• Se apreciará
19 por ciento más grande y 30 por ciento más brillante;
tendrá un tono rojizo en su salida por el horizonte Este
• Se debe a que estará 28 mil kilómetros más
cerca de la Tierra que el promedio, por un fenómeno conocido
como perigeo, explicó Mario De Leo, del IA de la UNAM
Justo después de que el Sol sea devorado
por cerros y montañas, cubierto por el horizonte, la Luna más
radiante del año emergerá para transitar hacia el techo
del mundo, hacia el cenit, donde científicamente cumple con
el fenómeno natural denominado perigeo.
“El apogeo, es el punto más
lejano de la Luna en su órbita alrededor de la Tierra, el perigeo
el más cercano. El instante de máxima estrechez entre
ella y la Tierra de este 2012, será este sábado 5 de
mayo a las 22:34 horas (TCM, 03:34 Tiempo Universal); el satélite
natural se aproximará en la órbita que tiene con nuestro
mundo 28 mil kilómetros más”, explicó Mario
De Leo, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
La Luna, continuó, tiene alrededor
de nuestro planeta una órbita que no es precisamente circular,
sino como un óvalo; es decir, elíptica, y esto hace
que haya momentos en que se acerque o se aleje más. El universitario
dejó en claro que ello no significa que de pronto un día
se avecine a la Tierra, porque este fenómeno es gradual y cíclico.
“No percibiremos un cambio absoluto
o dramático en el tamaño de la Luna, pero será
19 por ciento más grande y 30 por ciento más brillante
el día de mañana, que el promedio anual. Es muy seguro
que sea muy roja en el momento que salga del horizonte, y se verá
impactante. Emergerá del lado Este, justo después de
que se oculte el Sol en el Oeste, y se moverá hacia el cenit”,
puntualizó.
Meztli
De manera tradicional se narra que inicialmente
“la Luna (Meztli) resplandecía de igual manera que el
Sol, lo que no pareció adecuado a los dioses y uno de ellos
le arrojó un conejo (Tochtli) en el rostro, oscureciéndoselo,
y desde entonces es posible distinguir la figura de ese animal en
su superficie”, lo que será un regocijo estético.
Según Mario De Leo es la posibilidad
de relacionar ópticamente el tamaño de la Luna con un
edificio, un árbol y demás objetos. “Si nosotros
extendemos el dedo meñique a la longitud del brazo, nos cubre
un grado en la bóveda celeste (equivalente a 1/180 de la bóveda
celeste), que es más o menos el doble del tamaño de
la Luna en este perigeo.
“El satélite natural, en promedio,
tiene un tamaño aparente de 30 arcominutos (un grado está
compuesto de 60 arcominutos, la mitad del tamaño del meñique
extendido) y en esta ocasión se verá solo tres arcominutos
más grande; esto es verdaderamente imperceptible a simple vista,
sólo con cálculos muy exactos levantados con anterioridad,
pudiera apreciarse”, enfatizó.
Finalmente, el universitario aclaró
que el perigeo no provoca alteración alguna en la vida terrestre.
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