Boletín UNAM-DGCS-259
Antigua Escuela de Medicina.
15:00 hrs. 24 de abril de 2012

Wilson M Compton

Alicia Vélez

Oscar Prospero García
           


EN EL CONTROL DE LAS DROGAS, SE REQUIEREN POLÍTICAS PÚBLICAS ESPECÍFICAS

 

• La adicción se propicia, en el caso de los opioides, porque se crea una sensación de bienestar, placentera e intensa, comparable al orgasmo, dijo Alfonso Efraín Campos Sepúlveda, de la Facultad de Medicina
• La marihuana tiene un índice de heredabilidad, lo que permitiría pensar que el 40 por ciento de su consumo depende de los genes, acotó Oscar Prospero García, de la misma entidad

El uso de drogas y su panorama puede cambiar rápidamente; por ello, se requiere desarrollar políticas específicas para cada una, así como contar con programas robustos y consistentes para enfrentar su consumo, que afecta de forma considerable la salud de los individuos, dijeron expertos en el Foro Internacional sobre Políticas de Regulación del Consumo de Drogas, organizado por la UNAM.

Al segundo día de trabajos del encuentro acudió Wilson M. Compton, director de la División de Epidemiología, Servicios e Investigación en Prevención del Instituto Nacional de Abuso de Drogas, de Estados Unidos, quien refirió que el año pasado descubrieron en ese país la existencia de mariguana sintética, y que 11.4 por ciento de estudiantes de secundaria la han consumido. Sostuvo que antes de la legalización de sustancias se debe revisar el sistema legal y su capacidad para regularlas.

En la mesa Tipos de drogas y consecuencias de su uso en la salud de los individuos, Alfonso Efraín Campos Sepúlveda, jefe del Laboratorio de Toxicología del Departamento de Farmacología, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, explicó que la adicción se propicia, en el caso de los opioides, debido a que se crea una sensación de bienestar, placentera e intensa, comparable al orgasmo. Consideró que las sustancias sintéticas son cada vez más potentes y tóxicas, y producen mayor deterioro orgánico, físico y psiquiátrico; su consumo representa un problema de salud pública, económico, social y de seguridad, por lo que legalizarlas “sería un error”.

Robin Room, director del Centro de Investigación sobre Políticas de Alcohol en el Turning Point Alcohol and Drug Centre, Australia, indicó que se ha establecido, en diferentes estudios, que la mayor intoxicación proviene del alcohol, seguido de la heroína, la cocaína y el tabaco. Para las drogas legales, “se requiere una mayor regulación, y en caso de darse una legalización para otras, debería ser bajo un régimen restrictivo”.

Al participar en la mesa moderada por el director General de Incorporación y Revalidación de Estudios de la UNAM, Ramiro Jesús Sandoval, el investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría, Ricardo Iván Nanni Alvarado, expuso que los daños a la salud están bien sustentados, sobre todo aquéllos relacionados con alteraciones neuro-psiquiátricas que afectan la calidad de vida de los pacientes y de la sociedad misma. Para atender el problema se deben articular los diferentes servicios de atención y enfatizar que es más fácil, barato y eficaz prevenir su uso.

La marihuana frente a otras drogas

En la mesa La marihuana (cannabis) frente a otras drogas, Alicia Vélez, de la Facultad de Psicología (FP) de esta casa de estudios, indicó que con base en estudios neuropsicológicos se puede determinar que el uso de estupefacientes afecta la corteza prefrontal del cerebro, lo que daña el proceso conductual y la toma de decisiones. Las alteraciones cognitivas como la distorsión del tiempo, balance y equilibrio, así como la sensación de ansiedad, miedo, pánico, angustia y alucinaciones se pueden presentar incluso en los periodos de abstinencia.

Por su parte, Oscar Prospero García, de la FM, refirió que el cuerpo humano genera, de manera natural, su propia marihuana endógena para alcanzar niveles de satisfacción, como en el momento que se come o se tienen relaciones sexuales. El investigador del Departamento del Fisiología añadió que, con base en experimentación con animales, se calcula que la marihuana tiene un índice de heredabilidad, lo que permitiría pensar que el 40 por ciento de su consumo depende de los genes.

En su turno, Amanda Feilding, directora de la Fundación Beckley del Reino Unido, propuso romper el tabú para que la cannabis, con propiedades médicas, sea controlada por los gobiernos y no por los cárteles; por el carácter de sustancia ilegal, no puede ser prescrita aunque sus consumidores aseguran que es mejor que las sintéticas.

Deborah Privat, coordinadora Pedagógica de la Secretaría de Educación en Lauro de Freitas, Brasil, se refirió a la exclusión social, desde el seno familiar, que padecen los usuarios. Pese al relajamiento y pasividad que provoca la marihuana, dentro de un núcleo de jóvenes se puede traducir en acciones violentas, aseguró.

Por su parte, Diana Tonantzin Nava, miembro del Capítulo México de la Asociación Students for Sensible Drug Policy, y estudiante de Psicología en la Universidad Autónoma Metropolitana, propuso terminar con la estigmatización moralista y tradicionalista del uso y efecto de la marihuana frente al alcohol y tabaco.

La mesa fue moderada por Héctor Castillo Berthier, coordinador de la Unidad de Estudios sobre la Juventud, del Instituto de Investigaciones Sociales de esta casa de estudios, quien afirmó que no es prioridad de la sociedad estadounidense atacar el uso de las drogas; para alcanzar verdaderas soluciones en este tema, es razonable hacer un alto en el camino y reflexionar dónde estamos con relación a dónde querríamos estar.

-o0o-

 


Fotos


Aspecto de la mesa Tipos de drogas y consecuencias de su uso en la salud de los individuos.