijo Alberto Flandes, del Instituto de Geofísica
• En el norte de México y sur de Estados Unidos se verá unos minutos al atardecer, como parcial
• Para mirarlo, recomendó hacer pasar la luz del Sol a través de un papel perforado y proyectarla sobre una superficie blanca, para evitar la radiación directa en los ojos
• El Instituto de Astronomía sugirió adquirir un filtro de soldador nivel 14 o superior, o filtros solares tipo 2+ o h-alfa

El próximo eclipse anular de Sol, que ocurrirá este 20 de mayo, tendrá la mejor zona de observación en el sur de China y Japón, donde podrá captarse al amanecer, estimó Alberto Flandes, investigador del Instituto de Geofísica (IGF) de la UNAM.

De este lado del planeta, será visible durante el atardecer en la parte noroeste de México, especialmente en Mexicali, Tijuana y Ensenada, así como en el suroeste de Estados Unidos, en el norte de California, Nevada, sur de Utah, norte de Arizona, Nuevo México y una parte de Texas.

En el momento que amanezca en la parte más oriental de Asia, va a entrar la sombra de la Luna sobre la Tierra y se extenderá; según la región en la que estemos es el tipo de eclipse que veremos.

“El 20 de mayo se va a observar al amanecer en la parte oriental de China, en Japón y en parte del Pacífico. En México, a la hora en que se ponga el Sol, antes de anochecer, podrá verse como parcial en Tijuana, Mexicali y Ensenada, y muy brevemente en algunas zonas de Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango. Uno de los mejores lugares será Mexicali, porque la Luna cubrirá un 78 por ciento del disco solar”, informó.

El ancho de la sombra lunar proyectada sobre la Tierra será de unos 250 kilómetros, y la trayectoria de sombra no será muy ancha. Avanzará a una velocidad de unos 30 kilómetros por minuto, lo que nos ayuda a estimar la duración del eclipse, que generalmente es menor a cinco minutos.

“En Tijuana empezará a las 17:28 hora local; el pronóstico del clima es bueno y probablemente habrá cielo despejado. A las 18:40 será el máximo del fenómeno en esa región (se verá la parte más cubierta del Sol) y terminará a las 19:43 con 37 segundos, hora en la que el Sol se ocultará en el horizonte. En Ensenada y Mexicali el eclipse será casi simultáneo con respecto a Tijuana”, añadió.

En la Ciudad de México, con mucha suerte se verá eL momento en que el disco solar se comience a eclipsar, a las 19:48. En los 18 minutos restantes, antes de las 20:06 que inicia el anochecer, la llegada de la sombra no podrá verse porque el Sol estará detrás del horizonte; además, probablemente se tendrá cielo nublado.

Observación indirecta

Flandes aclaró que es peligroso ver un eclipse directamente, particularmente si no es total, pues puede haber daño serio en los ojos. Lo mejor es observarlo de forma indirecta, con un papel perforado y proyectado sobre el piso u otra superficie blanca.

Aún con filtros especiales, lo recomendable es no exceder la observación más de siete segundos, pues la radiación es muy fuerte. “No sirve verlo a través de película fotográfica o de un reflejo, porque es muy agresiva”.

Por su parte, el Instituto de Astronomía (IA) explicó que un eclipse solar nunca debe verse a simple vista, porque generaría daño irreversible e incluso ceguera. Recomendó adquirir un filtro de soldador nivel 14 o superior, o filtros solares tipo 2+ o h-alfa, así como realizar una proyección para verlo de forma indirecta.

Un aro alrededor del Sol

Los eclipses de Sol se producen si la Luna cubre el disco solar y proyecta su sombra sobre la Tierra. Durante este suceso, el satélite natural se encuentra perfectamente alineado tanto con nuestra estrella brillante, como con la Tierra y, desde la perspectiva de nuestro planeta, oculta al astro, detalló el IA.

Aunque el diámetro del disco de la Luna es 400 veces más pequeño que el del Sol, también está, en promedio, 400 veces más cerca del planeta que el Sol. Este juego de distancias y tamaños hace que el disco lunar sea capaz de ocultar completamente al astro rey. Sin embargo, la órbita de nuestro satélite es elíptica, por ello, a veces está más alejada y otras más cerca de nosotros.

En el momento que la Luna está en las posiciones más alejadas de la Tierra, la sombra no alcanza a ocultar completamente al Sol y se produce el fenómeno. Durante éste, el Sol se asoma sobre los bordes de aquélla como un brillante anillo resplandeciente.

Existen cuatro tipos de eclipses solares, que dependen de la posición relativa del Sol, la Tierra y la Luna. El total ocurre si la Luna cubre totalmente el disco solar; el anular, si se distingue un aro brillante alrededor; el parcial, el más común y que oculta solamente una parte, y el atípico o híbrido, si en una fase el evento es anular y en otra es total.

Juego de tamaños

“La particularidad es que la distancia entre la Tierra y el Sol es 400 veces la distancia entre la Tierra y la Luna, por eso tenemos un juego de tamaños relativos en donde se pueden dar diversos tipos. Esa coincidencia, casi perfecta en el caso del total, se debe a la proporción de distancias y tamaños entre los tres”, explicó el investigador de Geofísica.

Como la órbita lunar no es un círculo perfecto, ocurren variaciones y a veces está más cerca o más lejos, y eso incide en si cubre total o parcialmente el disco. “Los dos cuerpos tienen que estar alineados respecto a la Tierra para que se registre ese bloqueo o eclipsamiento”, aclaró.

“El que podamos predecir uno nos dice que la Ley de la Gravitación Universal de Newton es correcta, y también las leyes de Kepler, pues podemos hacer predicción con esas ecuaciones poderosas”, comentó Flandes.

Para la ciencia, estos fenómenos, en especial los eclipses anulares, y sobre todo los totales, ayudan a estudiar al Sol. “Es muy difícil ver la atmósfera solar a ojo desnudo, porque la parte brillante, la fotósfera, lo que entendemos como límite del disco solar, es una capa que no es la más externa.

El astro tiene una atmósfera que se extiende hasta donde alcanzan los límites del Sistema Solar, los planetas están embebidos en ella y tiene diferentes etapas, la más cercana al disco brillante es la corona. Si la Luna eclipsa esa parte brillante es factible ver la atmósfera porque, de otra forma, por la brillantez no se puede observar de manera directa, así que con eclipses se estudian particularidades”, comentó.

Antes, los físicos solares y astrónomos usaban telescopios a los que les colocaban un disco opaco en uno de sus extremos, para generar un eclipse artificial que les permitiera estudiar las capas externas del Sol. Ahora las sondas espaciales que observan la actividad solar analizan el estado de esta atmósfera de una forma similar, con telescopios con bloqueadores para la parte brillante, que permiten hace mediciones continuamente, concluyó.

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Fotos


José Alberto Flandes Mendoza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.