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Adscrito al Instituto de Astronomía de la UNAM, albergará,
a fines de 2013, la segunda etapa del proyecto TAOS, que operará
tres telescopios robóticos de 1.3 metros de diámetro
• Su objetivo es detectar cientos de objetos celestes, ubicados
más allá de la órbita de Neptuno, que ofrecerán
datos sobre el origen del Sistema Solar
El Observatorio Astronómico Nacional
(OAN), adscrito al Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM,
albergará, a fines de 2013, la segunda etapa de un proyecto
internacional que realizará el más completo censo de
objetos celestes ubicados en la periferia solar, más allá
de la órbita de Neptuno.
El proyecto TAOS-II (siglas en inglés
de Transneptunian Automated Occultation Survey, o Censo Automatizado
de Ocultaciones Transneptunianas) ofrecerá nuevos datos sobre
el origen del Sistema Solar.
A cargo de la Academia Sinica de Taiwán,
el Centro para la Astrofísica de la Universidad de Harvard,
y el Instituto de Astronomía de la UNAM, TAOS-II operará
tres telescopios robóticos de 1.3 metros de diámetro,
que se instalarán en el OAN, ubicado en la sierra de San Pedro
Mártir, Baja California. Por parte de la entidad universitaria,
el responsable del proyecto es Mauricio Reyes Ruiz, investigador del
IA adscrito al OAN-SPM.
Se trata de la primera vez que un proyecto
internacional elige el observatorio mexicano para instalar sus telescopios.
Además, el OAN no tiene nuevos equipos desde 1979, destacó
Elena Jiménez Bailón, investigadora del IA.
Claves sobre el origen del Sistema Solar
El Sistema Solar está formado por
el Sol y los ocho planetas -algunos de ellos con sus satélites-,
pero más allá de la órbita del más alejado
de nuestra estrella brillante, Neptuno, se extiende un vasto depósito
de cometas, y otros cuerpos más grandes, que contienen más
del 99 por ciento de los cuerpos celestes pertenecientes al Sistema
Solar.
En la década de 1960, Gerard Kuiper,
astrónomo holandés, predijo la existencia de este conjunto
de astros 30 años antes de que se hicieran las primeras observaciones
de esta región.
Más allá del Cinturón
de Kuiper, se encuentra una región conocida como Disco Disperso,
cuyo radio interior coincide con el límite del primero. Tan
sólo un centenar de objetos pertenecientes a ese disco han
sido detectados hasta ahora. El más grande de ellos es Eris,
con un diámetro de aproximadamente dos mil 350 kilómetros,
apenas más grande que Plutón, y localizado a unas 70
veces la distancia de la Tierra al Sol, en una órbita muy elíptica.
Los astrónomos predicen que incluso
más allá del Disco Disperso existe una región
esférica denominada Nube de Oort, cuyos confines se encuentran
miles de veces más alejados que el Cinturón de Kuiper.
No se ha detectado aún ningún
astro en la Nube de Oort, y también se desconoce por completo
la cantidad que puede haber en esta región, pero se estima
que pueden llegar a las decenas de billones de cuerpos celestes. El
equipo TAOS estima que durante la segunda fase del proyecto se podría
realizar la primera detección de un objeto en aquella región.
El estudio del los objetos transneptunianos,
desde el Cinturón de Kuiper hasta la Nube de Oort, va más
allá del importante conocimiento sobre su tamaño, composición
y distribución: la cantidad y distribución de objetos
transneptunianos dependen principalmente de cómo era el Sistema
Solar en su etapa más temprana.
Para conocer el origen, formación
y evolución de nuestro Sistema Solar es fundamental determinar
qué cantidad del material sólido había en el
llamado disco protoplanetario, el mismo del que después se
formaron los planetas. También, es esencial conocer qué
fracción se integró en forma de los planetas y qué
masa, distribución y número de planetesimales había
en la etapa más inicial.
El proyecto TAOS detectará y estudiará
las propiedades de cientos de objetos y permitirá desentrañar
muchos de los misterios sobre la formación y evolución
de nuestro Sistema Solar. Este conocimiento podrá ser también
aplicado al creciente número de sistemas planetarios extrasolares
que recientemente se han comenzado a descubrir.
Actualmente, la primera etapa, TAOS-I opera
cuatro telescopios de 50 centímetros cada uno, en el observatorio
de Lu-Lin en Taiwán. Esta fase, desarrollada como prototipo,
opera desde 2005, aunque el cuarto telescopio sólo se puso
en marcha en agosto de 2008. En estos años, el proyecto ha
realizado más de 30 mil millones de mediciones del brillo de
las estrellas monitoreadas.
Duplican capacidad de telescopios
Hasta ahora, se han encontrado unos mil 400
objetos transneptunianos, todos ellos con diámetros mayores
a 30 kilómetros. TAOS-II pretende multiplicar las detecciones,
para ubicar cuerpos con diámetros de tan sólo 600 metros.
La construcción de tres telescopios
robóticos en el OAN tiene como propósito extender el
límite de detección alcanzado hasta ahora. El aumento
del tamaño de los telescopios y la utilización de instrumentos
más sensibles, se traduce en una capacidad de detección
hasta 20 veces mayor que la obtenida con otros instrumentos.
La combinación de las medidas del
cambio en el brillo de la estrella observadas por los tres telescopios
simultáneamente, permitirá conocer el tamaño,
la distancia a la que se encuentra el cuerpo de la Tierra y su velocidad.
El proyecto aprovechará el excelente
clima astronómico del que goza el Observatorio, con un número
de noches adecuadas para la tarea, cinco veces mayor que en el sitio
Lu-Lin de Taiwán.
La combinación de altura, estabilidad
atmosférica, baja contaminación lumínica y elevada
fracción de noches despejadas al año, hacen del Observatorio
Astronómico Nacional uno de los tres mejores lugares del hemisferio
norte para esa función.
Actualmente, los técnicos y astrónomos
del proyecto trabajan en el desarrollo de un sistema, cuyas cámaras
tengan la sensibilidad y velocidad de lectura adecuadas para detectar
el efecto del paso de los cuerpos celestes sobre la estrella lejana.
El censo de objetos transneptunianos se llevará
a cabo en alrededor de cinco años. Después de esta fase,
los telescopios podrán seguir en uso por los astrónomos
de las instituciones participantes, para desarrollar otros proyectos
que aprovechen sus características.
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